La inactividad física en adultos mayores, combinado con los signos del envejecimiento, puede ocasionar cambios en las funciones biológicas y cognitivas de las personas a partir de los 50 años. Por eso, si hasta el momento el ejercicio no ha sido parte importante de su vida, pero quiere hacerlo a partir de ahora, lo más importante que debe saber es que no es necesario llevar el cuerpo al límite.
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Si bien el ejercicio no cura todos los males, si es una buena forma para poner en práctica el ‘envejecimiento activo’, un proceso que busca la calidad de vida de las personas a través de la salud, con el fin de mejorar la capacidad tanto física como cerebral y aumentar la esperanza de vida.
Por lo que puede pensar en una rutina de ejercicios que incluya una actividad física que le permita aumentar los latidos del corazón y respirar más rápido, ya que durante este tipo de movimientos el cuerpo pone en funcionamiento los músculos esqueléticos y el sistema cardiorespiratorio.
En ese sentido, de acuerdo con el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores de México, mantener el cuerpo en movimiento de forma regular puede traer beneficios como mejorar la resistencia de los músculos, aumentar la fuerza de movilidad y la velocidad de respuesta del cuerpo a los estímulos externos.
Rutina de entrenamiento para mayores de 50 años
La actividad física es buena para la salud física y mental de las personas, además puede disminuir los riesgos de padecer ciertas enfermedades durante la vejez. Es por ello que no depende tanto de la edad, sino de la inactividad y el sedentarismo que se tenga.
Por eso, si uno de sus propósitos durante esta etapa de su vida es conservar la energía de su cuerpo, así como también prevenir enfermedades cardiacas o articulares, puede caminar a paso ligero, trotar, nadar, andar en bicicleta o subir escalones.
Ahora bien, si se trata de mejorar la fuerza y resistencia que tiene, según la revista ‘Men's Health’ debe combinar el entrenamiento cardiovascular, una buena dieta que le ayude a alimentar los músculos correctamente y algún tipo de entrenamiento cruzado con el fin de trabajar los distintos grupos musculares y energéticos.
Un aspecto importante para planificar bien su rutina de entrenamiento es incluir muchos ejercicios de fuerza como por ejemplo: flexiones explosivas, extensiones de tríceps con cuerda, saltar la cuerda, sentadillas, zancadas, dips en paralelas o sentadillas de sumo.
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STEPHANY GUZMÁN AYALA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL