Comenzar el día con una alimentación equilibrada es fundamental para el bienestar general, ya que el desayuno proporciona la energía y los nutrientes esenciales que el organismo necesita para funcionar de manera óptima.
Incluir alimentos ricos en magnesio, fibra y otros minerales en esta primera comida puede potenciar el rendimiento físico y mental.
En este contexto, la Universidad de Harvard destaca un alimento versátil, fácil de preparar y con múltiples beneficios para la salud: la avena.
La importancia del magnesio en el organismo
El magnesio es un mineral clave en más de 300 procesos bioquímicos del cuerpo, entre ellos la producción de energía, la regulación de los niveles de azúcar en la sangre y el mantenimiento de la función muscular y nerviosa. Un desayuno con un aporte significativo de este nutriente contribuye a reducir el estrés, combatir la fatiga y fortalecer el sistema inmunológico. Además, puede mejorar la digestión y favorecer un metabolismo equilibrado.
Según la Facultad de Salud Pública de Harvard, la avena es una fuente excepcional de magnesio, fósforo, zinc y fibra, lo que la convierte en una opción ideal para comenzar la jornada.
Su contenido de fibra soluble, específicamente el betaglucano, regula el azúcar en la sangre y favorece la microbiota intestinal. Por ello, es especialmente beneficiosa para quienes padecen afecciones digestivas como estreñimiento, diarrea o síndrome del intestino irritable.
La avena es un alimento influyente en el desayuno. Foto:iStock
Cómo preparar un desayuno rico en magnesio
Muchas personas suelen omitir el desayuno por la mañana debido a la falta de tiempo para prepararlo. Ante esta situación, la Universidad de Harvard sugiere adelantar su elaboración desde la noche anterior, lo que permite ahorrar minutos en la rutina matutina y garantiza una alimentación saludable sin complicaciones.
Para facilitar su consumo, Harvard propone una receta sencilla y nutritiva que permite aprovechar todas las propiedades de la avena. Los ingredientes necesarios son los siguientes:
- Media taza de avena (preferiblemente en hojuelas y no instantánea).
- Una taza y media de líquido (puede ser leche de vaca, almendras, soya o coco).
- Media taza de frutas picadas (banana, fresas, manzana o cualquier otra de preferencia).
- Una cucharada de semillas de chía o lino (opcional).
- Nueces o almendras troceadas (opcional).
- Canela o miel para endulzar al gusto.
Paso a paso para su preparación
Para elaborar este desayuno, primero se debe colocar la avena en un recipiente de vidrio o plástico con tapa. Posteriormente, se incorpora la leche elegida y se mezcla hasta lograr una textura homogénea. Luego, se agregan las frutas picadas y cualquier otro complemento opcional, como semillas o frutos secos.
Una vez integrados todos los ingredientes, se tapa el recipiente y se deja reposar en el refrigerador durante toda la noche. Si no se dispone de un envase con tapa, se puede utilizar papel film como alternativa. A la mañana siguiente, el desayuno estará listo para ser consumido, destacándose como una opción refrescante, especialmente en días calurosos.
Aporte nutricional de este desayuno
Además de ser fácil de preparar y delicioso, este desayuno brinda una combinación equilibrada de nutrientes esenciales. Una porción de esta receta aporta aproximadamente:
- Calorías: 300-350 kcal (dependiendo del tipo de leche y los complementos añadidos).
- Magnesio: 60-80 mg (cerca del 20% de la cantidad diaria recomendada).
- Fibra: 6-8 g (favorece la digestión y regula el tránsito intestinal).
- Proteínas: 8-10 g (proporciona saciedad y energía sostenida).
- Grasas saludables: 10-12 g (provenientes de frutos secos o semillas).
- Carbohidratos complejos: 40-45 g (fuente de energía de liberación prolongada).
La Nación (Argentina) / GDA.
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*Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en la información de la Nación (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.