Al cerrar los ojos, muchas personas pensarían que lo único visible es una completa oscuridad, asociada generalmente con el color negro. Sin embargo, este matiz tiene un nombre propio y una historia detrás.
Conforme a los criterios de
El origen del color y su particular percepción
El fenómeno visual que aparece al cerrar los párpados se conoce como eigengrau, una palabra alemana que se traduce como “gris intrínseco” o “su propio gris”. Este término surge de la combinación de Eigen, que significa "luz propia", y grau, que es “gris”.
La historia del eigengrau remonta a las investigaciones del psicólogo alemán Gustav Theodor Fechner, quien es considerado uno de los pioneros de la psicología experimental en el siglo XIX.
Fechner observó que al cerrar los ojos, el color percibido no era una oscuridad total, sino un tono grisáceo con pequeños destellos de luz. En sus estudios, postulaba que esta tonalidad era el resultado de un proceso visual en el cual el cerebro, al no tener estímulos externos, generaba esta percepción automática.
El color de la nada
Este gris particular es conocido como el “color de la nada”, ya que es lo que el cerebro identifica cuando no existe ninguna imagen o luz que procesar.
Según explican los investigadores, los nervios ópticos envían señales continuas al cerebro desde la retina, pero en ausencia de luz, estas señales no llegan a percibirse de manera significativa, por lo que se genera un fondo gris.
El eigengrau, de esta forma, aparece como una percepción que acompaña al sistema visual humano cuando se cierra el paso de la luz.
La aparición de imágenes borrosas, manchas de color o pequeñas nubes
Por otro lado, los estudios demuestra que, en ambientes de oscuridad prolongada, el eigengrau puede empezar a desvanecerse, generando la aparición de imágenes borrosas, manchas de color o pequeñas nubes, como resultado de la adaptación del ojo a la falta de estímulos visuales externos.
A pesar de no ser un color que se perciba en la vida diaria, su uso en diseño y tecnología digital es tan preciso que incluso posee su propio código de color: #16161d, que se utiliza para reproducir este particular tono en pantallas y gráficos digitales.
Jessika Rodríguez
Portafolio.
Más noticias en EL TIEMPO
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de Portafolio (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.