Han pasado cuatro años (26 de noviembre de 2020) desde que el huracán Iota arrasó con alrededor del 98 por ciento de la infraestructura de Providencia. Dos meses después (enero de 2021) la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) inició con la reconstrucción de las viviendas.
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A pesar de que ya han pasado más de tres años desde que se inició esta labor, ha recibido críticas de la misma comunidad, aunque desde la anterior administración aseguran haberlo cumplido en un 94 por ciento.
¿Cómo va el proceso?
Para el proceso de reconstrucción de la isla de Providencia, la UNGRD contrató a Financiera S.A. de Desarrollo Territorial (Findeter), entidad que realiza la asistencia técnica y administración de los recursos del proyecto y la rehabilitación de la vivienda rural en Providencia y Santa Catalina islas.
Durante el periodo de reconstrucción se han presentado inconformismo y reclamaciones de la comunidad afectada sobre las condiciones de las viviendas construidas, la calidad de los materiales y los procesos constructivos.
Tanto así que el pasado 15 de octubre aproximadamente 50 raizales protestaron frente a las ruinas del colegio María Inmaculada, el más emblemático de la isla.
Una situación similar afrontan las familias que viven en las casas reconstruidas. Según ellos, la madera se está pudriendo, los techos tienen goteras y algunas puertas se están cayendo. Esto, dicen, como consecuencia del mal uso de materiales.
"Reconstruyeron toda la isla, pero con unas falencias terribles. Aquí trajeron gente que no sabía nada de cómo reconstruir con madera y lo que han dejado ha sido un gran problema para la comunidad", dice Josefina Teresa Huffington, presidenta de la veeduría cívica de la isla.
Visitas técnicas realizadas por la UNGRD han dado como resultado que, efectivamente, existen deficiencias en la construcción de un numero significado de las viviendas evaluadas, como la falta de cimentaciones adecuadas, techos que no resisten vientos fuertes y zonas seguras insuficientes.
Las inconsistencias
La Corte Constitucional ordenó una consulta previa en donde se inició un proceso de seguimiento a la reconstrucción 2021-2022 de las islas de Providencia y Santa Catalina. Allí encontraron que persisten los problemas asociados a los diagnósticos errados, mala calidad de los materiales, fallas en las construcciones, deficiencias en el sistema de Tratamiento de Aguas Residuales Domésticas.
“Se encontró una discrepancia entre el total de viviendas registradas en el EDAN (1809 viviendas) y las intervenciones realizadas (1831 viviendas). Esto reflejó entregas a personas no registradas como damnificadas y la falta de viviendas entregadas a 69 familias que sí estaban registradas”, asegura la UNGRD.
A esto se le sumó la identificación de diagnósticos incorrectos en la fase previa de ejecución de las obras de reconstrucción, lo que afectó la calidad de las intervenciones.
“Las reparaciones sobre placa son las que tienen problemas más importantes en especial que muchas de estas no cuentan con zona segura para refugiarse en caso de tener un huracán”, aseveró la UNGRD.
Y agregaron: “Hubo intervenciones de redes hidrosanitarias y eléctricas, las primeras funcionan aceptablemente, pero la gran mayoría de las intervenciones eléctricas son muy deficientes, tanto en materiales (luminarias) como en la distribución de circuitos que en ocasiones ni siquiera tenía tubería eléctrica o que en lugar de usar cable de cobre se utilizó extensiones”.
¿Cuánto falta para completar la obra?
Lo que llama la atención es que el pasado 31 de octubre finalizaron el convenio No. 9677-SAIPRO-1483-2020 entre el FNGRD y el Ministerio de Vivienda, y el contrato No. 9677-SAIPRO-127-2021 entre el FNGRD y Findeter.
La UNGRD y el Ministerio de Vivienda sostuvieron varias reuniones con Findeter con el fin de realizar la prórroga al convenio y al contrato, sin embargo, Findeter no accedió.
“La necesidad de prorrogar el contrato era garantizar un marco jurídico para que Findeter tramitara y respondiera a las reclamaciones de las comunidades, como constructor del proyecto. Findeter insistió en que las reclamaciones deben tramitarse por código de comercio como si se tratara de un proyecto de viviendas privado”, dijeron desde la Unidad.
Además de la reconstrucción de las viviendas, el paso del huracán Iota dejó un daño ambiental enorme por los escombros. Tras tres procesos de licitación fallidos la UNGRD eligió al Consorcio Providencia Limpia 2024 para la extracción, transporte y disposición final de los residuos de demolición y construcción.
La UNGRD está gestionando la ejecución de una Auditoría a las 1831 viviendas intervenidas por Findeter y está gestionando una adición presupuestal para la atención de la reconstrucción de estas por alrededor de 630 mil millones de pesos.
MARÍA ALEJANDRA GONZÁLEZ DUARTE
Redacción Política