Con frecuencia, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, (ICE, por sus siglas en inglés), realiza vuelos con la intención de trasladar a los migrantes, ya sea a zonas de detención, lugares en donde se llevará a cabo su juicio, o desde dónde serán deportados. Pero, esta semana, uno de sus vuelos tuvo que desviarse y aterrizar de emergencia.
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De acuerdo con lo dado a conocer, un avión Airbus de la compañía GlobalX, que se dirigía hasta Luisiana, tuvo que regresar al aeropuerto de salida, en Mesa Gateway, en Phoenix, Arizona, debido a una falla.
El problema fue tan serio que, según medios como Fox News, alrededor de once pasajeros tuvieron que ser hospitalizados en un centro de salud local.
Y es que, poco después de despegar, el avión presentó un problema con el sistema de aire acondicionado, lo que si bien no parecería muy importante, las altas temperaturas en Arizona provocaron un golpe de calor entre los pasajeros.
De hecho, la ciudad de Phoenix ha tenido temperaturas tan altas que incluso han roto récords al alcanzar los 45 grados centígrados.
En el caso de esta situación, tal como explica el medio Simple Flying, debido a que los aviones están presurizados, hay falta de flujo de aire externo lo que, en combinación con las altas temperaturas, ocasionó fuertes afectaciones a los pasajeros.
El aire acondicionado en un avión es más importante de lo que parece
El portal especializado en aeronáutica Simple Flying, explica que el aire acondicionado en un avión básicamente absorbe el calor de los motores para enfriarlo, presurizarlo y bombearlo hacia la cabina con la intención de mantener las temperaturas bajas.
Pero más allá de mantener una temperatura cómoda para los pasajeros, explican que un problema con el sistema de aire acondicionado puede afectar el flujo de aire adecuado para mantener la presurización del avión, es decir que los pasajeros podrían estar en riesgo de sufrir una falta de oxígeno.