El Tribunal Constitucional de Corea del Sur confirmó este viernes, 4 de abril, la destitución del presidente Yoon Suk Yeol por su fugaz declaración de ley marcial el pasado diciembre, lo que cierra un capítulo de la mayor crisis política de la historia reciente del país, que afronta ahora unas elecciones anticipadas.
Cuatro meses después de que el líder conservador sorprendiera al país y lo sumiera en el caos decretando el estado de excepción, la máxima instancia judicial surcoreana ha concluido que dicha medida fue aplicada sin justificación suficiente, y ha ratificado la inhabilitación de Yoon que ya votó la Asamblea Nacional (Parlamento).
Un fallo sin fisuras
El fallo fue adoptado con el voto a favor de los ocho jueces del Constitucional. Para que la destitución fuera ratificada, se requería el respaldo de al menos seis de los ocho magistrados en funciones.
"La crisis política no justifica las acciones tomadas. La situación en la Asamblea Nacional en ese momento no justificaba el ejercicio de poderes nacionales de emergencia", señaló el presidente interino del tribunal, Moon Hyung-bae durante la lectura del veredicto.
Agregó que el presidente utilizó fuerzas armadas con fines políticos, lo que constituyó una grave transgresión de la neutralidad política del Ejército y de su deber como comandante en jefe, y recordó que algunos diputados "tuvieron que escalar muros" para poder acceder al Parlamento cuando estaba rodeado por las tropas.
Yoon permanecía en el cargo, aunque despojado de sus funciones, desde de que el Parlamento votara su inhabilitación el 14 de diciembre a raíz de la ley marcial, en una sesión extraordinaria que quedará en la memoria de los surcoreanos junto a la convulsa noche del 3 de diciembre, seguida de otros momentos insólitos y sin precedentes en su historia democrática.
Elecciones a la vista en un incierto panorama
El proceso político contra Yoon ha estado marcado por una fuerte división social y política, con continuas protestas masivas en todo el país y encuestas recientes que mostraban alrededor del 60 % de apoyo ciudadano a la destitución.
Esto supuso cierto cambio de tendencia y una mejoría para los partidarios de la formación gobernante, ya que en diciembre un 70 % de los ciudadanos respaldaba la inhabilitación definitiva de Yoon. Los analistas lo atribuyen a la capacidad de movilización entre los sectores conservadores y a las críticas que ha recibido la oposición por su agresiva estrategia de bloqueo político.
La forma en que los partidos naveguen este clima de confrontación será clave de cara a los comicios adelantados que deberán celebrarse en los próximos dos meses.
Los sondeos sitúan entre los favoritos a priori al líder opositor, Lee Jae-myung, del Partido Democrático (PD), quien perdió por un estrecho margen en las presidenciales de 2022 ante Yoon.
EFE