El 2024, el año más caluroso y sus desastrosas consecuencias

hace 6 horas 10

Mientras Los Ángeles lleva más de una semana incendiándose, los científicos hicieron un anuncio el 10 de enero que podría ayudar a explicar la conflagración mortal: el 2024 fue el año más caluroso registrado en la historia.

Con el aumento de las temperaturas en todo el mundo y los océanos inusualmente cálidos, los científicos advierten que el mundo ha entrado en una nueva y peligrosa era de inundaciones, tormentas e incendios caóticos, agravados por el cambio climático causado por el hombre.

Las tormentas de fuego que asolan la segunda ciudad más grande de Estados Unidos son el espasmo más reciente de clima extremo que se torna más furioso e impredecible. Los incendios forestales son sumamente inusuales en el sur de California en enero, que se supone es la temporada de lluvias. Lo mismo ocurre con los ciclones en los Apalaches, en el este de Estados Unidos, donde los huracanes Helene y Milton arrasaron comunidades montañosas en octubre.

Los incendios forestales son cada vez más intensos y avanzan más rápido. Las tormentas son cada vez más grandes y transportan más humedad. Y el aumento de las temperaturas en todo el mundo está provocando olas de calor y sequías devastadoras, que también dejan a las comunidades vulnerables a peligros como deslizamientos de tierra cuando regresan las fuertes lluvias.

A nivel mundial, el clima extremo y el calor abrasador mataron a miles de personas el año pasado y desplazaron a millones. En Europa, el calor extremo contribuyó a al menos 47 mil muertes en el 2023. En Estados Unidos, las muertes relacionadas con el calor se han duplicado en las últimas décadas.

Los incendios que azotan el área conurbada de Los Ángeles se encuentran entre los más destructivos en la historia del País. Los incendios han consumido más de 16 mil hectáreas y destruido miles de edificios. Al menos 24 personas han muerto y las pérdidas podrían superar los 250 mil millones de dólares, reporta AccuWeather.

Aunque no es posible decir con certeza al desarrollarse un evento climático específico si fue causado por el calentamiento global, los incendios de Los Ángeles han sido impulsados por una serie de condiciones que se están volviendo cada vez más comunes en un planeta más caliente.

El invierno pasado, el sur de California recibió enormes cantidades de lluvia que provocaron un crecimiento extenso de la vegetación. Ahora, en lo que suele ser la temporada de lluvias, Los Ángeles está experimentando una sequía. La última vez que llovió más de un cuarto de centímetro fue el 5 de mayo. Desde entonces, ha sido el segundo periodo más seco en la historia registrada de la Ciudad.

Las temperaturas en la región también han sido más altas de lo normal. Muchas de las plantas que crecieron el año pasado están secas, convirtiendo árboles, pastos y arbustos en leña lista para arder. Los científicos dicen que la combinación de calor y sequedad está relacionada con el cambio climático.

Un tercer factor que alimenta los incendios, los feroces vientos de Santa Ana, que soplan al oeste desde Utah y Nevada, no pueden vincularse directamente con el cambio climático, dicen los científicos. Pero los vientos han sido particularmente feroces, con ráfagas de más de 160 kilómetros por hora en ocasiones.

Los incendios en el oeste de Estados Unidos han empeorado en los últimos años.

“En los últimos dos años hemos visto un aumento en los fenómenos meteorológicos extremos y una cantidad cada vez mayor de desastres de miles de millones de dólares”, afirmó Kaitlyn Trudeau, investigadora asociada titular en Climate Central, un grupo de investigación sin fines de lucro. “Está muy claro que algo anda mal, y ese algo es que estamos bombeando una cantidad enorme de carbono a la atmósfera y provocando que los sistemas climáticos se descontrolen”.

La noticia de que el 2024 fue el año más caluroso registrado no fue una sorpresa. El año más caluroso anterior fue el 2023. Los 10 años más calurosos registrados se produjeron en la última década.

“Parecemos un disco rayado, pero sólo porque los récords se siguen batiendo”, dijo Gavin Schmidt, director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, que monitorea las temperaturas globales. “Seguirán batiéndose hasta que controlemos las emisiones”.

Pero el año pasado los países liberaron a la atmósfera cantidades récord de gases que calientan el planeta. Los esfuerzos de EU por reducir las emisiones se estancaron en gran medida el año pasado. El resultado inevitable: más calor y clima más extremo.

A finales de septiembre y octubre, el huracán Helene, que según los científicos empeoró por el cambio climático, desató inundaciones y deslizamientos de tierra mortales en el sureste de Estados Unidos. Meses antes, los investigadores demostraron que las devastadoras inundaciones en Porto Alegre, Brasil, no habrían sido tan graves si no fuera por el calentamiento global.

Los científicos están preocupados por lo que sucederá cuando finalmente llegue la lluvia a Los Ángeles. En 2018, el rico enclave de Montecito, California, justo al norte de LA, fue devastado por deslizamientos de tierra después de que lluvias torrenciales cayeron sobre colinas que se habían quemado recientemente.

Olas de calor. Sequía. Incendios. Supertormentas. Inundaciones. Deslizamientos de tierra. Éstas son las amenazas crecientes de un mundo que se calienta rápidamente y ningún lugar está completamente protegido de los efectos del cambio climático.

“A veces pensamos que si vivimos en una ciudad, no somos vulnerables a las fuerzas naturales”, dijo Schmidt. “Pero lo somos, y es una gran sorpresa para la gente. No hay forma de salir indemnes del cambio climático”.

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