Organizaciones sociales y gubernamentales rechazaron el asesinato del profesor, líder, guardia ancestral y artesano José Emanuel Oca Cuspián, en Inzá, en el oriente del Cauca.
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Autoridades indígenas señalaron que el crimen ocurrió en la mañana del pasado martes 5 de noviembre en la vereda Lomitas, donde la víctima, que se movilizaba en motocicleta, fue atacada con disparos en repetidas ocasiones.
Oca se desempeñaba como orientador en la institución educativa La Lomita, era miembro del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric) y hacia parte de la guardia indígena.
Según versiones de la comunidad, el líder indígena había recibido amenazas constantes en las últimas semanas y ya había sido objeto de persecución por parte de grupos armados ilegales que operan en la región.
También se destacó por su defensa del territorio ancestral nasa. “Tenía tres amenazas de muerte y fue declarado objetivo militar por la estructura 'Dagoberto Ramos', disidencias de las Farc, que lo señaló falsamente de pertenecer a otro grupo armado ilegal”, informaron en el Cric.
La organización indígena ha denunciado reiteradas veces la falta de garantías de seguridad en la región y ha exigido al gobierno colombiano mayores esfuerzos para frenar los asesinatos y las violaciones a los derechos humanos que afectan tanto a la población indígena como a la población civil en general.
El consejero mayor del Cric Jhoe Sauca manifestó que el actuar criminal de los grupos armados en el Cauca está desbordado.
“Están llevando prácticamente una estrategia de exterminio físico y cultural en contra de las comunidades indígenas, especialmente del pueblo Nasa, es una muerte que toca muy fuertemente a las comunidades”, expresó el consejero.
Asimismo, explicó que en el oriente del Cauca hay una disputa entre los grupos ilegales por el territorio y varios comuneros, guardias y autoridades indígenas se encuentran amenazados.
“Llegó el momento de tomar decisiones por parte del CRIC frente a la violencia y el asesinato de los compañeros que están siendo asesinados por defender la tierra”, aseveró.
La gobernación del Cauca, a través de la secretaría de Educación y Cultura, expresó su profundo rechazo a lo ocurrido.
“Emanuel, conocido y apreciado por su entrega y vocación en la formación de los niños, niñas y jóvenes de su comunidad, fue víctima de un acto que no sólo enluta a su familia y seres queridos, sino que hiere profundamente a todo el sector educativo y a la sociedad caucana en su conjunto”, dice el comunicado.
“Manifestamos nuestro total repudio ante este crimen y extendemos un mensaje de solidaridad y apoyo a sus familiares, compañeros de trabajo y a toda la comunidad educativa de Inzá”, agrega el texto.
La gobernación departamental enfatizó que la violencia no debe ser un obstáculo en el camino hacia una educación inclusiva y digna, y reafirmó su compromiso con la construcción de paz y la creación de entornos seguros para todos los actores educativos en el Cauca.
El coordinador del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), Leonardo González, por su parte, indicó que en esa zona, la Defensoría del Pueblo ya había emitido alertas tempranas que cobijan al municipio de Inzá, advirtiendo el escenario de riesgo para las personas que se dedican al liderazgo social y la defensa de los Derechos Humanos.
Con este crimen, ya son 151 los líderes sociales asesinados en lo corrido de este año en el país. En el Cauca, van 26, incluidos 11 indígenas, según cifras de Indepaz.
MICHEL ROMOLEROUX
Especial para EL TIEMPO
Popayán