En Japón, una empresa de marketing decidió tomar el corazón roto tan en serio como un resfriado o cualquier otra enfermedad. Se trata de Hime & Company, con sede en Tokio, Japón, una empresa que permite que su personal tome tiempo libre, con paga incluida, después de una ruptura amorosa.
La iniciativa, conocida como “licencia por dolor de corazón”, busca brindar a los empleados espacio para llorar, sanar y regresar al trabajo emocionalmente renovados, con el fin de que puedan llevar a cabo sus funciones de manera productiva, sin estar afectados por su ruptura.
A más edad, más días de duelo amoroso
La empresa reconoce las emociones de sus trabajadores. Foto:iStock
La cantidad de días libres depende de la edad del trabajador. Aquellos de 24 años o menos pueden tomarse un día al año. Los empleados entre 25 y 29 años reciben dos días, y quienes tienen 30 años o más pueden acceder a tres días.
“Las mujeres de 20 años pueden encontrar su próximo amor rápidamente, pero es más difícil para las de 30, y sus rupturas tienden a ser más graves”, explicó Miki Hiradate, directora ejecutiva de la empresa.
Para Hiradate, esta política es tan necesaria como cualquier otra licencia laboral. “No todo el mundo necesita tomar una licencia de maternidad, pero con el desamor, todo el mundo necesita tiempo libre, al igual que cuando te enfermas”, afirmó.
La empresa, compuesta por un equipo de seis mujeres, se especializa en comercializar productos como cosméticos, dirigidos principalmente al público femenino.
Otro beneficio para los empleados con el corazón roto
Los trabajadores tienen dos mañanas en el año para ir de compras. Foto:iStock
Además del permiso por desamor, Hime & Company también otorga tiempo libre remunerado para ir de compras durante las temporadas de descuentos. Cada empleada puede tomarse dos mañanas libres al año para aprovechar las rebajas.
“Antes, las mujeres podían tomarse medio día libre para ir a las ventas, pero tenían que esconder sus bolsas en taquillas junto a la estación”, contó Hiradate. “Ahora, con la licencia pagada, podemos llevarlas al trabajo sin sentirnos culpables”.
Con estas medidas, Hime & Company muestra una visión poco común en el entorno laboral, reconocer que las emociones también afectan el rendimiento y que el bienestar personal es parte del éxito profesional.
En un mundo donde el estrés y la productividad suelen dominar, esta pequeña empresa japonesa se convirtió en un ejemplo de cómo cuidar a las personas va más allá de las métricas y los números.