Denuncian que, a través de drones, introducen armas a Sudán bajo manto de ayuda humanitaria

hace 1 mes 19

ABÉCHÉ, Chad — Los drones sobrevuelan los vastos desiertos a lo largo de la frontera con Sudán, guiando convoyes de armas que contrabandean armas ilícitas a combatientes acusados de atrocidades generalizadas y limpieza étnica.

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Se ciernen sobre una Ciudad sitiada en el centro de la terrible hambruna de Sudán, apoyando a una fuerza paramilitar despiadada que ha bombardeado hospitales, saqueado envíos de alimentos e incendiado miles de hogares, dicen grupos de ayuda.

Y, sin embargo, los drones salen de una base donde los Emiratos Árabes Unidos dicen estar llevando a cabo un esfuerzo humanitario en pro de los sudaneses —lo que llaman su “prioridad urgente” de salvar vidas.

Los Emiratos están jugando un doble juego mortal. Ansiando cimentar su papel como poder en la sombra, el petroestado del Golfo Pérsico está ampliando su campaña encubierta para respaldar a un ganador en Sudán, canalizando dinero, armas y, ahora, potentes drones a los combatientes que arrasan todo el País, afirman funcionarios, memorandums diplomáticos internos. e imágenes de satélite analizadas por The New York Times.

Mientras tanto, los Emiratos se retratan como paladines de la paz, la diplomacia y la ayuda internacional. Incluso está utilizando un símbolo de asistencia —la Media Luna Roja, la contraparte de la Cruz Roja— para encubrir su operación secreta para enviar drones a Sudán y contrabandear armas a combatientes, muestran las imágenes satelitales y dicen los funcionarios estadounidenses.

La guerra en Sudán, una nación rica en oro con 800 kilómetros de costa en el Mar Rojo, ha sido alimentada por una plétora de naciones extranjeras, como Irán y Rusia. Están suministrando armas a los bandos en conflicto, con la esperanza de obtener ganancias o beneficios estratégicos. Pero los Emiratos están desempeñando el papel más trascendental de todos, dicen los funcionarios.

La hambruna fue declarada en Sudán en agosto después de casi 18 meses de combates, que han matado a decenas de miles y dispersado a 10 millones de personas, afirma la ONU.

Los Emiratos dicen que han dejado “absolutamente claro” que no están armando ni apoyando a “ninguna de las partes en conflicto” en Sudán. Por el contrario, afirma, está “alarmado por la catástrofe humanitaria en rápida aceleración” y presiona por un “alto al fuego inmediato”.

Pero durante más de un año ha estado apuntalando en secreto a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), el grupo paramilitar que lucha contra el Ejército de Sudán por el control del País. En enero, investigadores de la ONU citaron evidencia “creíble” de que los Emiratos Árabes Unidos estaban rompiendo un embargo de armas de la ONU en Sudán.

Ahora, los EAU están amplificando su campaña. Drones de fabricación china son volados desde un aeropuerto en Chad que los Emiratos han ampliado. Se han construido hangares y se ha instalado una estación de control de drones, muestran las imágenes de satélite.

Los funcionarios estadounidenses dicen que los emiratíes están utilizando el aeropuerto para volar drones para brindar inteligencia en el campo de batalla a las RSF y para escoltar envíos de armas a los combatientes en Sudán.

Kamala Harris, Vicepresidenta de EU, confrontó al jeque Mohammed bin Zayed, líder de los Emiratos, respecto al apoyo de su País a las RSF en diciembre, reportan funcionarios informados.

Si bien no admitió su apoyo a las RSF, el Jeque Mohammed dijo a la Vicepresidenta Harris que tenía una deuda con el líder del grupo, el Teniente general Mohamed Hamdan, por enviar tropas a luchar con los Emiratos en Yemen, reportan dos funcionarios de EU enterados.

También dijo que veía a las RSF como un baluarte contra los movimientos políticos islamistas en la región, que la familia real emiratí tiene tiempo de considerar como una amenaza, dijeron los funcionarios.

Los grupos de ayuda están indignados con los EAU, acusándolos de llevar a cabo “una operación de ayuda Potemkin” para disfrazar su apoyo a las RSF, dijo Jeremy Konyndyk, de Refugees International.

El año pasado, cuando aviones de carga comenzaron a aterrizar en el aeropuerto de Amdjarass, 965 kilómetros al este de Yamena, la capital de Chad, los Emiratos dijeron que establecerían un hospital de campaña para refugiados sudaneses.

Pero a los pocos meses, los funcionarios estadounidenses descubrieron que el hospital de 20 millones de dólares trataba a combatientes de las RSF, y que los aviones de carga también llevaban armas que luego eran contrabandeadas a combatientes dentro de Sudán.

La publicidad de los emiratíes mostraba a trabajadores descargando pallets de carga y atendiendo a pacientes bajo el logotipo de la Media Luna Roja.

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