El viernes anterior tuvo lugar una reunión particular en las instalaciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane) en la que participaron, además de Piedad Urdinola, directora de la entidad, voceros de algunos gremios de la producción, como Fenalco, Andi, Aliadas, y de los centros de estudios económicos Fedesarrollo y Anif. El tema no podía ser otro distinto que darle claridad a los datos de productividad que el ente oficial había revelado el martes de esta misma semana y que fueron cuestionados tanto por los empresarios del país, como por dichos centros de pensamiento, a los que las cifras no les terminan de cuadrar.
Unas críticas que pocas veces ha recibido la entidad, caracterizada por su seriedad y rigor en el manejo de las estadísticas e información clave del país, según analistas consultados, quienes no recordaron hechos similares recientes a los sucedidos esta semana, en la que hasta entidades académicas cuestionaron los datos entregados.
El dato de la productividad laboral, junto con la variación en el costo de vida, hace parte de la información sensible que se tiene en cuenta para fijar el incremento salarial del siguiente año, por lo que las cifras reveladas por la funcionaria, productividad total de los factores (1,73 por ciento), productividad laboral por persona (1,76 por ciento), productividad media del trabajo (3,14 por ciento) y productividad laboral por horas trabajadas (3,43 por ciento), de inmediato generaron dudas en algunos sectores dado el desempeño de la economía, por lo que procedieron a solicitar "una revisión técnica", como lo hicieron saber a través de la misiva enviada a las directivas del Dane.
No fue un encuentro fácil, coincidieron algunos de los asistentes, quienes lo calificaron como "una reunión muy tensa, con muy poca apertura por parte del Dane, por lo que persisten las dudas planteadas y hará que no haya acuerdo sobre la cifra".
Desde un comienzo Urdinola ha defendido no solo los datos entregados sino la metodología empleada para sus cálculos que realiza la entidad, dejando claro que no los cambiará.
"Todas las estadísticas que produce el Dane, cumplen con atributos como la independencia técnica y profesional, coherencia, transparencia, exactitud, imparcialidad y pertinencia", dijo la directiva en respuesta a la carta de los gremios, enfatizando que en "la Productividad Total de los Factores (PTF), el Dane ha implementado la misma metodología desde 2021 sin presentar cambios ni variaciones".
Piedad Urdinola, directora del Dane. Foto:DANE
De hecho, previo a dar a conocer la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre, la funcionaria retomó el tema de la productividad y se refirió a la reunión que más temprano el viernes había tenido con representantes de cinco entidades (Anif, Fedesarrollo, Andi, Aliadas, Fenalco) en la que, según dijo, se había tenido una "discusión bastante nutrida", en la que se pudo dar respuesta no solo frente a la metodología acogida por la entidad desde el 2021 sino también sobre las fuentes utilizadas para esa estadística derivada que se usa en cuentas nacionales como muchas otras estadísticas que producen, como sucede en otros países.
Datos preocupantes
Las cifras sobre productividad del Dane no dejan de preocupar al empresariado, pues se trata de un factor que tendrá un impacto en el incremento del salario del 2025 en una economía que apenas comienza a despegar, en medio de grandes nubarrones, como el tema fiscal, y cuando las misma son con corte al tercer trimestre, mientras que las presentadas por Fedesarrollo en esa reunión son en lo corrido del 2024 y son menores, e incluso dejan ver que la productividad para ingresos por debajo de 2 salarios mínimos es negativa (1,2 por ciento).
Mauricio Salazar, director del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, dijo que, precisamente, están revisando esa metodología utilizada por el Dane para dicho cálculo, pues las notas metodológicas que comparten llegan sol hasta la productividad total de los factores; sin embargo, dicen que no se explica "de donde sale la productividad laboral y mucho menos la laboral por horas, medidas que son muy importantes al momento de decidir qué pasará con el salario mínimo, por eso solicitaremos a la entidad que haga una notas mucho más claras para que los demás actores puedan replicar esos números".
Para el experto, se busca que ningún salario de la economía pierda su poder adquisitivo y que se remunere la participación, la productividad, la eficiencia que el trabajo ha tenido, por eso es que la negociación siempre se acompaña de la inflación y de la productividad laboral.
Sin embargo, advierte que una sobreestimación o subir ese dato de productividad más de lo que realmente fue, llevará ese salario mínimo más alto de lo que la economía puede soportar, lo cual tiene efectos sobre una menor formalidad o que muchas más personas que ganen el mínimo que es uno de los patrones que se han visto en los últimos años.
"Hace 10 años el 5 por ciento ganaba el salario mínimo y hoy 11 por ciento devenga ese mínimo. Subir ese salario mucho más de lo que la economía puede soportar tiene efectos en la distribución de salarios, hoy más personas ganan el mínimo y lo que uno quisiera es un mercado móvil y dinámico en el que las personas entren, pero puedan avanzar salarialmente a lo largo de su vida", puntualizó Salazar.
Salario mínimo sugerido
Un reciente análisis de Anif advierte que el salario mínimo en Colombia ha crecido de forma consisten por encima de la inflación y la productividad, influenciado por factores políticos más allá de lo técnico.
"Incrementos superiores a lo dictado por la “regla universal” (inflación más el cambio en la productividad) pueden afectar negativamente a un segmento de trabajadores dentro del mercado laboral. En particular, los trabajadores informales y los menos calificados suelen tener ingresos laborales inferiores al salario mínimo, por lo cual se encuentran excluidos de los resultados de estas discusiones", señala el análisis.
Y recuerda que en 2023, el 54,7 por ciento de los trabajadores percibió ingresos de hasta un salario mínimo, superior a lo observado en años anteriores, lo que evidencia una creciente concentración en niveles salariales bajos. Por eso, para evitar esas distorsiones y efectos negativos el centro de estudios recomienda un incremento del salario mínimo máximo del 6 por ciento para 2025, basado en proyecciones de inflación (5 por ciento) y crecimiento de productividad (0,78 por ciento), con lo que se evitaría seguir ampliando la brecha entre los trabajadores formales y los informales.
Cerca de 11 millones de trabajadores en Colombia devengan un salario mínimo. Foto:Mauricio Moreno
Productividad e inflación
Precisamente, el Dane dio a conocer el viernes anterior el dato de inflación de noviembre el cual se situó en 5,2 por ciento, muy cerca a lo que algunos economistas estiman puede ser la base para fijar el incremento salarial del próximo año.
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, le dijo a EL TIEMPO que el viernes anterior llevaron a la mesa de discusión del salario las estimaciones de crecimiento de la productividad. La primera, la productividad de los ocupados es apenas del 0,9 por ciento, según cálculos de la entidad, la cual luce un poco más consistente con la actividad económica.
Dijo que también llevaron la estimación por hora efectiva de trabajo, que es un poco más alta, de 2,7 por ciento, destacando es la cifra de productividad de todos los ocupados en el país, incluso llevaron una medición que consideran es más relevante y es cuál ha sido el crecimiento de la productividad por hora trabajada en los ocupados que devengan menos de dos salarios mínimos, caso en el cual las estimaciones del centro de estudios arrojó una disminución de la productividad laboral de 1,2 por ciento.
Para el economista es más relevante la productividad de los trabajadores al rededor de un salario mínimo porque justo la discusión se refiere a cuál debe ser el aumento del salario mínimo asociado al aumento de la productividad laboral, que no debería incorporar los aumentos de la productividad laboral de todos los trabajadores del país.
La productividad laboral, la productividad total de los factores son variables que no son directamente observables, requieren estimaciones y modelos y por ende, vale la pena enriquecer la discusión con diferentes modelos, distintas estimaciones
Luis fernando mejíaDirector de Fedesarrollo
Al referirse a la polémica suscitada la semana que termina al rededor de las cifras reveladas por el Dane en materia de productividad y su negativa a revisar esos resultados, Mejía señaló que la entidad tiene toda la autonomía para mantener su cálculo. "Ratifico lo importante y es que en la Mesa de Concertación de Políticas Salariales y Laborales se pueda tener una discusión técnica amplia sobre un hecho puntual y es que no existe un único, cierto y verdadero dato de productividad. Insisto, la productividad laboral, la productividad total de los factores son variables que no son directamente observables, requieren estimaciones y modelos y por ende, vale la pena enriquecer la discusión con diferentes modelos, distintas estimaciones que le permitan a esa Mesa de Concertación tener una información suficiente para adoptar decisiones que tengan una realidad y congruencia con la realidad económica y el funcionamiento del mercado laboral colombiano".