Cuatro ejercicios de neurociencia para mejorar la memoria y prevenir el Alzheimer

Mantener el cerebro activo es crucial para la preservación de la memoria y la prevención de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer. 

Al igual que el cuerpo necesita ejercicio físico para mantenerse en forma, el cerebro requiere constante estimulación para fortalecer sus capacidades cognitivas. La neurociencia identifica varios ejercicios eficaces para mejorar la agilidad mental y retrasar el deterioro cognitivo.

Ejercicio de la memoria visual

Uno de los ejercicios más recomendados para mejorar la memoria a corto plazo es el ejercicio de la memoria visual. Este ejercicio consiste en observar una imagen con varios elementos durante 30 segundos, y luego tratar de recordarlos sin verla. 

Para aumentar la dificultad, se puede incorporar la tarea de identificar detalles específicos como colores, posiciones y formas. 

Además, realizar esta actividad en compañía de amigos o familiares no solo estimula la memoria, sino que también fomenta la sociabilización. Este tipo de ejercicio fortalece tanto la memoria a corto plazo como la atención.

Ejercicio de escritura con la mano no dominante

Otro ejercicio beneficioso es escribir con la mano no dominante. Este ejercicio ayuda a activar nuevas conexiones neuronales y mejora la coordinación entre los hemisferios del cerebro. 

Se recomienda comenzar con palabras simples y, con el tiempo, intentar redactar oraciones completas. Al desafiar al cerebro con actividades fuera de la zona de confort, se logra una mejora significativa en las funciones cognitivas.

Ejercicio de memoria secuencial

El ejercicio de memoria secuencial implica observar una serie de números, palabras o imágenes durante unos segundos y luego intentar recordarlos en el mismo orden. 

Para incrementar la dificultad, se puede aumentar la cantidad de elementos o tratar de recordarlos en orden inverso. Este tipo de ejercicio fortalece la memoria de trabajo y mejora la capacidad de retención, habilidades clave para la memoria a largo plazo.

Ejercicio de cambio de rutina

Modificar las rutinas diarias también tiene un gran impacto en la salud cerebral. Cambiar pequeños hábitos, como tomar un camino diferente para llegar al trabajo, cepillarse los dientes con la mano no dominante o alterar la disposición de los objetos en el hogar, obliga al cerebro a adaptarse. 

Estos cambios estimulan la creación de nuevas conexiones neuronales, favoreciendo la plasticidad cerebral. Realizar estos ajustes diarios puede ser una forma sencilla pero efectiva de mantener el cerebro activo.

Importancia de un estilo de vida saludable

Incorporar estos ejercicios en la rutina diaria, junto con una alimentación equilibrada, ejercicio físico regular y una vida social activa, puede marcar una diferencia significativa en la preservación de la memoria y en la prevención del deterioro cognitivo. 

¿Cuándo acudir a un profesional?

Si bien los olvidos ocasionales, como no recordar dónde se dejaron las llaves o el nombre de una persona, son comunes, hay señales de alerta que pueden indicar la necesidad de consultar a un especialista. 

"La dificultad para recordar eventos recientes, la pérdida de orientación en lugares familiares, los problemas para seguir conversaciones o la incapacidad para realizar tareas cotidianas pueden ser signos de deterioro cognitivo", señalan expertos 

Además, cambios en el estado de ánimo, episodios de confusión o la repetición constante de preguntas también pueden indicar un problema relacionado con el deterioro cognitivo. 

La Nación (Argentina) / GDA. 

Revelarían que el consumo de café a cierta edad provoca 'deterioro cognitivo' 

Más noticias en EL TIEMPO

*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.