Cuándo las apuestas deportivas se pueden convertir en ludopatía, una grave adicción tan peligrosa como la drogadicción

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Existen ciertas actividades en el mundo que para algunas personas se convierten en una obsesión u adicción y una de ellas es el juego.

La adicción al juego o ludopatía es un trastorno en el que el deseo de jugar se vuelve compulsivo, así como las ganas de seguir apostando sin importar las consecuencias.

Algunos ludópatas piensan que por apostar algo que valoran podrían ganar algo de mayor valor, sin embargo, en la mayoría de oportunidades pierden lo que apuestan exponiéndose a consecuencias.

Quienes perciben el juego como una adicción, de acuerdo con la Clínica Mayo, es porque ven estimulado sus sistema de recompensa en el cerebro al igual que como lo hacen las drogas ilícitas o el alcohol.

Algunos de la comportamientos usuales de los ludópatas son las apuestas compulsivas, que lo llevan a perder no solo dinero, sino también propiedades, ahorros y caer en deudas, lo que puede desencadenar comportamientos como el robo y el fraude.

La adicción al juego es una afección grave que puede llevar a destruir vidas, pero nunca es tarde para buscar ayuda con profesionales y, mediante un tratamiento, superar esta adicción.

Síntomas de padecer ludopatía

ludopatía

Existen tratamientos para combatir esta adicción. Foto:iStock

De acuerdo con la Clínica Mayo, la ludopatía puede presentar estos síntomas:

  • Mentir a sus familiares o a otras personas para ocultar la gravedad de la manera en que juega compulsivamente.
  • Poner en riesgo o perder relaciones importantes, un trabajo u oportunidades educativas o laborales debido al juego compulsivo.
  • Pedirle a otras personas que lo saquen de apuros financieros porque perdió su dinero apostando.
  • Estar preocupado por apostar, como planificar actividades con apuestas constantemente, y por cómo obtener más dinero para apostar.
  • Necesidad de apostar cantidades cada vez mayores de dinero para sentir la misma emoción.
  • Intentar controlar, corregir o abandonar las apuestas y no poder hacerlo.
  • Sentirse intranquilo o irritable cuando se intenta dejar las apuestas.
  • Apostar para evadir los problemas o aliviar sentimientos de impotencia, culpa, ansiedad o depresión.
  • Intentar recuperar el dinero perdido apostando más.

¿Cuándo consultar a un profesional?

Aquellos apostadores casuales, consiguen dejar de apostar cuando pierden su dinero, no obstante, las personas que tiene un problema de juego compulsivo sienten la presión de seguir jugando para recuperar lo que perdieron.

Ciertos ludópatas pueden tener algunos periodos en los que no apuestan o apuestas menos, sin embargo, sin un tratamiento estas personas no pueden superar totalmente la adicción al juego.

Por ello, si las personas a su alrededor le han dicho de alguna forma que jugar en demasía se le está convirtiendo en un problema, es hora de acudir a un especialista que le ayude a tratar esta adicción.

LUZ ANGELA DOMÍNGUEZ CORAL

Redacción Alcance Digital

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