El estrés y la fatiga son problemas comunes que afectan a muchas personas debido a factores como jornadas largas de trabajo, estudios intensivos o las exigencias cotidianas de administrar un hogar.
Estos factores provocan cansancio físico y mental, pero hay una solución en la alimentación, específicamente en la correcta ingesta de vitaminas esenciales. Entre las opciones más recomendadas se encuentran la vitamina C y las vitaminas del complejo B.
El papel de la vitamina C y el complejo B en el alivio del cansancio
La vitamina C, ampliamente conocida por sus propiedades antioxidantes, desempeña un papel clave al fortalecer el sistema inmunológico, ayudando a prevenir infecciones y facilitando la respuesta del cuerpo frente a los agentes externos. Según Redoxon México, la vitamina C activa el sistema inmune y lo mantiene preparado para enfrentar los retos cotidianos.
Por otro lado, el complejo B también es crucial para combatir la fatiga. Este complejo incluye diversas vitaminas que impactan varios procesos metabólicos esenciales. Las más destacadas son la B1, B2, B3, B5, B6 y B12, cada una con funciones específicas que contribuyen a la energía y al bienestar general.
La vitamina C y el complejo B son claves para combatir el cansancio y recuperar energía.
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¿Cómo ayudan a reducir el cansancio estas 7 vitaminas?
- Vitamina C: Actúa como un potente estimulante del sistema inmune, ayudando a fortalecer las defensas del cuerpo y previniendo infecciones respiratorias.
- Vitamina B1 (Tiamina): Es esencial para el buen funcionamiento del sistema nervioso y cardiovascular, lo que contribuye a evitar el agotamiento.
- Vitamina B2 (Riboflavina): Promueve la producción de glóbulos rojos y facilita la absorción de minerales como el hierro, que son fundamentales para la oxigenación de los tejidos.
- Vitamina B3 (Niacina): Colabora con la función de los sistemas digestivo y nervioso, además de mantener la salud de la piel.
- Vitamina B5 (Ácido pantoténico): Interviene en la producción de hormonas que regulan el metabolismo y la energía.
- Vitamina B6 (Piridoxina): Fundamental para el cerebro, ya que está involucrada en el metabolismo de aminoácidos y ácidos grasos, esenciales para la función cognitiva.
- Vitamina B12 (Cobalamina): Es una de las más importantes, ya que facilita la conversión de los alimentos en energía aprovechable por el cuerpo.
¿Se siente cansado? Tome nota de estas 6 estrategias para combatir el cansancio desde la alimentación
Las frases como “Me siento cansado”, “no doy más” o “necesito vacaciones ya” se vuelven cada vez más comunes hacia el final del año.
La fatiga acumulada por largas jornadas de trabajo, estrés o un exceso de tareas nos lleva a sentirnos agotados, lo que nos hace más difícil cerrar el año. En este contexto, es fundamental revisar nuestra alimentación para combatir el cansancio y recuperar energía.
El consumo adecuado de agua ayuda a evitar la fatiga, mejorando la función corporal general.
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Estrategias alimenticias para mejorar tus niveles de energía
El cansancio no siempre es producto del agotamiento físico; en muchos casos, lo que comemos puede contribuir significativamente a la fatiga.
Una dieta desequilibrada, junto con otros factores como la falta de sueño o el estrés, pueden hacer que el cuerpo se sienta más débil. Tomarse un tiempo para observar los hábitos alimenticios puede ser clave para reducir estos síntomas.
A continuación, algunas estrategias que pueden ayudar a recuperar energía.
1. Hidratación adecuada
La deshidratación es una de las causas más comunes de cansancio. El cuerpo no puede funcionar de manera óptima sin suficiente agua, lo que disminuye los niveles de energía.
Es importante ajustar la cantidad de líquidos a las condiciones de actividad y clima, especialmente en épocas calurosas. Aparte del agua, se pueden consumir aguas saborizadas de frutas o hierbas, y alimentos con alto contenido de agua como sandía, pepino, apio, naranjas, frutillas y tomates.
2. Priorizar carbohidratos de calidad
Es esencial cuidar la calidad de los carbohidratos que consumimos, optando por aquellos de absorción lenta. Los carbohidratos complejos proporcionan una liberación constante de energía, lo que evita los altibajos de azúcar en sangre que generan fatiga.
Se recomienda reducir el consumo de alimentos con azúcares refinados, como gaseosas, golosinas o productos de panadería procesados. En su lugar, optar por opciones más saludables como pasta integral, arroz integral, quinoa, avena y legumbres.
El consumo de carbohidratos complejos, como el arroz integral, asegura energía duradera.
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3. Grasas buenas para el cerebro
Los ácidos grasos omega-3 son fundamentales para el funcionamiento cerebral, ya que mejoran la concentración y el rendimiento mental. Además, son conocidos por sus propiedades antiinflamatorias. Pescados grasos como el salmón y la sardina, palta, aceite de oliva virgen extra, aceitunas, nueces y semillas de chía son excelentes fuentes.
Consumir pescado al menos dos veces por semana y agregar nueces o semillas de chía a tus comidas puede marcar una diferencia significativa en los niveles de energía.
4. Incorporar proteínas todos los días
Las proteínas son esenciales para la regulación de la energía y la recuperación muscular. Ayudan a estabilizar los niveles de azúcar en sangre, influyen en neurotransmisores clave como la serotonina y la dopamina, y mantienen el equilibrio de líquidos y electrolitos en el cuerpo.
Es importante consumir proteínas a lo largo del día en cada comida. Las fuentes recomendadas incluyen carnes magras, pescado, huevos, legumbres y productos lácteos.
La proteína es crucial para mantener niveles de energía estables a lo largo del día.
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5. Asegurar minerales esenciales
El magnesio, el hierro y los antioxidantes juegan un papel crucial en la prevención del cansancio. El magnesio es necesario para la relajación muscular y la función nerviosa, y su deficiencia puede llevar a calambres y fatiga. Alimentos como almendras, espinacas, semillas de calabaza y plátanos son ricos en magnesio.
El hierro es igualmente importante, ya que transporta oxígeno a las células. La deficiencia de hierro puede llevar a la anemia, lo que provoca cansancio constante. El hierro se encuentra en carnes, espinacas, lentejas y frutos secos, y es mejor absorbido cuando se consume junto con vitamina C. Los antioxidantes, presentes en frutas y verduras de colores vibrantes, ayudan a proteger el cuerpo contra el daño celular, contribuyendo a la reducción de la fatiga.
6. Vitaminas anticansancio
Las vitaminas del complejo B son esenciales para convertir los alimentos en energía y son fundamentales para el funcionamiento cerebral. La falta de estas vitaminas puede provocar cansancio y debilidad.
En particular, la vitamina B1 (tiamina) influye en la concentración y la memoria, y se encuentra en cereales integrales, nueces y carnes. La vitamina B6 (piridoxina) es importante para la síntesis de serotonina y el envío de señales entre el cerebro y los músculos. Se encuentra en cereales integrales, legumbres y nueces.
Vitamina D: ¿Por qué es muy importante y cómo reconocer su déficit? | El Tiempo
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de FutbolRed, y contó con la revisión de un periodista y un editor.