Kensaku Nishihara viste una camiseta, en la que en inglés se lee salvar el planeta. No es para menos que este japonés sienta fascinación y respeto por el medioambiente. Vive en medio de la naturaleza por los ríos Naka y Edo. Su ciudad, Misato, pertenece a la prefactura de Saitama, en la isla de Honshu, la más grande y poblada del país asiático.
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Desde allí viajó durante más de 24 horas para recorrer los 14 mil kilómetros para llegar a Cali, la ciudad de la COP16, que finalizará el próximo primero de noviembre y que alberga a delegaciones de 196 países.
Explica que la Conferencia de las Partes o COP, en su edición número 16, fue la razón por la que se subió a ese avión para viajar durante más de día y medio, con la meta de arribar a la llamada ‘Sucursal del Cielo’. “Nunca había venido. La ciudad se ve bien. Me gusta la comida y, sobre todo, la gente. Los caleños son muy amables”, dice mostrando una amplia sonrisa.
A este defensor del medioambiente le gusta caminar y sabe que aunque no conoce la ciudad no se pierde para llegar a la Zona Verde de la cumbre. Resalta que los caleños saben orientarlo. El extranjero está maravillado por la cercanía del río Cali que bordea la Zona Verde hasta llegar al Bulevar del Río, el conector entre el norte y el centro de la capital vallecaucana.
Europeo ama bailar salsa y llegó a la capital de este género
Llegó hace dos semanas, desde Londres, donde trabaja como periodista, investigador y consultor en temas de recursos naturales. Es el inglés Richard Kent, quien estuvo en Cali hace 14 años. Cuenta que en esa época tenía 22 años cuando el inglés de ojos y cabellos claros estuvo en la capital vallecaucana. “Cali cambió mi vida, pasé los mejores momentos”, afirma Richard. Lo hace con tono de nostalgia al decir: “Me puse a bailar salsa y ahora que regresé volví a las mismas escuelas”, dice.
En este retorno vinieron los recuerdos del barrio que lo acogió hace una década en el tradicional barrio San Antonio, uno de los más antiguos y, en la actualidad, más culturales de Cali. Richard no olvida caminar las calles en esa colina hacia arriba, donde se encuentra la histórica capilla.
“Cali ha crecido. Esto ha mejorado muchísimo por el Bulevar. Es interesante ese crecimiento.Antes no se podía caminar por acá. Pero recalca que hacen falta corredores para bicicletas, por lo que en movilidad, esta capital todavía no está como la ciudadanía quisiera.
También resalta que antes, “no era posible encontrar fácil la comida del Valle y del Pacífico. Ahora, hay más sitios de gastronomía; ha vuelto la moda del viche y hay restaurantes típicos".
El periodista, radicado en Londres, también resalta otro cambio en su visita a Cali. Se refiere a las esculturas con forma de gatas en el Bulevar del Río. “Estos gatos (las gatas novias del Gato de Tejada, del maestro Hernando Tejada, en el oeste. Los gatos estaban al otro lado del río Cali . Migraron hacia acá (en el Bulevar). Esta zona está más desarrollada.
Entre tanto, la indígena Valeria Pakarati recorre la Zona Verde (Bulevar del Río) y la Zona Azul (Centro de Eventos Valle del Pacífico) en la COP16, llevando en su cabeza una corona de flores.
Valeria arribó a Cali hace una semana, proveniente de una de las islas más alejadas del planeta: Pascua o Rapanui, bajo las leyes de Chile, “Cuatro mil kilómetros es lo más cerca que tenemos. No producimos basura, pero nos llega del mundo por las corrientes marinas”, añade la indígena Rapanui.
La meta se desbordó
La expectativa en el sector del turismo se cumplió. Cali superó los 12.000 visitantes que se esperaban por la COP16. Las cifras oscilan entre 15.000 y más de 18.000 personas que coparon completamente los hoteles en la ciudad, así como algunos moteles, entre ellos, Deseos.
El alcalde de Cali, Alejandro Eder, está complacido con este panorama, teniendo en cuenta que solo en la Zona Verde, donde están el paseo Bolívar, el Bulevar del Rio, el puente Ortiz y el parque Las Piedras, junto al Centro Administrativo Municipal (CAM), han circulado unas 150.000 personas.
La asistencia se desbordó solo en esta zona de participación ciudadana, con agenda académica o de conferencias diarias, así como con actividades de la ‘Franja Multicolor’, promoviendo la inclusión social o actividades culturales. "Cali está representando a todo Colombia. Estamos orgullosos”, dijo Eder.
CAROLINA BOHÓRQUEZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Cali