Una investigación científica japonesa realizada con inteligencia artificial (IA) ha permitido descubrir 303 nuevos geoglifos en el desierto de Nasca, en Perú, en un periodo de seis meses.
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Este hallazgo casi duplica el número total de estas antiguas líneas, las cuales tienen más de 2.000 años de antigüedad, según informaron los autores del estudio.
El arqueólogo Masato Sakai, de la Universidad de Yamagata, destacó que el uso de la IA en esta investigación facilitó un mapeo más rápido y preciso de la distribución de los geoglifos.
Durante una conferencia de prensa en la embajada de Japón en Lima, Sakai explicó que este avance se logró gracias a una colaboración entre el Instituto Nasca de la Universidad de Yamagata y IBM Research.
Sakai también señaló que el método tradicional de identificación visual de geoglifos a partir de imágenes de alta resolución era más lento y presentaba el riesgo de omitir algunos de ellos. Por ello, avaló el uso de la inteligencia artificial como una herramienta efectiva en este tipo de investigaciones arqueológicas.
Científicos de la Universidad de Yamagata de Japón descubrieron 303 nuevos geoglifos en un trabajo de campo de seis meses en la Pampa de Nasca, donde se encuentran los geoglifos de las Líneas de Nasca con la ayuda de la IA que aceleró el trabajo de los especialistas en el campo. pic.twitter.com/yG1u1Rf1UK
— Genry Bautista (@genrybl) September 25, 2024La investigación, aceptada por la comunidad científica, fue publicada este lunes en las 'Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS)', la revista de la National Academy of Sciences de Estados Unidos. El estudio destaca que el uso de la inteligencia artificial permitió identificar 303 nuevos geoglifos en un trabajo de campo que duró seis meses.
El artículo señala que entre las figuras descubiertas se encuentran “geoglifos gigantes de tipo lineal” que representan principalmente animales silvestres. Además, se identificaron geoglifos “pequeños” en relieve con motivos relacionados a la actividad humana, incluyendo representaciones de humanos y camélidos domesticados.
Para llegar a estos descubrimientos, los investigadores analizaron una gran cantidad de datos de imágenes geoespaciales obtenidas desde aviones. Estas imágenes permitieron identificar áreas prioritarias de posibles geoglifos, que luego fueron objeto de estudios de campo.
El artículo de la PNAS destaca que el uso de la inteligencia artificial de IBM permitió un aumento de 16 veces en la tasa de descubrimientos de geoglifos en comparación con métodos anteriores. Esto demuestra cómo la tecnología acelera los hallazgos en áreas como la arqueología, según lo expuesto en la investigación.
Antes de este avance, el descubrimiento de los 430 geoglifos conocidos de Nasca tomó casi un siglo. Las famosas Líneas de Nasca, reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, tienen aproximadamente 2.000 años y forman figuras geométricas y animales que solo pueden ser apreciadas desde el cielo.
El significado exacto de estos geoglifos sigue siendo un misterio. Algunas teorías sugieren que podrían haber sido un observatorio astronómico, mientras que otras los consideran un calendario. Estas formaciones están ubicadas en el desierto, a unos 400 kilómetros al sur de Lima, y los primeros geoglifos fueron descubiertos en 1927.
La civilización Nasca, que habitó esta región, ocupó la zona desde el año 200 hasta el 700 de la era cristiana, creando estas impresionantes y enigmáticas figuras en el desierto.
AFP.
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*Este contenido fue hecho con la asistencia de la inteligencia artificial, basado en información de AFP (GDA). Contó con la revisión del periodista y un editor.