Una decisión de la Supersociedades bloqueó a los administradores de Grupo Sura y de Grupo Argos para tomar decisiones en la Asamblea de Nutresa que elegirá a una nueva junta directiva el próximo 11 de abril.
La petición de Jaime Gilinski, su accionista mayoritario, se dio este lunes cuando no quedó satisfecho con la decisión de la asamblea de prorrogar el mandato de la junta directiva actual, en la que su gente tiene participación, por un año más. Y le cayó de perlas la decisión que tomó el mismo día el delegado para procedimientos mercantiles de la Supersociedades, Carlos Gerardo Mantilla, quien lo cobijó con una medida cautelar en respuesta a un recurso que interpuso Gilinski a través de una de sus firmas panameñas el pasado 3 de marzo.
Le puede interesar: Gilinski quedaría con control en Nutresa, tras decisión de la Supersociedades
La Supersociedades advirtió que únicamente decretará la medida cautelar para que los representantes legales “se abstengan de votar en nombre y representación de tales sociedades en reuniones de la asamblea general de accionistas de Grupo Nutresa S.A., sobre asuntos relacionados con la elección de la junta directiva de la referida compañía,” dicta el documento en el que se informó la decisión.
Se supone que la decisión de Mantilla se da para evitar los conflictos de interés que pueden surgir al interior del enroque paisa, denominado por la prensa como Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), pero lo que más dudas genera en estas empresas es si Gilinski, quien tiene participaciones importantes tanto en Sura como en Nutresa, también tendría el mismo conflicto de interés particular, máxime cuando ha lanzado siete ofertas públicas de adquisición (OPA) por los conglomerados Sura, Nutresa y Argos. De manera que si Argos y Sura no pueden votar pues tampoco podría hacerlo Gilinski.
Sura aseguró anoche en un comunicado que junto a sus representantes legales y sus asesores externos “tienen la convicción de que no se configura ninguno de los supuestos conflictos ni existe circunstancia que justifique la medida cautelar solicitada”.
Aunque aclaró que no ha sido notificada acerca de que dicha medida cautelar se hubiera emitido.
Lea aquí: La polémica por funcionario relacionado con apoderados de Gilinski que tomó medidas contra Sura
Salidas que les quedan a los paisas
Ahora, la solución que se está estudiando en Sura y Argos es llamar a asambleas extraordinarias de accionistas que faculten a los administradores para participar de las decisiones que se tomen en la Asamblea de Nutresa. Por el lado de Argos, la decisión parece sencilla, pues los Gilinski no tienen participación, luego de que la única OPA lanzada por el conglomerado de infraestructura fue declarada desierta el año pasado.
En Sura es donde habría una mayor puja, pues Gilinski es propietario del 38,03% de ese grupo a través de JGDB Holding, de otro 0,38% a través de Nugil y se podría especular que contaría con el aval de su socio árabe IHC Capital que es dueño de otro 0,66%, con lo que acumularían una participación del 39,07%, según los datos disponibles en la Superintendencia Financiera de Colombia a diciembre de 2022.
Para saber más: Asamblea de Nutresa aprobó cambiar estatutos y mantener su junta directiva hasta 2024
También quedan recursos judiciales. Seguramente no será Gilinski el único que empapele los estrados judiciales con sus reclamos. Ya las empresas del denominado GEA han llevado también sus discusiones a ese entorno.
De momento, Grupo Sura recusó al juez Mantilla, de Supersociedades, asegurando que debía declararse impedido en esta decisión, pues el año pasado tomó decisiones sobre este mismo tema.
Sin embargo, lo que le complica la situación a Gilinski es que sin Argos y Sura en la Asamblea no lograría la mayoría que exigen los estatutos para elegir junta directiva de Nutresa, entonces no está claro cómo piensa lograr su cometido, pues el resto de las acciones están en manos de familias y empresarios con gran afinidad con el enroque paisa.
Recusan al juez por falta de ética
El novelón de la toma hostil de los Gilinski por las empresas paisas ha pasado de la Bolsa de Valores, donde se vendieron y compraron las acciones, a la justicia en varias oportunidades.
Ha llamado la atención que las decisiones de la supersociedades se resuelven de manera veloz y terminan siendo útiles para la estrategia de Gilinski. Ya el periodista Daniel Coronell había revelado la maratón del también juez José Nicolás Mora para tomar una decisión que favorecía a Gilinski en noviembre pasado.
Pero lo preocupante no fue solo la celeridad del juez, sino que su esposa trabajara para una firma de abogados que apodera a los Gilinski. De ahí que el expresidente de la Corte Suprema de Justicia Ricardo Calvete Rangel, en representación de Nutresa, radicó una denuncia en la Fiscalía contra el funcionario, expediente que se tramita en el Tribunal Superior de Bogotá.
Lea aquí: Grupo Gilinski demandó a Sura y Nutresa
Ahora se produce una situación parecida. Este otro juez de la superintendencia Mantilla, quien decidió que Sura y Argos no deben tener voz y voto en la Asamblea de accionistas de Nutresa, pese a ostentar el 35,56% y el 9,88% de la compañía, respectivamente, es el mismo que a finales de agosto del año pasado ofició a la Superfinanciera para que aclarara si las tres empresas paisas son un grupo empresarial que obedece a la misma estructura de control. En dicho documento se lee: “Solicitamos se adelante una indagación sobre el particular, en concreto, se examine el funcionamiento de los máximos órganos sociales, a efectos de establecer algún tipo de control individual o conjunto”.
Para esa época, Carlos Gerardo Mantilla era el superintendente delegado de Supervisión Societaria, y hace un mes se convirtió en superintendente delegado de Procedimientos Mercantiles, que es la delegatura desde la que se conocen las demandas entre accionistas, posición desde la cual tomó la última decisión.
Una fuente de adentro de las enroque paisa dijo que “el juez tenía que haberse declarado impedido pues ya tenía un preconcepto del tema que iba a tratar: en su mente el GEA funciona como un conglomerado de algún modo ilegal, que ha actuado de manera soterrada y al escondido de las autoridades, y en esa suposición se basó para tomar la decisión. Cada que un expediente de la disputa entre Gilinski y el GEA llegue a sus manos se tendría que declarar impedido o siempre tomará las decisiones en ese mismo sentido”.
Y esa es la postura que Sura llevó para sostener su recusación. Lo que no se sabe es si la respuesta a su recurso llegará a tiempo para la Asamblea del 31 de marzo, o si Sura se verá obligada a convocar a la asamblea extraordinaria y allí dar la pelea frente a frente con Gilinski.
¿A quién le juega la Supersociedades?
La rápida respuesta de la Supersociedades a las múltiples solicitudes de Gilinski levantan suspicacias. Y en todo parece haber un nombre en común: María Ximena Lombana, la ministra de Comercio Industria y Turismo durante la última parte de la administración de Iván Duque, a la que Gilinski trajo como su representante en las juntas directivas.
Lea más: Nutresa denuncia a la Supersociedades por el reparto de una demanda de Gilinski
Lombana nombró a Billy Escobar como superintendente de Sociedades, y sigue siéndolo. También llevó a Jorge Cabrera como asesor en el Viceministerio Empresarial, y luego lo envió a la Supersociedades, donde era el jefe de José Nicolás Mora, el delegado que tomó la decisión en una noche de avalar a la junta de Sura con solo tres miembros de siete.
Todo esto es importante porque Lombana, como ministra, llevó a Gilinski hasta Emiratos Árabes a reunirse con los de IHC Capital Holding, quienes apalancaron financieramente toda esta arremetida empresarial.
Lo que cambiaría si Gilinski tiene el control
Al fin de cuentas, tras las decisiones de las últimas horas, lo que está en juego es si Gilinski toma o no el control de Nutresa, lo cual implicaría que se desconozcan los derechos de Sura y Argos sobre este grupo.
”De ninguna manera se puede desconocer la importante participación que tienen tanto Sura como Argos en Nutresa. No puede ser que las decisiones se tomen únicamente por el dueño de apenas el 38% y un puñado de minoritarios que no podrían hacerle contrapeso”, dijo otra fuente cercana a todo este proceso.
En ese sentido el comunicado del conglomerado financiero es claro: “Grupo SURA rechaza que se pretenda con una estrategia litigiosa bloquear un derecho esencial como es su derecho al voto en una de sus inversiones estratégicas, un derecho que ha ejercido con total responsabilidad y transparencia por más de 40 años en función del interés general de la Compañía y del ciento por ciento de sus accionistas, lo que incluye fondos de pensiones donde tiene su ahorro millones de trabajadores colombianos”.
Y es que una de las ventajas que presentaba la propuesta paisa de enrocar la propiedad de las compañías era que no hubiera un dueño absoluto de ninguna, que las decisiones se tomaran en el marco de la pluralidad y la diversidad, en la que tenían participación tanto las mismas empresas como los fondos de inversión colectiva y pensionales y algunas familias de la región. Con la llegada de Gilinski esta idea se ha ido desmoronando, los fondos han ido saliendo de los conglomerados seducidos por las OPA, en un afán de darle un mejor rendimiento a sus clientes. De hecho, según el reporte de la Superfinanciera, Colfondos, Skandia, Protección y Porvenir ya no ostentan propiedad en Sura ni Nutresa, luego de tener allí posiciones relevantes.
Gilinski ha dicho a través de sus cuadernillos de oferta que quiere que cada empresa se dedique a los suyo, por lo que podría suponerse que si logra mayoría en la junta directiva desinvertirá en las demás empresas, mejor dicho el conglomerado de alimentos se dedicaría solo a ese target.
Pero hay quienes creen que en realidad la entrada a una de las empresas le da a Gilinski el control para el resto así: si Gilinski se queda con el control de Nutresa y escoge a un nuevo administrador en reemplazo de Carlos Ignacio Gallego, cuya gestión ha celebrado pero ya empieza a serle incómodo, esta persona tendría representación por las acciones de Nutresa en Sura (13,29%), que sumadas a las de la familia Gilinski (que junto al árabe acumula el 39,07%), obtendría el 52,36% de Sura, que a su vez es el dueño de Bancolombia, el bien más preciado del GEA.
Así mismo, sin tener acciones en Argos, se haría con el control del conglomerado de infraestructura, con el 47,3% que tienen allí Sura y Nutresa, con la participación importante de los fondos de pensiones allí no parece haber una oposición fuerte.
Por eso, tanto Sura como Argos buscan opciones para hacerle el quite a este nuevo envión que podría darle el GEA completo a Gilinski, y el banquero sabría que valió la pena esperar todos los años que lleva planeando su estrategia.
Entérese: Así ha sido la ‘otra’ estrategia de los Gilinski para tomarse el GEA