Hace siete años, un hombre, identificado como Li, decidió invertir su dinero en una casa reformada y con detalles medievales que se encontraba en un pueblo costero en la provincia de Jiangsu, China.
Motivado por la ubicación estratégica de la residencia y lo tranquila que parecía ser la vida en este lugar, el ciudadano chino no dudó mucho en pagar los 889 millones de yuanes (más de 500 mil millones de pesos colombianos).
A partir de ese momento, Li y su familia se mudaron a la nueva vivienda, donde han compartido muchos momentos juntos, sin imaginar que estaba siendo invadida por una persona extraña desde hace algún tiempo.
Sin embargo, durante un día de limpieza, el hombre y algunos familiares se percataron de que detrás de una de las escaleras de la estructura, había una extraña pared, por lo que uno de ellos se acercó curioso, revelando una puerta oculta que no sabía que existía.
La dueña anterior visitaba frecuentemente el sótano. Foto:iStock
De acuerdo con lo relatado por Li a los medios locales, la entrada conectaba con un sótano secreto, al que jamás había ingresado, pero que tampoco parecía estar abandonado, ya que contaba con muebles lujosos, una barra americana, buena iluminación y un sistema de ventilación.
A pesar de esto, la verdadera sorpresa para la familia fue descubrir que la señora Zhang, conocida como la anterior dueña de la vivienda, era la persona que entraba sin permiso a las instalaciones sin preocuparse por invadir la propiedad.
El hombre que compró la casa hace siete años, interpeló a la mujer por sus actos. En respuesta, ella le manifestó que no usaba el sótano de manera frecuente, que, por el contrario, lo hacía de manera ocasional durante sus ratos libres.
Disgustado por la situación, Li acudió a las autoridades para demandar a Zhang por engañarlo y ocultarle la existencia de esta habitación deliberadamente. Sumado a esto, la acusó por acceder de manera ilegal a su residencia por tanto tiempo.
Al enterarse del proceso legal, la mujer contestó la demanda argumentando que cuando concretó el negocio con el hombre y su familia, ella solo accedió a vender la vivienda, pero que en ningún momento incluyó el sótano en el contrato, por lo que aseguró que esta parte de la casa le pertenecía.
Tras las declaraciones de ambas partes, un tribunal chino falló a favor de Li, debido a que el juez consideró que, si bien la habitación secreta no aparece dentro del acuerdo de compra, hace parte de la estructura del lugar que adquirió el hombre.
En ese sentido, el portal de Voco Noticias en China confirmó que Zhang debe pagarle una indemnización al hombre por violar el principio fundamental de buena fe durante el proceso de venta.
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STEPHANY GUZMÁN AYALA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL