Como tener a King Crimson en Bogotá: la visita de Beat y su rock progresivo

hace 2 semanas 26

El rock es una familia muy amplia. Va del punk más desorbitado al instrumental más elaborado; de lo político a lo irreverente, de lo pop a lo experimental. En el hemisferio más estructurado, perfeccionista, milimétrico y, a la vez, artístico y conceptual del género, se ubica el rock progresivo, con bandas como Rush, Emerson Lake and Palmer, Genesis, Yes y, sin lugar a dudas, King Crimson, que suele ser considerada como una de esas bandas a las que los demás músicos querían ver.

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El próximo 30 de abril, Bogotá tendrá a una gran parte de esa agrupación en vivo: se trata de Beat, un ensamble que interpreta tres álbumes de King Crimson de los años 80. La conforman Adrian Belew en guitarra y voz y el bajista Tony Levin, ambos originales de King Crimson, además de los invitados Steve Vai (célebre guitarrista en solitario) y el baterista Danny Carey, de Tool.

Belew resulta ser una bisagra de la historia del rock que tanto idolatramos los fanáticos: entre 1977 y 1982 fue guitarrista en giras de conciertos de Frank Zappa, David Bowie y Talking Heads. Todo esto, mientras en paralelo se unía a Robert Fripp en King Crimson, donde permaneció de 1981 a 2013, siendo el miembro más duradero de sus integrantes, compositor de gran parte de su catálogo y uno de los guitarristas ‘desconocidos’ de mayor reputación mundial.

Levin, por su parte, es uno de los bajistas top del planeta. Ambos hablaron con EL TIEMPO acerca de lo que traen a Bogotá y de esa historia asombrosa, que se concentrará en tres álbumes: Discipline (1981), Beat (1982) y Three of a Perfect Pair (1984). Todo, bajo autorización de Fripp.

Habiendo dedicado 33 años de trabajo a King Crimson, creo que esa época, la de los años 80, fue quizá la mejor. Creo que eso se debe a que cuatro músicos se unieron, descubriendo algo completamente nuevo que nadie más había hecho jamás –explica Belew–. Ciertamente, no estaba destinado a ser como la banda antes (con discos fundacionales como 'The Court of the Crimson King o Larks’ Tongues in Aspic, de los años 70); era un sonido nuevo que nadie había tenido antes y no creo que nadie haya tenido desde entonces ¿Sabes? Creo que ese período fue muy fructífero”.

Esa época, la de los años 80, fue quizá la mejor. Creo que eso se debe a que cuatro músicos se unieron, descubriendo algo completamente nuevo que nadie más había hecho jamás.

Adrian BelewLíder de la banda Beat

El nivel estético de esos tres trabajos es una prueba de que el rock progresivo, tan arraigado a los años 70, pero un tanto incómodo en los duros años 80 (que fueron tan del heavy metal y el new wave), se mantuvo a flote y empezó a crear el culto que sobrevive décadas después. En Discipline, por ejemplo, había una cuota de experimentalidad cuando las guitarras de Fripp y Belew parecían ir a destiempo –quizá una “indisciplina”– para demostrar, finalmente, que era una estructura intrincada hecha por dos virtuosos.

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Discipline “fue una idea musical, un concepto para usar dos guitarras diferentes de esta manera. Siempre sentí que Robert Fripp y yo éramos caras opuestas de la misma moneda. Teníamos un punto medio donde éramos similares, pero por lo demás él hacía un tipo de cosas y yo hacía otro tipo. Desde el principio, por supuesto, teníamos las partes de guitarra entrelazadas como en las canciones One, Frame by Frame o Three of a Perfect Pair, donde tienes guitarras limpias que tocan al unísono, pero luego se separan y se vuelve imposible saber qué está pasando. Creo que la otra parte era cuando querías orquestar una canción; Robert seguía su camino y tenía sonidos e ideas y cosas que quería agregar, y yo era lo opuesto”.

Así se ve Beat en vivo, este fue uno de sus conciertos de la gira.

Así se ve Beat en vivo. Foto:YoutubE

Cada músico es un ‘show’

Tony Levin es un maestro en su arte. Especializado en el bajo tipo stick, verlo tocar es un espectáculo. Durante su carrera, también fue integrante de la banda de Frank Zappa, tocó en la gira del jazzista Buddy Rich, fue bajista de la banda de Peter Gabriel y también se embarcó en proyectos experimentales como Liquid Tension Experiment y Bozzio Levin Stevens. Es decir, viaja del jazz al rock más duro sin inconvenientes.

Por eso, de entrada, no le gustan las etiquetas: “No tengo el tiempo ni la inclinación para ver la historia del rock progresivo. Así que es gracioso porque estoy ahí afuera tocando rock progresivo todo el tiempo y veo que la audiencia es grande o no tan grande. Pensarías que haría los cálculos y descubriría el significado detrás de eso, pero de hecho, soy un tipo que simplemente está inmerso en la música en sí”.

El proceso de crear Beat duró varios años y no fue fácil, recuerda Levin: “Idealmente, esperábamos, cuando tuvimos la idea de la banda, que tendríamos la música de King Crimson y estos grandes músicos, pero también tendríamos algo especial que sería único en el espectáculo. De hecho, ahora hemos hecho 64 conciertos. Creo que el público que viene, les he oído decir que está muy impresionado con la musicalidad y, como dijiste, el espectáculo es más que solo tocar un álbum. Pero también siempre comentan lo bien que se lo pasan, no pueden evitar ver lo bien que nos lo pasamos los músicos en el escenario (…) No la llamábamos King Crimson al principio, era Discipline, pero no sé si somos tan disciplinados, fue Robert quien nos puso el nombre Beat”.

Siempre comentan lo bien que se lo pasan, no pueden evitar ver lo bien que nos lo pasamos los músicos en el escenario.

Tony LevinBajista de Beat

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La dupla Belew-Fripp

Le precede a Fripp una fama de líder complicado. Suele pensarse que King Crimson eran él y quien estuviera de turno, por uno o dos años. Excepto Belew.

“Cuando él (Fripp) hacía un solo, por supuesto, se ponía tan salvaje como cualquiera. A veces era difícil, pero debo decir que Robert siempre me dio mucha libertad, especialmente como escritor, así que si tenía algo que quería hacer que sirviera a la canción, él siempre estaba contento con eso”, recuerda Belew: “La parte más difícil para mí al principio fue que Robert ya había establecido para sí mismo el estilo de punteo muy preciso y ya lo estaba haciendo. Cuando me uní a la banda, yo no tocaba nada parecido. No era mi estilo en absoluto. Así que tuve que tomar unas seis semanas de ensayo diario con Robert, durante cinco horas al día, para acostumbrarme a poder hacer esas cosas; en otras palabras, para poder ser el compañero del estilo de Robert con el que él quería tocar. Después de eso, sin embargo, pude volver a ser quien soy y tocar y tocar mis cosas locas y, aún así, poder hacer lo que Robert necesitaba”.

Cuando me uní a la banda, yo no tocaba nada parecido. No era mi estilo en absoluto. Así que tuve que tomar unas seis semanas de ensayo diario con Robert, durante cinco horas al día, para acostumbrarme a poder hacer esas cosas

Adrian BelewGuitarrista y voz líder de Beat

Pero Belew es también espectáculo: le gusta la excentricidad y la lleva al escenario. De sus actuaciones con Talking Heads se dice que está entre los mejores guitarristas del planeta.

“Creo que la música debe tener algo que sea una energía positiva. Y entonces, cuando estoy en el escenario, bailo y me divierto. Es real. Simplemente tengo la alegría de la música dentro de mí”.

El legado de Zappa

Esa capacidad de activar el escenario es una posible herencia de su paso por la banda de Frank Zappa, quien, además de rockero, era un comediante sin límites: “Bueno, fue la primera vez en mi vida que alguien me dio alguna instrucción sobre algo. Hasta ese momento, fui completamente autodidacta. Aprendí mirando a otras personas, escuchando discos y descubriendo lo que estaban haciendo. Así que, cuando estuve con Frank, de repente tuve un mentor de verdad. Siento que me enseñó tanto en un año que fue como ir a la universidad, ¿sabes? Me gradué de la escuela de Zappa. Podía impartir tanta información a diario, simplemente hablando contigo de cualquier cosa”.

El otro momento clave es su cruce con David Bowie: “Él y yo nos hicimos muy buenos amigos. Pasamos mucho tiempo juntos. La razón es que teníamos un escenario de 12 millones de dólares dondequiera que íbamos; montar ese escenario tardaba dos días, así que llegábamos, digamos, a España, y teníamos dos días libres y tocábamos al tercer día, y eso sucedió en todo el mundo. Teníamos mucho tiempo libre juntos: íbamos a museos, a cenar y simplemente pasábamos el rato en lugares discretos que él conocía. En ese momento, llegué a ver al verdadero David Bowie, una persona maravillosa con un gran sentido del humor y una enorme curiosidad por todo. Cuando se interesaba en algo, era el tipo de persona que simplemente trataba de saber todo al respecto. Leía todos los libros y era una especie de experto en todo lo que hablaba –rememora Belew–. Cuando estás en la banda de una superestrella, estás en jets privados de primera clase y todo eso. Es un estilo de vida muy diferente”.

Llegué a ver al verdadero David Bowie, una persona maravillosa con un gran sentido del humor y una enorme curiosidad por todo. Cuando se interesaba en algo, era el tipo de persona que simplemente trataba de saber todo al respecto.

Adrian BelewLíder de la banda Beat

Durante los últimos años, y luego de giras del catálogo establecido de la banda, Robert Fripp se dedicó a su vida hogareña junto a su esposa, Toyah Willcox, con quien tiene un excéntrico proyecto en redes sociales en el que experimentan con sonidos y a veces desbordan la imagen del ícono del rock. Pero ello no ha dañado el legado de King Crimson.

Del concierto de Beat en el teatro Royal Center, en Bogotá, Adrian Belew adelanta que tomará una hora y 45 minutos y que será todo material de los tres álbumes de King Crimson mencionados.

Dónde y cuándo

Teatro Royal Center, 30 de abril. Boletas disponibles en Eventrid.com.co desde 300.000 hasta 380.000 pesos, además de la opción 'meet & greet' (tomarse fotos con la banda), a un millón de pesos.

CARLOS SOLANO 

EL TIEMPO 

@laresonancia

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