A la espera de la asunción del presidente entrante Donald Trump, quien prometió realizar la "deportación masiva más grande de la historia" en Estados Unidos, la ciudad de Los Ángeles, estado de California, aprobó a principios del mes pasado una ordenanza que declara la ciudad santuario, en tanto diferentes organizaciones de apoyo a migrantes están enseñando a los ciudadanos extranjeros sobre sus derechos a modo de preparación.
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En el estado más poblado del país, la ciudad de Los Ángeles se caracteriza por ser una de las que más ciudadanos extranjeros posee en su territorio, con estimaciones actuales de 1'300.000 de residentes inmigrantes, según informó el medio CBS News. De cara a la asunción de Trump, el temor por una posible deportación se puede respirar en las calles de la ciudad, pero los grupos de apoyo a migrantes no se quedan de brazos cruzados.
En las últimas semanas, la Coalición para los Derechos Humanos de los Inmigrantes, conocida también como CHIRLA, comenzó a impartir clases a los inmigrantes para enseñarles sus derechos en caso de que sean confrontados por funcionarios locales.
En esa línea, a principios del mes de noviembre, el Ayuntamiento de Los Ángeles aprobó por 13 a 0 una ordenanza que declara la ciudad santuario. "No podemos utilizar a ningún miembro de nuestro personal para hacer cumplir la ley federal de inmigración. No vamos a hacer lo que los departamentos y agencias federales de inmigración nos ordenen ni vamos a trabajar para separar familias", declaró al respecto el miembro del Concejo Municipal de Los Ángeles, Eunisses Hernández, quien impulsó la medida.
De esta manera, la ciudad reafirma su condición en uno de los estados declarados como santuario, ya que California adoptó el estatus en el año 2018. De acuerdo al Centro de Estudios de Inmigración, existen más de 600 jurisdicciones santuario en todo el país.
La reacción de Trump al desafío de Los Ángeles
A pesar de las acciones que tomaron las autoridades de la ciudad de Los Ángeles para hacerle frente a las nuevas políticas del gobierno entrante, el equipo de Trump le restó importancia a la votación y envió un mensaje para todos los gobernadores que se opongan al plan de deportación masiva.
En la última semana de noviembre, Tom Homan, designado como "zar de la frontera" por Trump para su próximo mandato, advirtió sobre las consecuencias ante la resistencia a la deportación. "Estoy enviando un mensaje a las personas que dicen que van a interponerse en nuestro camino. Nos van a impedir hacer lo que estamos haciendo: una operación de control interno. Lo he dicho 100 veces en la última semana: no crucen esa línea... no nos pongan a prueba", expresó Homan.