Cada vez que alguien entra en un baño público, la preocupación sobre posibles contagios de virus o bacterias surge como una inquietud latente. Aunque en ciertos casos estos espacios pueden estar más limpios que los de una vivienda, siempre es recomendable seguir algunas precauciones básicas.
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Lavarse bien las manos y evitar tocar superficies innecesarias son las prácticas más comunes. Sin embargo, según expertos, existe una medida poco conocida que resulta fundamental para evitar cualquier exposición en estos espacios.
Microbiólogo reveló el secreto para evitar contagios
En el pódcast 'Am I Doing It Wrong?' de HuffPost, el microbiólogo Jason Tetro, especialista en prevención de enfermedades, explicó una medida esencial para utilizar los baños públicos con menor riesgo.
Según Tetro, el verdadero peligro no está en el contacto directo, sino en un procedimiento específico: la forma de tirar la cadena. “La mayoría de los baños públicos carecen de tapa en los inodoros”, señaló el microbiólogo, destacando que esto facilita la propagación de lo que él denomina una “columna de estiércol”. Este fenómeno consiste en pequeñas gotas y partículas de aerosol que pueden alcanzar hasta dos metros alrededor del inodoro cada vez que se tira de la cadena.
Riesgos ocultos en las partículas de aerosol
“Como resultado de que no hay tapa, hay una columna que proviene del inodoro que termina en el asiento”, precisó Tetro, y añadió que “alrededor del 50% de los asientos de los inodoros de los baños públicos en un momento dado van a tener algún tipo de gérmenes de estiércol en el rango de partículas”. Estas partículas pueden transportar bacterias como E. coli, salmonela e incluso norovirus, elementos que son potencialmente peligrosos para la salud.
No sentarse en el inodoro no garantiza protección
Contrario a la creencia popular, no sentarse en el inodoro no garantiza protección. Tetro enfatizó que la piel no es el principal punto de entrada para estas bacterias, salvo que exista una herida abierta. “A menos que se tenga un corte, entonces realmente no hay oportunidad de que eso entre en la piel para causar un problema”, afirmó el experto.
La verdadera amenaza proviene de las partículas suspendidas en el aire que podrían ingresar al organismo por vías respiratorias. “Las gotitas podrían caer en la boca o la nariz, lo que es aún más peligroso si es un baño público que cuenta con una cisterna extremadamente potente”, advirtió Tetro.
Para minimizar este riesgo, recomienda tirar la cadena antes de usar el inodoro y salir inmediatamente del cubículo. “Se debe salir del cubículo durante 30 segundos para dejar que caiga lo que sea que haya sido aerosol o las gotas y luego se puede volver a entrar”, aconsejó.
“Tirar la cadena debe ser el último movimiento antes de abrir la puerta y dejar el cubículo”, concluyó Tetro.
La Nación (Argentina) / GDA.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.