Aristóteles afirmaba que la felicidad es el fin que busca todo ser humano y el deseo que guía las acciones de las personas. Para el filósofo, este estado se encuentra al basar la vida en acciones virtuosas, llenas de pensamiento, justicia y razón.
A nivel científico, las cuatro hormonas asociadas con la felicidad son la serotonina, la dopamina, la oxitocina y las endorfinas. Si se tiene un nivel adecuado de todas ellas, se tendrá un equilibrio emocional.
No obstante, distintos especialistas en neurología señalaron que la felicidad también es un estado que se puede “cultivar”, estableciendo hábitos específicos en la cotidianidad.
Estas prácticas son respaldadas por investigaciones neurocientíficas de la Universidad de Wisconsin, que aseguran aportar beneficios a la salud mental y física, así como al bienestar emocional.
La felicidad dependen de la serotonina, la dopamina, la oxitocina y las endorfinas. Foto:iStock
Fortalezca sus relaciones sociales
Los humanos somos sociales por naturaleza y pasar tiempo de calidad con familiares, amigos, amores y conocidos construyen un vínculo que estructura paso a paso una red de apoyo emocional, esencial para nuestro bienestar.
Meditación
El Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral explicó que esta práctica mejora la capacidad de gestionar conflictos de mucho estrés.
Además, la Asociación Americana del Corazón indicó que la meditación influye en el cerebro aumentando las habilidades en el procesamiento de la información, controlar la respuesta a la frustración y al dolor, así como reducir los síntomas de la ansiedad.
Ejercicio constante
La actividad física no solo constituye el espectro estético. Por el contrario, tanto especialistas como psicólogos, nutricionistas y neurólogos revelaron que el ejercicio aporta una serie de beneficios al bienestar mental de las personas.
Según el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, entrenar regula la depresión, la ansiedad y el estrés. Así mismo, mejora la memoria, la calidad del sueño y el estado de ánimo.
¿Duerme lo suficiente?
Las personas requieren de un tiempo determinado para asegurar un buen descanso y prevenir enfermedades físicas, así como mentales.
De acuerdo con la información suministrada por el National Institute Child Health, no dormir lo suficiente provoca somnolencia y estrés.
Además, la privación del sueño afecta el estado de ánimo, aumentando la irritabilidad, la depresión y la ansiedad.
No dormir lo suficiente provoca somnolencia y estrés. Foto:iStock
Busque un pasatiempo
Practicar un ‘hobby’ puede reducir significativamente la ansiedad. Según el Instinto de Psicología de Barcelona, realizar actividades que no hagan parte de la rutina favorece el crecimiento personal.
Sumado a esto, las personas suelen demostrar una mejora en su calidad de vida, teniendo un equilibrio emocional más estable por el hecho de realizar rituales con la única intención de disfrutarlos.
JOHAN STEVEN GUERRERO
EQUIPO ALCANCE DIGITAL