Colombia marchó este domingo para rechazar la violencia política y la polarización

“¡Fuerza, Miguel!” fue el mensaje que retumbó con fuerza en las calles del país una semana después de que el senador y precandidato del Centro Democrático, Miguel Uribe Turbay, fue víctima de un atentado mientras participaba en un evento político, hecho que ha generado el rechazo generalizado de la sociedad colombiana y por el que hoy se debate entre la vida y la muerte en la Fundación Santa Fe.

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Miles de ciudadanos, líderes políticos de distintos partidos, miembros de la reserva del Ejército y representantes de organizaciones sociales salieron a las calles este domingo para participar en la denominada ‘Marcha del silencio’, una movilización convocada como acto de rechazo a la violencia y de respaldo a la democracia. Las imágenes de personas vestidas de blanco, portando banderas de Colombia y pancartas con mensajes de unidad se replicaron en 32 ciudades más.

En Bogotá, según datos de la Secretaría de Gobierno, 70.000 personas marcharon desde el parque Nacional hasta la plaza de Bolívar, lugar que fue epicentro de oraciones, arengas y un minuto de silencio. Allí, en pleno centro de la capital, el cielo se llenó de bombas blancas –algunas con el rostro de Miguel Uribe–, mientras varios congresistas salieron del Capitolio a agradecer a las personas que se congregaron.

“Quiero dar gracias a quienes han participado en las masivas movilizaciones. Hoy no hay espacio para el rencor en mi corazón, solo la profunda esperanza de poder reencontrarme con mi esposo Miguel”, señaló en un comunicado María Claudia Tarazona, esposa del congresista, al cierre de la jornada.

El padre del congresista, Miguel Uribe Londoño, también entregó un conmovedor mensaje durante la vigilia que tuvo lugar en la Fundación Santa Fe. “Doy fe de que tú le has dedicado todos tus años de servicio público a Colombia con un solo propósito: un país seguro y sin violencia. Tu causa es la seguridad, para que podamos construir una Colombia en paz para todos los colombianos”, dijo.

En Bogotá, la mayoría de los precandidatos presidenciales –entre ellos Paloma Valencia, María Fernanda Cabal, Claudia López y Vicky Dávila– y varias figuras políticas –incluidos el alcalde Carlos Fernando Galán y el exsenador Humberto de la Calle– acompañaron la marcha de cuatro kilómetros, en la que en varios momentos se entonó el himno nacional.

“Estamos aquí para pedirle a Colombia unidad y firmeza, porque no podemos tolerar a los violentos. De un lado los demócratas y del otro los que atentan contra la institucionalidad”, señaló Valencia, quien junto con los otros aspirantes del Centro Democrático anunció esta semana una pausa en la campaña.

Aunque no hubo voces visibles de sectores cercanos al Gobierno en la jornada, congresistas como Iván Cepeda también destacaron el mensaje de la movilización y el “llamado a la paz, a la unidad y el rechazo unánime de la violencia en todas sus formas”.

El presidente Gustavo Petro también se refirió a la movilización y la calificó como “un éxito”. “El pueblo todo se une por la vida del senador Uribe Turbay y porque cese la violencia para toda la Gran Colombia”, escribió en X.

“Colombia es más grande que sus heridas. Más fuerte que su historia de dolor, más valiente que su miedo. Que la paz siempre nos una. Una voz de fuerza para Miguel”, manifestó, por su parte, la canciller Laura Sarabia.

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Así se vivió la jornada en otras capitales

Medellín también respondió de manera masiva al llamado con más de 50.000 personas en las calles, según datos de la alcaldía. Aunque la convocatoria en la capital antioqueña estaba citada para las 10 a. m., desde tempranas horas de la mañana las personas comenzaron a llegar a la avenida Oriental con la avenida La Playa.

Cristian Halaby, primo de Miguel Uribe Turbay, calificó de “apoteósica” la jornada. “Miguel hoy levantó a Colombia entera y nos puso a todos en la tarea de salvar el país, porque este no puede seguir siendo el país de los huérfanos y la violencia”, expresó.

“En nuestra ciudad, más de 50.000 personas salieron a las calles para decirle al país que rechazamos la violencia y que defendemos la democracia. La jornada ha transcurrido en calma, con respeto, con dignidad”, informó el alcalde Federico Gutiérrez.

En Cali, miles de personas se sumaron a la movilización, encabezada por una caravana que portó una bandera de la ciudad de 800 metros de largo, confeccionada por bordadoras por encargo del exconcejal y empresario Carlos Andrés Clavijo.

Los participantes llegaron vestidos con camisetas blancas, algunos con globos, otros con margaritas y agitando banderas de Colombia a lo largo de la calle 5.ª, el corredor vial que une el norte con el centro y el sur de Cali. Durante el trayecto, los manifestantes que atiborraron la 5.ª en dirección hacia la plazoleta Jairo Varela, se escuchaba la frase ‘Fuerza, Miguel, fuerza, Miguel’ y también oraciones como el santo rosario.

Barranquilla también se volcó en apoyo al senador Miguel Uribe. Congresistas, empresarios y ciudadanos clamaron por la paz en la plaza de la Paz: “Colombia no se deja amedrentar”.

En un acto cargado de simbolismo y unidad, la plaza de la Paz de la capital del Atlántico se convirtió en el epicentro de la marcha en la Costa. Luego, los asistentes se dirigieron a la catedral Metropolitana María Reina, donde se celebró una eucaristía en la que se elevó una oración por la salud del senador Uribe. Entre los asistentes destacaron figuras del Congreso, líderes gremiales, empresarios, concejales, diputados y ciudadanos de los distintos municipios del Atlántico.

El presidente del Senado, Efraín Cepeda, fue enfático en rechazar los discursos violentos que, según él, han contaminado el debate político. “Yo creo que ese lenguaje ofensivo de odio de algunos sectores políticos llega a estas malinterpretaciones de que hay que segarle la vida a alguien. Pero Colombia es más que eso”, afirmó desde el atrio de la Catedral.

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Por su parte, el senador barranquillero Mauricio Gómez Amín agradeció el respaldo masivo que recibió la convocatoria en su ciudad natal. “Estamos felices por la acogida en el departamento, en Barranquilla. Toda la gente de los municipios vino. Yo estoy muy agradecido con los senadores, concejales, diputados y el gobernador. Gracias al Atlántico por su apoyo”, expresó Gómez Amín, quien también exhortó a los asistentes a mantener viva la esperanza: “Sigamos orando por Miguel y por la paz de Colombia, que se ha visto empañada por estos actos de violencia”. 

En Bucaramanga, desde las 9 de la mañana, la movilización en la carrera 27, a la altura de la Puerta del Sol, registró una alta afluencia de ciudadanos. El recorrido, que duró cerca de dos horas, concluyó en la carrera 15 con calle 36, en el centro de la ciudad, donde los asistentes enviaron un mensaje al Ministerio de Defensa, Pedro Sánchez, y elevaron un llamado por la paz de Colombia.

Los bumangueses expresaron su cansancio frente a las guerras entre partidos políticos, los ataques de bandas criminales y la violencia de grupos al margen de la ley. Los santandereanos se unieron en una sola voz para pedir por la paz de Colombia y dejar atrás los conflictos que siguen dejando víctimas. El encuentro culminó con un plantón que, según los asistentes, no tuvo un tinte político, sino que nació desde el “dolor de patria”.

El hecho lamentable de la jornada se registró precisamente en esta ciudad, donde un periodista de RTVC fue insultado y agredido por un grupo de manifestantes. “Mientras cumplían su labor de informar de forma pacífica, los comunicadores fueron insultados con palabras como “guerrilleros”, “prepagos” y “malnacidos”. También fueron escupidos en cinco ocasiones y agredidos con puños y patadas”, indicó la Fundación para la Libertad de Prensa en un comunicado.

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