El cáncer de esófago está entre los más frecuentes en hombres y mujeres, si se excluye el cáncer de piel no melanoma. A nivel mundial, se encuentra en la octava posición y su incidencia es aproximadamente el doble en hombres que en mujeres.
El doctor Flavio Takeda, cirujano especializado en oncología digestiva, brindó detalles clave sobre esta preocupante tendencia en una entrevista para O Globo.
Según Takeda, el diagnóstico temprano y la cirugía siguen siendo cruciales en el tratamiento de este tipo de cáncer. “El cáncer de esófago es uno de los más difíciles de diagnosticar en sus primeras etapas, ya que los síntomas suelen ser confusos y poco específicos”, explicó el cirujano. Aunque el cáncer de esófago es más común en hombres y se presenta principalmente a partir de los 50 años, las estadísticas actuales muestran un aumento significativo entre personas más jóvenes.
Factores de riesgo y agresividad del cáncer de esófago
El tabaquismo sigue siendo la principal causa de esta enfermedad, pero el aumento de la obesidad ha contribuido al incremento de su incidencia. Ambos factores combinados pueden triplicar el riesgo de desarrollar tumores en el esófago.
Además, es un tipo de cáncer considerado agresivo, con una tasa de supervivencia baja. Solo cinco de cada 100 pacientes sobreviven más de cinco años cuando la enfermedad ya se ha extendido a otros órganos.
Casos como el del exalcalde de São Paulo, Bruno Covas, y el del expresidente de Uruguay, Pepe Mujica, han reflejado la gravedad de este tipo de cáncer. Según Takeda, especialista en enfermedades esofágicas complejas de Rede D'Or y profesor titular de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (USP), "la cirugía para extirpar el esófago es la opción de tratamiento más efectiva para curar la enfermedad".
Takeda, explica que "una técnica quirúrgica específica, que implica la extracción del tumor a través del abdomen y el cuello mediante el diafragma, reduce el riesgo de complicaciones postoperatorias".
La cirugía para extirpar el esófago es una de las más complejas y riesgosas en cirugía digestiva. Foto:iStock
El síntoma más común
El cáncer de esófago es la sexta causa de muerte por cáncer en hombres y mujeres. Su detección suele ocurrir en una fase avanzada, lo que dificulta el tratamiento. En el caso de Bruno Covas, por ejemplo, el tumor fue identificado tras una complicación de trombosis.
Existen dos tipos principales de cáncer de esófago. El carcinoma de células escamosas, vinculado al tabaquismo y al consumo de alcohol, y el adenocarcinoma, asociado a la obesidad y la enfermedad por reflujo gastroesofágico. Este último ha aumentado su incidencia, sobre todo en personas jóvenes.
Takeda explicó que "el síntoma más característico del cáncer de esófago es la sensación de que la comida se queda atascada en el pecho, lo que se traduce en un ahogo". Este síntoma aparece generalmente cuando hay un grado considerable de obstrucción en el esófago, lo que indica que el cáncer ya puede haberse diseminado a otros órganos.
Además, el especialista recalcó la importancia de detectar a tiempo a los pacientes de riesgo. "Aquellos que sufren de reflujo crónico, obesidad, tabaquismo o alcoholismo, deben realizarse endoscopias de manera periódica", añadió el cirujano.
El tratamiento varía según el caso. Si el tumor es pequeño, puede extraerse mediante endoscopia. En algunos subtipos sensibles, la quimioterapia y la radioterapia también son opciones viables. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la cirugía es necesaria para extirpar el esófago por completo.
El cáncer de esófago es un tipo que suele diagnosticarse en etapas avanzadas. Foto:iStock.
¿Se puede prevenir?
Evitar el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, mantener un peso saludable y tratar adecuadamente el reflujo gastroesofágico son las principales formas de reducir el riesgo de desarrollar cáncer de esófago.
El consumo frecuente de bebidas muy calientes también puede aumentar el riesgo. “Cualquier cosa que inflame significativamente el revestimiento del esófago, como fumar o alimentos o bebidas muy calientes, puede causar lesiones”, señaló el cirujano.
El cirujano hizo una advertencia sobre las bebidas que pueden inflamar el esófago. Foto:iStock
Además, mencionó que el expresidente uruguayo Mujica, diagnosticado con este tipo de cáncer, tenía antecedentes de tabaquismo, consumo de alcohol y hábito de beber mate caliente.
Avances en los procedimientos quirúrgicos
En los últimos años, la tasa de supervivencia de los pacientes ha mejorado gracias a avances en quimioterapia, quimiorradioterapia y tecnología quirúrgica. Durante la década de 1980, la tasa de mortalidad para la cirugía de esófago alcanzaba el 50%. Con la incorporación de técnicas mínimamente invasivas, como la cirugía por video y la cirugía robótica, esta cifra se ha reducido hasta el 3,5%.
La intervención quirúrgica para el cáncer de esófago implica la extracción de este órgano y su reemplazo con el estómago. “Lo que hacemos en la cirugía es reemplazar el esófago por el estómago. Tras la extirpación, el paciente queda sin esófago y todo lo que come va directamente de la garganta al estómago", explicó el especialista. La operación dura entre 8 y 10 horas y se realiza en tres etapas: primero en el tórax, luego en el cuello y finalmente en el abdomen. Posteriormente, se reconstruye el tránsito digestivo uniendo un segmento del esófago con el estómago para permitir la alimentación.
La complejidad de esta cirugía se debe a la ubicación del esófago, que está conectado al corazón, pulmones, tráquea, arterias y venas del cuello, tórax y abdomen. "La particularidad de esta cirugía hace que tenga un riesgo de algún tipo de complicación de alrededor del 60%. En otras palabras, en el mundo, de cada 10 cirugías, solo 4 son perfectas. Seis tendrán algún tipo de complicación, pequeña o grande", afirmó Takeda.
Aunque la cirugía robótica ha mostrado beneficios en la reducción de complicaciones postoperatorias, todavía no se ha comprobado científicamente que mejore los resultados oncológicos en comparación con otros procedimientos mínimamente invasivos.
Recuperación y adaptación tras la cirugía
El tiempo promedio de hospitalización tras la intervención es de 9 a 10 días, con una estancia en la unidad de cuidados intensivos (UCI) de 2 a 3 días. Durante la recuperación, el paciente utiliza una sonda nasoenteral, ya que la unión entre el estómago y la garganta necesita entre 7 y 8 días para cicatrizar. "Si está todo bien con la costura, él ya puede empezar a comer en el octavo día. Inicialmente una comida pastosa por al menos unas dos semanas. Después, progresamos a alimentos moles y húmedos, como macarrón, carne molida, arroz bien blando, y solo después a una comida más consistente", explicó el especialista.
El proceso de adaptación lleva aproximadamente dos años. Durante los primeros dos meses, el paciente puede perder entre el 10 % y el 15 % de su peso. A partir de los seis meses comienza a recuperar peso gradualmente, estabilizándose entre el primer y segundo año. "Después de este periodo de adaptación, podrá comer cualquier cosa. Lo que cambia un poco es la cantidad", indicó Takeda, explicando que la capacidad del estómago se reduce en un 40% tras la cirugía.
La detección temprana mediante endoscopia es clave para un diagnóstico precoz del cáncer de esófago.
Foto:istock
Cambio en el perfil de los pacientes
Históricamente, este cáncer afectaba principalmente a personas mayores de 60 años, pero en los últimos años ha aumentado la proporción de pacientes menores de 50.
Para seguir reduciendo los riesgos de la cirugía, Takeda enfatizó la importancia de contar con equipos médicos multidisciplinarios especializados. "Hoy en día, en la literatura, si realizas más de 20 esofagectomías al año, tienes un resultado mucho mejor que cuando realizas menos de 20", explicó. La centralización de estos procedimientos en centros médicos especializados también puede contribuir a una reducción en las complicaciones postoperatorias.
Uno de los principales desafíos sigue siendo evitar la aparición de fístulas, es decir, problemas en la cicatrización de la unión entre el estómago y el esófago. Para mejorar los resultados, los médicos están explorando técnicas como la revascularización, que incrementa el flujo sanguíneo en la zona de la costura quirúrgica.
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O Globo (Brasil) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de O Globo, y contó con la revisión de un periodista y un editor.