Los riñones cumplen un rol esencial en el cuerpo humano, encargándose de filtrar toxinas, regular la presión arterial y mantener el equilibrio de líquidos, todo ello de manera silenciosa.
A pesar de su importancia, muchas veces se adoptan hábitos cotidianos que, sin saberlo, comprometen su buen funcionamiento. Conocer estas prácticas resulta clave para evitar problemas serios a futuro.
Cuidar la salud renal debe ser una prioridad, dado que estos órganos sostienen procesos vitales para el organismo. Por ello, es fundamental identificar aquellas acciones que, aunque comunes, pueden ponerlos en riesgo.
¿Cómo cuidar la salud de los riñones? Foto:istock
Consumo excesivo de sal
Entre los hábitos más perjudiciales para los riñones destaca el consumo elevado de sal. Este ingrediente, presente en buena parte de la alimentación moderna, fuerza a los riñones a trabajar intensamente para eliminar el exceso de sodio a través de la orina.
Dicho sobreesfuerzo genera un desgaste continuo que, a largo plazo, puede desencadenar hipertensión arterial, uno de los factores principales de enfermedad renal crónica.
Sobre este punto, la Organización Mundial de la Salud es clara: recomienda no exceder los 5 gramos de sal diarios. Sin embargo, "muchas personas duplican esta cantidad sin darse cuenta", lo que expone sus riñones a un riesgo considerable.
El consumo en exceso de sal afecta a los riñones. Foto:iStock
Beber poca agua
No hidratarse adecuadamente también figura entre los errores comunes que afectan la función renal. La falta de agua dificulta la labor de los riñones, que necesitan un flujo constante de líquidos para diluir y eliminar toxinas de manera eficiente.
Cuando la ingesta es insuficiente, la orina se concentra, facilitando la formación de cálculos renales y elevando la posibilidad de infecciones urinarias.
Un dato importante es que "muchas personas solo beben cuando sienten sed, pero en realidad esta sensación aparece cuando ya estamos levemente deshidratados". Por ello, se aconseja consumir entre 2 y 3 litros de agua diariamente, ajustándose a factores como el clima y el nivel de actividad física.
Los beneficios de beber agua. Foto:iStock
Uso excesivo de analgésicos
El consumo frecuente de analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno o el paracetamol, también representa un riesgo para la salud renal. Aunque estos medicamentos son accesibles y se utilizan para tratar dolores comunes, su uso en exceso o en dosis inadecuadas puede ocasionar daños irreversibles en los riñones.
La automedicación, sin control médico, agrava el problema, subrayando la necesidad de utilizar estos productos con responsabilidad y bajo supervisión profesional.
Fumar
El tabaquismo no solo deteriora los pulmones, sino que también incide negativamente en la salud de los riñones. Las sustancias tóxicas del cigarrillo afectan los vasos sanguíneos, reduciendo el flujo de sangre hacia estos órganos esenciales, lo que compromete su capacidad de filtrado.
Investigaciones señalan que "los fumadores tienen hasta un 60 % más de probabilidades de desarrollar enfermedad renal crónica que los no fumadores". Además, el tabaquismo favorece el avance de enfermedades como la diabetes y la hipertensión, principales causas de fallo renal.
Fumar le puede traer diversas consecuencias para su salud. Foto:iStock
Consumo elevado de proteínas
Ingerir proteínas en exceso, especialmente de origen animal, representa otro riesgo para los riñones. El exceso proteico obliga a estos órganos a trabajar intensamente para procesar los subproductos del metabolismo de las proteínas, lo que a largo plazo puede deteriorarlos.
Si bien las proteínas son fundamentales para el organismo, su consumo debe ser balanceado para evitar una sobrecarga renal innecesaria. Mantener una alimentación equilibrada y supervisada por profesionales de la salud resulta indispensable para preservar la función de los riñones.
El Universal (México) / GDA.
¿Cómo funcionan los riñones?
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Universal (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.