La historia de cómo le llevaron al papa Francisco el lienzo de la Virgen de Chiquinquirá

hace 5 horas 15

El 21 de abril de 2025 el papa Francisco falleció en el Vaticano a sus 88 años, luego de ejercer su cargo como máxima autoridad de la Iglesia católica, donde no solo lideró a la comunidad, sino que además se convirtió en el primer pontífice sudamericano en llegar a la Santa Sede.

La noticia de su muerte rápidamente le dio la vuelta al mundo e hizo que muchos de los feligreses recordaran los momentos más especiales que protagonizó el discípulo de Cristo durante el periodo de administración.

El Papa Francisco recibe a la delegación del Instituto Europeo de Estudios Internacionales de Salamanca.

Dentro de los recuerdos más importantes destaca la visita que realizó el santo padre a Colombia en el año 2017, donde presidió actividades litúrgicas en ciudades como Bogotá, Medellín, Cartagena y Villavicencio.

Sin embargo, el hito más inolvidable para la comunidad católica fue el deseo del papa de conocer personalmente el cuadro original de la Virgen de Chiquinquirá, la cual es considerada una de las figuras religiosas más simbólicas del territorio nacional.

A pesar de su intención por conectar con la fe y la historia de los colombianos, el limitado espacio en su agenda le impidió viajar hasta la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, ubicada en Boyacá, un centro de devoción y peregrinación para los fieles.

Fue entonces cuando la empresa colombiana Servientrega asumió el compromiso de cumplir con la voluntad del sumo pontífice, por lo que se encargaron de diseñar y ejecutar una operación logística para transportar el lienzo hasta la Catedral Primada de Bogotá.

El trasladó de la obra empezó el 1 de septiembre de 2017 con una misa campanal en el municipio de Chiquinquirá, donde varios feligreses despidieron a la Virgen para que emprendiera su viaje con destino a la capital del país.

Para cumplir con la operación logística, respetando el valor espiritual e histórico del cuadro, la compañía dispuso de un vehículo especial, el cual estuvo custodiado por la Policía Nacional hasta el estadio municipal, donde un helicóptero MI-171 esperaba por el lienzo.

La emblemática obra tuvo que ser transportada en una aeronave de gran capacidad, debido a que, junto con su embalaje, pesaba cerca de 120 kilos, por lo que fue asegurada en la cabina de cargas para evitar algún daño por las vibraciones.

Tras el aterrizaje en la capital colombiana, el cuadro original de la Virgen de Chiquinquirá fue llevado a la Parroquia Santa Bibiana para su almacenamiento. Al día siguiente, se llevó a cabo una procesión hasta la Catedral Primada de Bogotá, donde el papa Francisco se reunió en privado con el lienzo.