Compartir la ducha en pareja puede convertirse en una experiencia distinta dentro de la relación, pero también trae consigo ciertos riesgos si no se toman precauciones.
Aunque es posible disfrutar este momento de manera segura, es necesario estar atentos a diversos factores para evitar incidentes.
Recomendaciones para prevenir incidentes durante el baño compartido
Antes de intentarlo, es clave reconocer que ducharse juntos podría aportar beneficios a la relación. De acuerdo con el psicólogo Alejandro Rodríguez, citado por Mejor con Salud, esta práctica “puede tener ventajas como: mejorar la intimidad, romper la rutina, aumentar la complicidad, divertirse juntos y eliminar las barreras emocionales que a veces los alejan sin darse cuenta”.
A continuación, cinco sugerencias para reducir los riesgos y hacer del baño compartido una actividad sin contratiempos:
1. Resbalones y falta de apoyo
Una de las situaciones más comunes en estos casos son las caídas, resultado de moverse sobre una superficie húmeda sin calzado adecuado. Para disminuir esta posibilidad, se sugiere colocar un tapete antiderrapante que proporcione mayor estabilidad y seguridad.
Además, durante las primeras ocasiones es normal sentirse torpe o incómodo. Por ello, podría ser útil instalar barras de soporte en las paredes del baño o incluir un asiento resistente al agua que no se deslice fácilmente. Esto ayudará a mantener el equilibrio y facilitará el momento compartido.
2. Irritación y molestias por falta de lubricación
Existe una idea equivocada sobre las propiedades del agua como lubricante, cuando en realidad, reseca más de lo que ayuda. Esto puede generar incomodidad y dolor. Lo adecuado es usar un lubricante diseñado para contacto con agua, preferiblemente de silicona, ya que este tipo mantiene su efecto incluso bajo la ducha.
3. Variaciones térmicas en el agua
Otro punto a considerar es la temperatura. Se recomienda ajustarla previamente para que ambos se sientan cómodos. Una alteración repentina podría afectar el ambiente o incluso causar un resfriado. Lo mejor es elegir una temperatura intermedia, que no resulte ni abrasiva ni helada.
Ajustar la temperatura evita incomodidades y cambios bruscos que pueden arruinar el momento. Foto:iStock
4. Falta de preparación sobre qué hacer
Algunas personas idealizan esta actividad, pensando que el momento será espontáneo y lleno de emoción. Sin embargo, ya dentro de la ducha, es común no saber cómo actuar. Lo importante es tener una actitud relajada, sin expectativas fijas, y comunicarse con la pareja para entender lo que ambos desean en ese espacio.
5. Uso excesivo de jabón
Aplicar demasiado jabón puede ocasionar accidentes. Existe el riesgo de que entre en los ojos o que una barra se deslice y provoque dolor al golpear alguna parte del cuerpo. Por eso, se sugiere usar estos productos con moderación y estar atentos al entorno mientras interactúan.
Planificar este tipo de experiencias puede hacer una gran diferencia. Al prestar atención a detalles como la seguridad del entorno, la temperatura del agua y el tipo de productos utilizados, es posible transformar el baño en pareja en un momento que ambos disfruten sin complicaciones.
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SUSANA CARRASCO
El Universal (México) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Universal, y contó con la revisión de un periodista y un editor.