Si usted vivió o visitó Oakland en los últimos años, seguramente escuchó hablar de Pomella. Este restaurante de comida del Medio Oriente con alma californiana, fundado por la chef Mica Talmor en plena pandemia, fue un centro de encuentro.
Mucho más que gastronomía para la comunidad en California
De acuerdo al medio Oaklandside, Pomella no era solo un restaurante; era un “tercer espacio” para forjar vínculos.
Allí se reunían grupos de zumba, tejedoras, colectivos judíos e israelíes, activistas sociales y vecinas de todas las edades. “Era como entrar a la casa de una prima”, dijo Andreina Febres, una de las líderes del grupo de baile que usó el patio del local durante cuatro años. “Lo que creó Mica fue comunidad pura”, agregó.
Desde festivales, séderes y noches políticas con candidatos locales, el establecimiento fue escenario de una gran diversidad.
La noticia generó una gran sorpresa en la región Foto:iStock
“No importaba la idea, ella siempre decía que sí”, resumió Aliza Grayevsky Somekh, chef local y colaboradora frecuente del lugar. Liz Cohen, gerente general, expresó que lo vivido en Pomella no se repetirá fácilmente.
“Nuestro equipo es una familia. Nunca había trabajado en un restaurante donde el cierre no significara que todos se dispersan de inmediato. Aquí todos se quieren quedar hasta el final”, admitió entre lágrimas.
El impacto también fue emocional para los comensales. “No se trataba solo de lo que comíamos. Era la calidez, el cariño, la sensación de pertenencia”, explicó Donna Friedman Meir, una habitual.
“Mica logró algo increíble. Y aunque Pomella cierre, lo que construyó no desaparece: queda en cada persona que se sintió bienvenida ahí”.