Mataron a mi amigo frente a su hija. Desde que vio cómo lo mataron, no habla con nadie. Está traumatizada”. Este es uno de los estremecedores relatos que deja la guerra entre el Eln y las disidencias de las Farc en Catatumbo, Norte de Santander.
Raide Gerardo Sánchez Ojeda, oriundo de Convención, fue asesinado el jueves (16 de enero) frente a su hija en la zona rural de San Calixto por un grupo armado. Él fue una de las primeras víctimas en medio de la creciente confrontación que ya suma cinco días.
Se sabe que hombres armados y encapuchados irrumpieron en su vivienda y que, luego de confirmar su identidad, lo ejecutaron frente a la mirada aterrorizada de su hija. El hombre asesinado fungía como director de deportes de la junta de acción comunal, mientras que su esposa desempeñaba el rol de fiscal.
Los combates entre el Eln y las Farc dejaban, al cierre de esta edición, 80 muertos y más de 8.000 desplazados que están llegando a Cúcuta, Ocaña y Tibú, según la Gobernación de Norte de Santander.
Pero existe otra cifra que reveló el Ministerio de Defensa, se habla de 58 muertos y cinco mil desplazados, no obstante, hay cientos de reportes en los que solicitan recoger más cuerpos.
Además, la crisis humanitaria y la violación abrupta de los derechos humanos abrió la posibilidad de que el Gobierno colombiano decrete los estados de conmoción interior y de emergencia económica, que le dan facultades extraordinarias al Ejecutivo, luego de decidir el viernes romper los diálogos de paz con la guerrilla del Eln.
Si bien la vigencia territorial de esas dos figuras no se ha determinado aún, en principio, al menos en el caso de la de conmoción interior, sería regional y limitada a esa zona de Norte de Santander, donde miles de personas sienten el retroceso a los peores años de la guerra cuando se señala que lo que ocurre en Catatumbo es uno de los actos más violentos de la historia del conflicto armado en los últimos 15 años.
La guerra desatada por el control de las 52.000 hectáreas de coca que hay en la zona y el ego de poder entre los grupos armados está teniendo como resultado una crisis humanitaria que, según expertos, podría durar años.
Así, casa por casa, buscó esta mañana el ELN a los firmantes de paz Albeiro Díaz Franco y Yurgen Martínez Delgado, en el corregimiento San Pablo, de Teorama, en el Catatumbo. Horas después, los dos hombres fueron hallados muertos en esta zona de Norte de Santander. Otros dos… pic.twitter.com/65rYb6hhuT
— Manolesco (@jhonjacome) January 17, 2025Un horror sin fin
Las metralletas y armas de alto alcance no dejan de sonar entre las montañas y selva del Catatumbo. Al principio, la comunidad pensaba que solo era uno de los tantos enfrentamientos entre el Eln y las disidencias de las Farc, por lo que, como las veces anteriores, se refugiaron en sus viviendas de El Tarra, Tibú, Hacarí, Ábrego y Teorama a la espera de que la normalidad regresara a sus vidas.
Sin embargo, la situación comenzó a empeorar con el paso de las horas cuando miembros del Eln cargados de armas de alto alcance y con actitud intimidante llegaron a las casas de los firmantes de paz para secuestrarlos y, según indican testigos, asesinarlos.
De hecho, la Defensoría del Pueblo indicó que, entre de los 80 muertos, siete son firmantes de paz.
Fue entonces cuando la comunidad comenzó a comprender que el cruce de disparos no obedecía a un hostigamiento sobre una estación de policía, sino que se trataba de una inédita escalada que los obligó a desplazarse rápidamente para preservar sus vidas.
“Se reportan confinamientos, algunas personas han sido rescatadas, otras han salido en caravanas. Enfrentan un riesgo especial de ser secuestradas o asesinadas”, dice el reporte de la Defensoría del Pueblo.
Catatumbo comprende 8 municipios y equivale al 40 por ciento del departamento de Norte de Santander. En videos e imágenes se muestra el apuro de la comunidad para salir de sus casas con una mochila al hombro, dejando todo y huir para salvar sus vidas.
William Villamizar, gobernador de Norte de Santander, indicó que a Cúcuta han llegado cerca de 3.000 personas; a Tibú, 2.500, y en Ocaña ya hay más de 2.000 desplazados y se espera la llegada de 3.000 más.
Se sabe que quienes no han logrado salir se han movilizado a la selva o huido a Venezuela, mientras que otros continúan escondidos en sus casas, aunque sin alimentos ni agua potable.
Justamente, el gobernador del fronterizo estado de Táchira, Freddy Bernal, quien hace parte de la cúpula de la dictadura de Nicolás Maduro en el país vecino, informó que se activó un plan social y médico para atender a los desplazados que pudieran llegar a Táchira por el municipio García de Hevia y por Casigua El Cubo del estado Zulia.
Hasta en canoas se ve cómo la gente, una encima de otra, huye por el río Catatumbo a Venezuela para no ser atacada.
“Están atravesando el río Catatumbo con niños, hombres y mujeres”, señaló una periodista venezolana de Telesur en un video al destacar que a su arribo los chequean médicamente y les ofrecen alimento.
Ayudas humanitarias
Este diario logró corroborar que en la mayor parte del departamento se mantiene un río de gente queriendo salvar su vida, mientras que las autoridades les brindan pañales, colchonetas, ventiladores y mercados.
Se sabe, además, que a partir de las 3 a. m. de ayer salieron diez camiones con diez toneladas de ayudas humanitarias que se entregaron en Tibú y Ocaña.
“Esperamos poder atender a la comunidad que se ha quedado sin nada, no están solos, hay una comunidad que quiere respaldarlos y ayudarlos, con empresarios y el Gobierno Nacional ayudaremos a esta gente, arrancamos con todos estos elementos de ayuda”, dijo el gobernador Villamizar.
El ente de control departamental dispuso de un centro de acopio para la llegada de ayudas. Además, empresarios y diferentes alcaldías se han unido para acelerar la entrega de más aportes a quienes lo necesitan, así como para disponer de albergues que sirvan de recepción a quienes logran huir.
En Cúcuta, lugar al que han arribado la mayor cantidad de desplazados, se habilitó el estadio General Santander para recibirlos. Allí, las personas deben llenar un registro para posteriormente ser distribuida, según el municipio de donde huyeron.
La magnitud de la problemática es tan grande que el alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo, dijo en declaraciones a EL TIEMPO que la del Catatumbo “es la ola de desplazamiento más grande de la historia reciente de Norte de Santander”, agregando que hasta en hoteles de la ciudad están recibiendo víctimas del conflicto armado.
“Lo que hicimos fue alquilar habitaciones en hoteles; 409 camas se usaron el sábado, aseveró Acevedo.
Mataron a mi amigo frente a su hija. Desde que vio cómo lo mataron, no habla con nadie. Está traumatizada”. Este es uno de los estremecedores relatos que deja la guerra entre el Eln y las disidencias de las Farc en Catatumbo, Norte de Santander.
El rostro del miedo y sufrimiento de los desplazados
“Por favor, nos van a matar, ya están cerca de nuestra casa, están entrando casa a casa, nos están sacando, revisan listas, es una masacre organizada; dicen: Sáquennos, llevamos días sin comer, están llorando, los mensajes que llegan son angustiantes”. Este es uno de los audios que ha recibido Luis Fernando Niño, alto consejero para la Paz y Reconciliación en Norte de Santander, en los últimos días.
La comunidad le ha escrito directamente a su número de teléfono llorando, gritando y clamando ayuda para que los saquen con vida de Catatumbo, cuando el rostro humanitario que se registra en esta zona de la región es desgarrador.
La angustia y zozobra se convirtió, en cuestión de cinco días, en el principal sentimiento de las víctimas de un conflicto armado del que se había advertido desde noviembre de 2024, cuando se emitieron las primeras alertas.
Asimismo, el alcalde de Teorama denunció que hay 30 cadáveres en estado de descomposición en varias viviendas, pero que la comunidad guarda silencio por temor a convertirse en víctimas fatales debido a que los cuerpos son de familiares de disidentes, desmovilizados o firmantes de paz. Por eso prefieren pedir ayuda por los canales de WhatsApp.
“Cada doliente se lleva su muerto, algunos los ocultan porque debe ser de un actor armado, lo más duro de esta guerra es que son los hijos de los hijos, familias contra familias, tenemos casos de que mi hermano mayor es del Eln y el menor es de las Farc o vecinos que jugaban cuando niños, uno de las Farc, uno del Eln, se tienen ubicados, saben quién le vende la panela o la yuca al uno, al otro, es duro”, continúa diciendo Niño a EL TIEMPO.
Según dicen testigos, los combatientes, al parecer, les quitan sus celulares para dejarlos incomunicados.
“Auxilio, tengo una vida que está en peligro, pido ayuda al gobierno, tengo mujer, hijos, tengo a mi familia, por favor, auxiliénme, vengan, búsquenme”, dice entre lágrimas un afectado.
Por esta crítica violación a los derechos humanos piden que oficialmente se declare la conmoción interior, pues necesitan tropas, apoyo y control en la zona por parte del Estado.
Melissa Múnera Zambrano
Redacción EL TIEMPO- Nación
Andrés Carvajal
Para EL TIEMPO - Cúcuta.