Carlos Ardila, el investigador que ha descubierto 100 especies peces : un nuevo tipo de bagre es el último que encontró en un río de la Sierra Nevada

hace 1 semana 22

Bajo el reflejo del río Sevilla, en la majestuosa Sierra Nevada de Santa Marta, se encuentra un pez que ahora es símbolo de décadas de pasión y esfuerzo. 

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Esta es la historia de Trichomycterus caribensis, una especie única y reciente en el mundo de la ictiología, y de Carlos Ardila Rodríguez, el hombre que dedicó su vida a desvelar los secretos de los peces de agua dulce en Colombia.

 Con este hallazgo, Ardila, profesor de la Universidad Metropolitana de Barranquilla,  ha alcanzado la cifra de cien especies descubiertas, un logro que lo confirma como quizás el más prolífico de los científicos colombianos en su campo.

Desde niño, cuando apenas contaba con cinco años, Carlos Ardila sintió el llamado del agua. En su natal Floridablanca (Santander), los arroyos de su infancia, como la Judía Chiquita y el río Frío, fueron los primeros escenarios donde, armado de un entusiasmo innato, recolectaba sus primeros peces. 

En nuevo bagre fue bautizado científicamente como Trichomycterus caribensis.

En nuevo bagre fue bautizado científicamente como Trichomycterus caribensis.

Foto:Cortesía Carlos Ardila

Ya en aquel entonces, sin saberlo, comenzaba una travesía científica que se extendería durante siete décadas, guiada por un amor profundo hacia los seres que habitan los ríos, quebradas y ciénagas del país.

“Cada río, cada quebrada tiene un mensaje único; y cada pez descubierto es una pieza más de un rompecabezas mucho mayor”, comenta Ardila con voz firme y mirada serena, reflejando la calma de quien ha dedicado una vida entera al estudio de la naturaleza.

 Para este científico, el descubrimiento no es una cuestión de números o estadísticas, sino una búsqueda constante por comprender el complejo ecosistema de Colombia y preservarlo para las futuras generaciones.

El pez es conocido en la sierra como 'barbulito' 

El Trichomycterus caribensis, hallado en las aguas del río Sevilla, representa más que una nueva especie. Su pequeño cuerpo, de menos de 80 milímetros, exhibe un patrón de coloración único: una fina línea negra que recorre horizontalmente desde el opérculo hasta la base de la aleta caudal, adornada con puntos irregulares que confieren a este pez un aspecto inigualable.

 Localmente conocidos como "barbulitos," estos peces han sido descritos como “cargados de simbología” para el científico, un recordatorio de sus inicios y de los ecosistemas que aún resguardan secretos por revelar.

 Este último descubrimiento, que fue producto de años de observación y seguimiento, es un tributo a su constancia en el estudio meticuloso de las aguas colombianas.

Carlos Ardila Rodríguez

Carlos Ardila Rodríguez

Foto:Cortesía Carlos Ardila Rodríguez

La carrera de Carlos Ardila no es solo prolífica, sino también impactante. Desde su primer hallazgo en 1956 con el Lebiasina floridablancaensis, descubierto en el Valle de Ruitoque, hasta esta reciente especie, ha logrado descubrir 87 especies en Colombia y otras 13 en países como Perú, Venezuela y Panamá.

 Este registro de especies, en su mayoría de aguas dulces, es una contribución invaluable a la ciencia y al conocimiento del patrimonio biológico colombiano. 

Solo en Floridablanca, su ciudad natal, ha identificado 27 especies, de las cuales diez son endémicas, lo que significa que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo.

La disciplina y amor de Carlos Ardila por la investigación le han valido diversos reconocimientos, incluyendo cinco Premios Nacionales de Biología, la Orden Carlos Gutiérrez Gómez en su natal Floridablanca, y el título de Hijo Ilustre de Cáchira, donde inició su formación agropecuaria. 

Estos premios no solo son una validación de su trabajo, sino una manifestación del respeto y aprecio que el país le tiene a quien ha dedicado su vida a los ríos y a sus misteriosos habitantes.

Para Ardila, cada descubrimiento es un pequeño triunfo en una batalla de preservación ambiental, una misión que sigue impulsando sin importar la edad o los reconocimientos. 

Con su centésimo hallazgo, Carlos Ardila continúa siendo un ejemplo de constancia, dejando un legado que inspirará a futuras generaciones de científicos colombianos.

LEONARDO HERRERA DELGANS - corresponsal de EL TIEMPO Barranquilla-@leoher70

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