Canalización del peligroso arroyo de la calle 85 será completamente subterránea: dos consorcios compiten por la licitación

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Barranquilla se encuentra un paso más cerca de acabar con una de las amenazas más temidas por sus habitantes: el peligroso arroyo de la calle 85. El alcalde Alejandro Char anunció este viernes la participación de dos consorcios en el proceso licitatorio que definirá quién llevará a cabo la esperada canalización, un proyecto que promete transformar la seguridad en este sector del norte de la ciudad.

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El arroyo de la calle 85, conocido por su potencial destructivo durante las lluvias, ha cobrado vidas y causado estragos en la infraestructura a lo largo de los años. Sin embargo, el plan del Distrito para su canalización busca poner fin a este problema histórico.

La obra, que se desarrollará desde la carrera 45 hasta la carrera 52 con calle 84, abarca también parte del afluente del arroyo de la carrera 47.

Se presentaron dos proponentes

Los dos consorcios que participan en la licitación son el Consorcio Arroyo 85, integrado por Colombia Me S.A.S, Mota Engil Colombia SAS y Mota Engil Engenharia E Construcao S.A. Sucursal Colombia, y el Consorcio Arroyo Calle 85, conformado por Constructora FG S.A.S, Befarhs Constructores S.A.S y Erwin Castro Salgado.

La selección del ganador marcará el inicio de una obra clave en el plan de desarrollo urbano de Barranquilla.

Este proyecto ha sido diseñado con un enfoque innovador y de bajo impacto para la ciudad. La canalización se ejecutará mediante trabajos completamente subterráneos, lo que permitirá la instalación de 1.240 metros de tubería de gran diámetro sin interrumpir la circulación de peatones ni vehículos.

Además, la Administración ha enfatizado que la intervención garantizará el correcto drenaje mediante la instalación de sumideros con rejillas que permitirán captar tanto las aguas de escorrentía principales como secundarias.

El objetivo de estas obras hidráulicas en concreto es asegurar que el agua fluya de manera controlada, evitando las inundaciones que, en el pasado, han convertido a este sector de Barranquilla en una trampa mortal para peatones y vehículos.