Durante su participación en el 16° Congreso Anual de Energía, organizado por Acolgén, varios banqueros del país plantearon cómo debería ser la transición energética de Colombia y los temas clave que se deben tener en cuenta.
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Para María Fernanda Suárez, exministra de Minas y Energía y actual presidenta del Banco Popular, la transición energética no debe ser prohibiendo algunas tecnologías.
"El carbón y todos los fósiles se van a acabar porque realmente las nuevas tecnologías limpias y a precios eficientes, los van a sacar naturalmente", manifestó.
Asegura que una transición energética debe tener en cuenta todas las tecnologías y que se necesitan mayores incentivos tributarios para que más proyectos eólicos y solares puedan entrar en operación.
La exministra también manifestó que está "triste y decepcionada con la capacidad de Colombia de convertir una gran oportunidad que tenía en la transición energética en un enorme problema".
Este desorden lo vamos a ver en las consecuencias que tiene en los riesgos financieros
Señaló que se pasó de una transición energética que buscaba ser realista, pragmática y ordenada, a una transición energética idealista, ideologizada y caótica.
"Este desorden lo vamos a ver en las consecuencias que tiene en los riesgos financieros y cómo esos riesgos financieros se traducen en costos para el usuario", dijo la presidenta del Banco Popular.
Igualmente, manifestó que es indispensable modificar los procesos de consulta previa y tener un mejor manejo con las comunidades, lo cual permitiría reducir las primas de incertidumbre que recaen sobre los proyectos de energía.
"Yo sí tenía la expectativa de que, siendo la transición energética una de las banderas de este Gobierno y siendo una de sus fortalezas el manejo de comunidades, iban a ser mucho más eficientes y efectivos en manejar esas comunidades para hacer realidad los proyectos eólicos y solares, pero tampoco pasó", agregó.
No hay ningún sistema que pueda depender 100 por ciento de energías renovables
Entre tanto, Gustavo Ramírez, vicepresidente ejecutivo de Corficolombiana, aseguró que es fundamental tener una diversidad en las fuentes de generación de energía eléctrica, porque "está demostrado que concentrarse en una o en pocas fuentes no es viable y es muy riesgoso".
"Este país ha sufrido toda la vida porque el 70 por ciento de su energía es hidráulica; no podemos depender solo de la generación a carbón porque es un combustible sucio; tampoco podemos depender solo del gas natural porque tenemos problemas de suministro, y las energías renovables no son suficientes y no hay ningún sistema que pueda depender 100 por ciento de energías renovables", añadió.
Igualmente, considera importante invertir en nueva infraestructura de energía eléctrica y gas natural que brinde una mayor confiabilidad y flexibilidad cuando haya variaciones entre la oferta y la demanda de electricidad.
Por su parte, el presidente de Itaú, Baruc Sáez, es optimista por el apetito que tienen los inversionistas por Colombia y muestra de ello es el interés que han manifestado sus clientes de Brasil, Chile, Canadá y Europa por invertir en nueva infraestructura en el país.
Los inversionistas igual van
a invertir, pero con ciertas dudas
"Hay una tendencia de mejora, por lo menos en la política monetaria, que va a permitir retomar las inversiones. Desde el punto de vista del costo de capital, vamos a entrar un ciclo mucho más benigno para la inversión a mediano y largo plazo", comentó.
No obstante, el presidente de Itaú es pesimista frente a las señales que se les están enviando a estos inversionistas, pues es evidente las demoras que registran los proyectos de generación y transmisión de energía eléctrica y los sobrecostos que esto genera, además de los mayores tiempos que toma la aprobación de las licencias ambientales.
Para ejecutar los proyectos e invertir en nuevas iniciativas, considera que es necesario tener mayor claridad en los temas regulatorios y tributarios. Y aunque se pueden hacer mejoras, las políticas públicas tienen ser consistentes y estables en el tiempo.
"Hoy hay cierta incertidumbre. Los inversionistas igual van a invertir, pero con ciertas dudas. Muchos de estos proyectos son a largo plazo y son super importantes el costo de financiamiento, el tipo de cambio, la inflación proyectada y las normas con las que van a estar sujetas las tarifas a lo largo de 10 o 15 años", afirmó Baruc Sáez.