Los atracos masivos en predios ganaderos del Cesar se han convertido en la preocupación constante para el sector. Las bandas delincuenciales idean métodos para ingresar a estas propiedades rurales, robándose todo lo que encuentran en las fincas.
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Un reflejo de este panorama es el que afrontan los ganaderos del centro y sur del departamento. Uno de ellos, que prefirió mantener su identidad en reserva por seguridad, ha sufrido el robo de varios bienes en dos ocasiones.
Incluso, los trabajadores de sus predios, también han resultado víctimas de estos hechos delictivos.
Además, un familiar cercano al ganadero fue secuestrado por miembros del Ejército de Liberación Nacional (Eln). Luego de 43 días de cautiverio, fue liberado.
El hecho delictivo más reciente se registró el pasado viernes en una de sus fincas ubicada en Los Cerrejones, corregimiento de Chiriguaná, zona minera del Cesar.
Los ladrones encañonaron a los empleados de la finca. Ese día ellos habían recibido pago de su mensualidad y les robaron el dinero
En el lugar, se encontraban diez trabajadores, quienes fueron abordados abruptamente por cuatro sujetos desconocidas, fuertemente armados. Sin mediar palabras, intimidaron a los empleados del predio, les robaron dinero en efectivo. A su vez, se llevaron varios celulares, dos motocicletas, dos guadañas y una motosierra.
“Los ladrones encañonaron a los empleados de la finca. Ese día ellos habían recibido pago de su mensualidad y les robaron el dinero. También se llevaron varios elementos de la finca. Es una situación angustiante, porque es la segunda vez que nos pasa. La vez anterior nos robaron en otra finca que tenemos en la misma localidad, se llevaron hasta las carnes que había en el congelador”, comentó el ganadero.
Durante los últimos meses, se registraron situaciones similares en ocho predios ganaderos ubicados en zonas rurales de Chiriguaná. En esa oportunidad, los trabajadores de dichas fincas también fueron blancos de robo.
“Son bandas delictivas que vienen azotando a esta zona. Bajo esta misma modalidad, han asaltado las fincas El Amparo, El Descanso, El Silencio, La Cueva, propiedades de otros ganaderos de la región que se sienten impotentes frente a esta problemática”, recalcó el afectado.
La extorsión, otro flagelo que afecta al sector
A esta complicada problemática se suman la extorsión, al igual que los delitos de abigeato y carneo que se vienen incrementando en esta sección del Caribe colombiano.
Cifras entregadas este año por la Policía Nacional indican que, durante los últimos 14 años, han sido hurtados 2.578 semovientes en este departamento.
El mayor impacto de estos delitos se registra en los municipios de la zona norte del Cesar: Agustín Codazzi, La Paz, Manaure, San Diego, Pueblo Bello y Valledupar.
Según la Federación de Ganaderos del Cesar (Fegacesar), la comercialización de las carnes que se sustrae de los animales robados se realiza en condiciones normales en la capital del Cesar y en las cabeceras principales de otros municipios.
Voces de este sector indican que el incremento de estos delitos afecta a 22.000 ganaderos de esta región, por lo cual muchos de ellos les ha tocado encerrar el ganado para frenar el robo del mismo. En este contexto, los afectados exigen adoptar medidas más estrictas para contrarrestar este flagelo.
“Hace poco se robaron 30 reses en San Diego y la policía recuperó el camión y los animales. Sin embargo, a pesar del esfuerzo que hacen las autoridades, se requiere adoptar mayores estrategias. Otra situación que nos asiste es el proyecto de ordenanza que cursa en la Asamblea sobre impuesto de seguridad. Creemos que no solo afecta a las empresas del Cesar, sino también a las fincas productoras de la región, porque las califican como industriales”, recalcó un ganadero de Valledupar.
El pronunciamiento de Fedegán
Frente a este flagelo, El Presidente Ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), José Félix Lafaurie, sostiene que el abigeato se debe, en buena parte, a la incapacidad de las autoridades para controlar la informalidad en el sacrificio y comercialización de la carne de ganado.
En igual sentido, destacó que faltan mayores controles por parte de las entidades sanitarias y de las Secretarías de Gobierno para minimizar el problema.
“Un animal que roban de estos predios, el destino es el matadero. No vemos que ninguna de estas acciones se resuelva por parte de los secretarios de Salud y de Gobierno. Hoy en día el encadenamiento cárnico obliga a que los inspectores, por ejemplo, de salud, para ver si la carne tiene las condiciones adecuadas para ser consumidas, puedan pedir licencias de movilización, ya no del ganado a las plantas de sacrificio, sino de estos lugares a los expendios”, recalcó el presidente de Fedegán.
Subrayó, además, que: “La Fiscalía, como en varios casos que conozco, no imputa el delito de abigeato, porque este delito lleva aparejado la incautación y extinción del dominio de los bienes que ha servido para comisión de ese delito”, puntualizó Lafaurie.
Ludys Ovalle Jácome
Especial para EL TIEMPO
Valledupar