Los bajos niveles del río Magdalena han obligado a modificar la operación del transporte fluvial entre los departamentos de Magdalena y Atlántico.
Según Blas Calvo, dirigente de la Asociación de Productores Agrícolas de Bohórquez, en Campo de la Cruz, los "Jonson", embarcaciones que conectan a Salamina con el sur del Atlántico, han tenido que trasladar sus puntos de llegada dos kilómetros río arriba para continuar operando.
Esta situación ha generado complicaciones para los habitantes que dependen del cruce diario del río, ya que el acceso a las embarcaciones ahora implica recorrer mayor distancia. La medida busca garantizar la continuidad del transporte, pero evidencia los efectos del descenso en el caudal del Magdalena, que sigue siendo motivo de alerta en la región.
Embarcaciones. Foto:Capitanía de Puerto de Barranquilla
Además del impacto en la movilidad, el sector agrícola también enfrenta dificultades. Productores en Bohórquez han recurrido al uso de motobombas para mantener sus cultivos, ante la disminución del agua disponible en la zona.
La situación pone en riesgo la producción agrícola y eleva los costos para los campesinos que dependen del río como fuente principal de riego.
Intervienen bocatomas para garantizar servicio
Las autoridades del Atlántico han tenido que intervenir tres bocatomas en el sur del departamento debido a la reducción del nivel del río Magdalena. Una de ellas, ubicada en Santa Lucía, ya fue movida para asegurar la captación de agua y el suministro a la comunidad.
Así luce el río Magdalena. Foto:Gestión del Riesgo
En Campo de la Cruz, se han desplegado maquinarias durante las últimas dos semanas para remover material y permitir la entrada del agua en el punto de captación. La tercera bocatoma, en Puerto Giraldo, se encuentra en evaluación para ser trasladada de su ubicación actual y evitar problemas en el suministro.
La secretaria de Agua Potable y Saneamiento Básico, Lady Ospina, informó que el nivel del río Magdalena en el sur del Atlántico es de 3.03 metros. Aunque esta cifra aún permite garantizar el servicio de acueducto, las autoridades mantienen la preocupación y realizan monitoreos constantes.
Río Magdalena. Foto:Prensa Alcaldía Barranquilla
En total, once sistemas de acueducto adicionales en el departamento están siendo supervisados para anticipar posibles afectaciones.
La reducción del caudal del Magdalena sigue representando un desafío para la región, tanto en materia de transporte como en el acceso al agua potable y la sostenibilidad agrícola.