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Muchas historias de cambios físicos son narradas a diario en distintos portales y redes sociales. Algunas parecen increíbles, como la de José, que perdió 68 kilos tras una intensa dieta. Oriundo de Utah, relató cómo era su vida antes y después de este radical cambio que lo transformó impresionantemente.
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José Matos pesaba más de 230 kilos hace dos años, pero gracias a estos cambios en su vida diaria, logró pesar 170 kilos. Tras una enfermedad en la cara conocida como la Parálisis de Bell, el hombre de 32 años decidió cambiar y tomar en serio la dieta y el ejercicio.
Las claves para bajar 68 kilos en dos años, fueron 4:
- Priorizar las proteínas: pollo, carne y pescado tardan más en digerirse y ayudan a tener sensación de saciedad comiendo 72 gramos por día.
- Limitar los antojos: alimentos congelados y ultraprocesados, hamburguesas, papas fritas y gaseosas salieron de su vida.
- Formular una filosofía de ejercicio: progresivamente ir haciendo ejercicio como caminar media hora, sentadillas y luego pesas en el gimnasio.
- Forjar un sistema de apoyo: fue fundamental contar con amigos y familiares que lo apoyaron durante todo el proceso.
En diálogo con Today.com, Matos contó que su red de apoyo fue “muy importante”. Y que además: “Fueron fundamentales para enseñarme que esto no es solo una carrera corta, no es una cura de la noche a la mañana. Es para toda la vida. Se trata de crear hábitos para toda la vida”.
Cómo es la vida después de cambiar la alimentación
José Matos cambió para siempre su vida, en parte, gracias a la enfermedad que tuvo, la cual le hizo darse cuenta de que debía dejar esos hábitos. “La parálisis de Bell realmente me ayudó a tener la fortaleza mental para decir: ya es suficiente”, explicó el comerciante de Utah.
Hoy por hoy, sigue peleando por su salud, porque para él los cambios son “día a día” y no hay soluciones mágicas rápidas. Cuando está cansado de hacer ejercicio o quiere abandonar, repite su mantra: “Sé que tengo que hacerlo, quiero hacerlo y puedo hacerlo”.
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