Bien sea en sus trinos, o través de sus discursos en eventos oficiales, no han sido pocas las veces en las que el presidente Gustavo Petro ha lanzado propuestas que han levantado debate en el país. Ayer, durante su intervención en la Plaza de Bolívar en el marco de la "marcha de las canas", arrojó una más: bajar la edad de pensión en Colombia.
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"Yo sí creo que la humanidad debería ver que, en vez de aumentar la edad de pensión, lo que deberíamos ya estar discutiendo en todo el mundo es cómo se reduce", planteó el mandatario.
Como sucedió en otras ocasiones, la idea del jefe de Estado no pasó desapercibida y ya genera discusiones sobre los posibles impactos en la productividad y competitividad de las empresas, así como la carga financiera para los sistemas de pensiones.
Incluso centros de pensamiento como Fedesarrollo, y la misma OCDE, han recomendado a Colombia la necesidad de debatir un aumento en la edad de pensión, entendiendo que la expectativa de vida entre los colombianos ha subido.
Ahora bien, más allá de las implicaciones específicas de esta propuesta, el mandatario ha dejado caer constantemente iniciativas que, en algunos casos, parecen difíciles de materializar.
En agosto, el presidente Petro reencauchó la posibilidad de que el Banco de la República imprima billetes para reparar a las víctimas del conflicto. A pesar de ser una deuda histórica del Estado -Contraloría y Defensoría dicen que la reparación costaría 334 billones de pesos- esta vía rápidamente fue calificada como contraproducente para la estabilidad macroeconómica del país.
Hace poco lanzó una nueva propuesta: modificar el escudo de Colombia. En concreto, la idea del jefe de Estado consiste en variar la palabra "orden" de la cinta debajo de la figura del cóndor de los Andes por "orden justo", con el fin de resaltar que el único orden legítimo es aquel que se basa en la justicia. En ese sentido, le solicitó a la representante del Pacto Histórico Dorina Hernández presentar un proyecto de ley al Congreso de la República.
"Como no tiene resultados para mostrar tiene que recurrir a semejantes sandeces", escribió entonces el representante del Centro Democrático, Andrés Forero.
En su última visita al Consejo de Seguridad de la ONU, en julio, el Presidente sorprendió con la idea de utilizar el fast track legislativo (en plata blanca, menos debates y aprobación exprés en el Congreso) para modificar la ley e incluso la Constitución. “Un procedimiento de fast track nos llevaría a reducir los plazos del tiempo para cumplir con efectividad el acuerdo de paz firmado. Lo vamos a presentar a la sociedad colombiana y al Congreso, pero quisiéramos dejarlo aquí, refrendado ante ustedes”, dijo el mandatario esta semana en Nueva York.
Como en el caso de la constituyente, del plebiscito o del referendo, el eventual paso por el Congreso de una propuesta de fast track sería accidentado. La discusión y luego el control de la Corte Constitucional tomarían al menos un año.
'Continúa construyendo un discurso electoral'
Para Liliana Gómez, directora de la Maestría en Comunicación, Tecnología y Sociedad de la Pontificia Universidad Javeriana, el presidente Gustavo Petro trata de estar vigente y ocupando múltiples agendas no en calidad de mandatario sino como alguien que continúa construyendo un discurso electoral.
"Gustavo Petro siempre ha sido bueno comunicando en entornos electorales y lo hace muy bien. En comunicación de Gobierno no lo ha hecho bien porque sigue sin conectar con los temas del país, los medios no le copian su discurso, el congreso no le pasa sus proyectos. Entonces, pienso que se queda haciendo lo que mejor sabe que es posicionar muchos temas en la agenda, construir un enemigo", comenta.
"El presidente Petro sabe bien que en política si uno no juega a la ofensiva termina jugando a la defensiva. A él no le importan los temas. El ve a los medios y a la opinión como a un gato. Usa su laser para engatusar. Así la gente se enreda en unos temas que a él, en el fondo, no le importan", señala Miguel Silva, consultor de comunicaciones.
En ese sentido, Liliana Gómez indica que el mandatario "sigue construyendo un discurso de los distintos y para eso lanza temas, para que se siga hablando de él en diversos espacios, sin encontrar palabras de unidad, de conciliación, de negociación".
JUAN PABLO PENAGOS RAMÍREZ
Periodista de Política