Walter Salles acumuló la semana pasada un nuevo reconocimiento para su película 'Aún estoy aquí' (Ainda estou aqui): el premio Goya a la mejor película iberoamericana.
Su película -que se estrena en las salas de cine de Colombia este jueves 13 de febrero- también está nominada a tres Óscar y tuvo dos candidaturas a los Globos de Oro –con un premio a mejor actriz de drama para Fernanda Torres– pero desde antes de ganar consideraba que la nominación al Goya “era muy especial” y no solo porque es la primera para una película brasileña desde que el cine de su país puede competir por el galardón.
“La nominación al Goya fue muy especial. Primero, por la admiración que tengo por la cultura iberoamericana en su conjunto”, por nombres como los de Cervantes, Octavio Paz, Gabriela Mistral, Jorge Luis Borges, Fernando Pessoa, Clarice Lispector, Roberto Bolaño y tantos otros, “que nos enseñaron a contar historias”.
La ganadora del Globo de Oro y nominada a los premios Óscar Fernanda Torres. Foto:Sony Pictures
“Y también por la admiración que tengo por la cinematografía española desde Buñuel, una cinematografía cuyos cineastas influyeron en mi mirada y mi formación, tanto en el documental como en la ficción”, agrega el realizador que asegura que desde que hizo Diarios de motocicleta (2004) siente “que formamos parte de una identidad mucho más amplia que la de un solo país”.
Una cuestión afectiva
Salles dirige una película muy personal para él, ya que se trata de una historia real que conoce muy bien, y con la que traza un delicado y a la vez duro retrato del Brasil de la dictadura militar que se prolongó desde 1964 a 1985.
“Cuando narras una historia tan personal, el enfoque se concentra en intentar honrar la memoria de las personas que tuviste la suerte de conocer, y la memoria de un país durante los años traumáticos de la dictadura militar. Y también en honrar una cultura, una identidad en tránsito a lo largo de tres décadas”. Para él, “existe una responsabilidad inherente al hecho de narrar una historia como esta” y por eso dedicó siete años a investigar, entrevistar a todas las personas involucradas en la historia y conocer hasta el más mínimo detalle para desentrañar “la geografía humana y física de los años 70, 80, 90”.
La historia de la película está basada en el libro 'Ainda Estou Aqui', de Marcelo Rubens Paiva. Foto:Sony Pictures
Una película que supone su regreso al cine tras 16 años de ausencia y que superó en los Goya a El Jockey, de Luis Ortega (Argentina); El lugar de la otra, de Maite Alberdi (Chile); Agarrame fuerte, de Ana Guevara y Leticia Jorge (Uruguay) y Memorias de un cuerpo que arde, de Antonella Sudasassi (Costa Rica).
“En Brasil, el público está volviendo a descubrir las películas en las salas, de manera colectiva. Espero que este proceso se profundice y abarque las películas provenientes de diferentes cinematografías latinoamericanas”.
Otros referentes
Recientemente vi por segunda vez Dispararon al pianista, de Fernando Trueba y Javier Mariscal, una “película extraordinaria sobre un músico y un drama político poco recordado en Brasil”.
“Una película de amor a la libertad y a la música, que me gustaría que los brasileños descubrieran como merece”, agrega el realizador de filmes como Central do Brasil (1998) o Linha de passe (2008).
También en el sentido contrario, espera que lleguen a otras películas filmes brasileños excepcionales, como Marte Um, de Gabriel Martins, y Fico te devendo uma carta sobre o Brasil, de Carol Benjamim, ambos “de una profunda humanidad”.