La reunión este miércoles en Londres para abordar las vías para un posible alto el fuego en Ucrania, con la participación de representantes del Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y Francia, ha sido reducida a nivel de funcionarios tras suspenderse el previsto encuentro entre ministros de Exteriores.
El Departamento de Estado de EE. UU. confirmó la ausencia de su jefe de la diplomacia, Marco Rubio, por un problema de agenda, por lo que asistirá, en cambio, el enviado del presidente de Donald Trump para Ucrania y Rusia, Keith Kellogg, según adelantaron los medios británicos.
Un socorrista ucraniano camina junto a un coche quemado tras un ataque con misiles en Sumi. Foto:AFP
Antes de las conversaciones del miércoles, el ministro británico de Exteriores, David Lammy (que tampoco asistirá hoy), afirmó haber mantenido una "productiva conversación" con Rubio y recalcó que su país trabaja con EE. UU., Ucrania y Europa para poner fin a la guerra.
Según EE. UU., la delegación estadounidense, sin Rubio, espera "mantener reuniones técnicas sustanciales y eficaces con sus homólogos ucranianos y británicos" e indicó que volvería a programar su viaje al Reino Unido en los próximos meses.
Este miércoles el diario Financial Times (FT) asegura que el presidente ruso, Vladimir Putin, ha ofrecido detener su invasión de Ucrania en la línea del frente actual como parte de los esfuerzos para alcanzar un acuerdo de paz, según personas familiarizadas con el asunto.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin. Foto:EFE
Las condiciones serían, según las fuentes citadas, que Estados Unidos acepte el reconocimiento de la soberanía de Rusia sobre Crimea, anexada en 2014, y el compromiso de no adhesión de Ucrania a la Otán.
Desde entonces, Estados Unidos ha planteado ideas para un posible acuerdo que incluye el reconocimiento por parte de Washington de la propiedad rusa de la península ucraniana de Crimea.
La propuesta es la primera indicación formal que Putin da desde los primeros meses de la guerra hace tres años de que Rusia podría dar marcha atrás en sus exigencias maximalistas para poner fin a la invasión, subraya el periódico inglés.