ArtBo cumple 20 años sin perder las formas

hace 1 mes 15

Una demostración palpable de la importancia de la Feria Internacional de Arte de Bogotá (ArtBo) es la evolución de artistas colombianos que se asomaron con timidez de debutantes y ahora son estrellas de las artes plásticas.

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Por ejemplo, Miler Lagos aún recuerda su primera participación en 2010 en el espacio Artecámara, dedicado a talentos jóvenes: “Teníamos un pabellón completamente dedicado a artistas que no tenían una representación de galería. Eran unos espacios muy experimentales y esto, poco a poco, fue fortaleciendo el interés internacional por los artistas colombianos”.

Apenas tres años después, Lagos ya contaba con representación internacional, pronto se dio el lujo de exponer en la galería Saatchi de Londres y se labró un lugar en la escena mundial. La directora de ArtBo, María Paz Gaviria, cita este caso para poner de relieve lo que significa una feria de esta magnitud para los creadores locales.

Una demostración palpable de la importancia de la Feria Internacional de Arte de Bogotá (ArtBo) es la evolución de artistas colombianos que se asomaron con timidez de debutantes y ahora son estrellas de las artes plásticas.

“Pienso en artistas que vimos en Artecámara –dice Gaviria, a punto de inaugurar la feria de los 20 años–, jóvenes promesas del arte colombiano como María José Arjona, Miler Lagos, Kevin Mancera, Linda Pongutá... que tuvieron una entrada a través de esa apuesta del arte joven que se hace en la feria. Y ves que con el paso de los años, en el marco de una feria internacional, tienen representación de galerías colombianas y luego internacionales”.

No es casual que la directora, cuyo cargo también se ha transformado a gerente de Plataformas de la Cámara de Comercio de Bogotá, mencione el crecimiento individual de los artistas: todo el entorno, desde las pequeñas galerías y los gestores culturales hasta la feria misma, ha crecido y hoy celebra dos décadas de exhibición.

“Esto fue una apuesta que arrancó con esa visión de promoción, de posicionamiento, de volver a Bogotá un destino para el arte, la cultura, los negocios”, afirma Gaviria, quien tuvo su propio debut en la feria del 2012, luego de haber estudiado Historia del Arte, en la Universidad de Columbia, en Nueva York.

Tonos claros y oscuros

María Paz Gaviria es la directora de ArtBo

María Paz Gaviria es la directora de ArtBo

Foto:Sergio Acero

María Paz Gaviria cierra los ojos y se remonta años atrás para hablar de sus momentos más felices en estos 20 años de ArtBo. “Tuvo que haber sido la inauguración de ArtBo 2013, casi que me puedo visualizar a mí misma parada en las puertas de la feria. Fue quizás el primer año completo que viví en Corferias y fue un año marcado por una gran internacionalización para el evento y por ende para el ecosistema. 

La feria creció exponencialmente, cuando hablábamos de ser una gran vitrina para el arte en América Latina, y a su vez también fue un momento de recibir muchísimo público, muchísima difusión”.

Hoy, ArtBo quiere reconocerse como mucho más que un evento de cuatro días. Es, en realidad, un programa ambicioso que ostenta otros espacios de recorridos por la ciudad, como ArtBo Fin de Semana; como todas sus jornadas expositivas, ArtBo Salas, publicaciones, programas de formación para artistas y también para los artesanos.

“No es solamente lo que ocurre en la Feria Internacional de Arte de Bogotá –se apresura a apuntar Gaviria–, es todo un programa y esta semana es una sombrilla desde Ágora Bogotá que detona las actividades artísticas en galerías, museos, espacios independientes e incluso en otras ferias de arte”.

Las cifras de estos años son elocuentes: durante las 20 ediciones de la feria han participado más de 200 galerías de 30 países, solamente en la sección principal. A su vez, 550 artistas emergentes han expuesto en el semillero de Artecámara, que ha contado con 18 curadurías de alto nivel.

Algo similar ha ocurrido con secciones como Proyectos (13 curadurías y 150 artistas), Referentes (ocho curadurías con más de 280 artistas) y Sitio (seis curadurías con 36 artistas).

No obstante, no todo ha sido color de rosa, pues en sus primeros 20 años, ArtBo ha soportado una pandemia y no pocos problemas logísticos.

Al recordar la sucesión de webinars virtuales que solventó el año de la pandemia, la directora asume un tono grave: “Hablamos de un momento en el que todos como individuos y el ecosistema de las artes atravesaban de manera colectiva algunos de los momentos más complejos de la humanidad”.

Gaviria recuerda esas largas horas de muchas dudas, de no saber cómo responder y de tener que cancelar ArtBo Fin de Semana al comienzo de la crisis del covid-19. Pero también hubo tragos amargos varios años antes:

“En el 2014, la feria no estuvo lista. Hablo, literalmente, de los muros, de la pintura, de momentos donde entraban las galerías y todo estaba lleno de polvo, estábamos limpiando... momentos complejos. Y en el 2017 se perdió la pieza de la entrada de la feria. Una de las piezas más icónicas del maestro venezolano Jesús Rafael Soto... Todas las ferias están llenas de estas anécdotas”, confiesa Gaviria.

Las secciones del 2024

La feria que se abrirá al público este 26 de septiembre es una edición especial de ArtBo que recordará su cumpleaños número 20 con las galas que ello impone. Serán 125 expositores, entre galerías colombianas y extranjeras, de 16 ciudades del mundo.

Este año, ArtBo está pensada para reunir las voces de la producción artística latinoamericana, desde el modernismo y lo histórico hasta la contemporaneidad. Una sección que brilla como homenaje es la que se denomina Referentes, quizás la que mejor habla de estas dos décadas.

“Es la historia de 14 galerías extintas en el país. Son esos grandes precursores que ya no existen. Colombia es un país donde el galerismo, desde lo privado, ha gestado la identidad visual del país”, sostiene Gaviria. 

En efecto, la curaduría se esmeró en rendir tributo a esas galerías y a 50 de sus artistas, que marcaron un parteaguas en el arte nacional antes de desaparecer, no solo en Bogotá, sino también en Cali, Medellín y Barranquilla.

La selección estuvo liderada por tres cabezas: Pablo León de la Barra, curador de arte latinoamericano del Guggenheim Nueva York; María Wills, curadora e investigadora colombiana, y José Ruiz, artista, investigador y diseñador. Ellos se tomaron el trabajo de examinar la historia del galerismo en Colombia para tomar una pausa, mirar atrás y celebrar también el pasado del arte en el país.

Otra sección, llamada Proyectos, fue curada por el español Juan Canela, quien trabaja con el Museo de Arte Contemporáneo de Panamá. “Su curaduría gira en torno al cuerpo, a la identidad y está enmarcada por la presencia latinoamericana, centroamericana y también de artistas colombianos como Juan Pablo Echeverri, fallecido en la pandemia”, agrega Gaviria.

El tradicional salón de creadores jóvenes, Artecámara, ofrece obras de 30 artistas dentro de una convocatoria pública, nacional y en línea, liderada por Ximena Gama, curadora de la Biblioteca Nacional de Colombia. Según Gaviria, el eje temático es la incertidumbre del presente.

“Es la participación más grande que hemos tenido hasta la fecha. Son editoriales bogotanas, colombianas, internacionales”.

En el apartado de las publicaciones, la sección Libro de artista se convierte en una pequeña feria editorial independiente. “Son 58 editores que están participando –cuenta Gaviria–, es la participación más grande que hemos tenido hasta la fecha. Son editoriales bogotanas, colombianas, internacionales. Lo hicimos con varios sectores, una marca de la multidisciplinariedad de ArtBo y de cómo se conectan las editoriales con otras artes en el país”.

Una sección que cambia es la de las conversaciones, que lleva por título Encuentros. Se trata de seis mesas de discusión, en las que toman asiento agentes nacionales e internacionales, moderados por la argentina Benedicta Abadía, coleccionista y miembro del Comité de Adquisiciones del Museo Solomon R. Guggenheim, de Nueva York. De acuerdo con el programa de mano, el objetivo de Encuentros es “liderar la construcción del pensamiento crítico contemporáneo”.

En palabras de Gaviria, allí se hablará “sobre esas posibilidades de reparar el mercado del arte con grandes agentes institucionales, coleccionistas, curadores y asesores de arte. Estos encuentros se abren en gran formato para que el público pueda ver en una dinámica muy diferente este año”.

Y otro de los tributos que sobresale en ArtBo es el que se le hace a David Manzur, quien cumple 95 años y sigue siendo una figura emblemática del arte colombiano. Estarán colgadas ocho obras recientes, pintadas entre 2018 y 2024. Es fácil reconocer el misticismo tradicional que caracteriza sus cuadros, con elementos barrocos y figuras humanas, todas ellas femeninas.

La vivencia del encuentro

Lo primero que se encontrará el visitante de ArtBo, en el primer piso, será un espacio dedicado a las experiencias, con puestas en escena vivenciales. Dice Gaviria: “Desde el colombiano Paulo Licona, con una de las experiencias más grandes en la feria, hasta la gran artista brasilera Carmela Gross, quien atraviesa todo el edificio desde las escaleras, en el momento de apertura. 

También tenemos un carro intervenido por Linda Pongutá, que pasó por Artecámara y ahora está en galerías importantes”. Para los que quieran acercarse al arte, habrá visitas comentadas gratuitas, que pueden ser solicitadas en el primer piso del Ágora Bogotá. También, actividades para niños o un espacio de experimentación. La programación está en el sitio web: www.artbo.co/.

JULIO CÉSAR GUZMÁN

Editor de EL TIEMPO 

En X: @julguz

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