Luego del siniestro que tuvo lugar en la mañana del 10 de enero en la concurrida calle 33 de Medellín, se conoció que el árbol cuya caída cobró la vida de un intendente de la Policía Nacional y dejó a cuatro personas más heridas, ya tenía una orden de tala del Área Metropolitana en tanto era inminente su desprendimiento.
El árbol ya había sido enlistado por la Secretaría de Infraestructura de la ciudad para llevar a cabo el proceso de tala, puesto que, según las evaluaciones realizadas por los expertos de la dependencia de gestión ambiental de la administración distrital, se había dictaminado que por su estado podía caerse en cualquier momento.
Orden de tala
Según la Secretaría de Infraestructura de Medellín, la entidad había radicado la orden para que el árbol fuera cortado desde el pasado 27 de diciembre por el crecimiento anormal que había hecho que este se encontrara suspendido encima de la vía. Dicha orden sido acatada por los entes ambientales a cargo del proceso este mismo 10 de enero, y se había establecido la pronta intervención para retirar el árbol.
Sin embargo, a las 11 de la mañana de este lunes, el árbol cayó sobre la 33, que, como se mencionó, es una de las vías con mayor flujo vial de la ciudad, independiente de la franja horaria. Al momento de la caída, se reportó que el impacto había producido lesiones en cinco personas que transitaban bajo las ramas del árbol al momento de su precipitación.
Sin embargo, pocas horas después, se conoció que uno de los heridos, el intendente jefe de la Policía Metropolitana, Juan Pablo Cano, de 41 años, había perdido la vida por la gravedad de sus heridas, mientras que se encontraba siendo atendido en la Clínica Medellín de Occidente, a donde había sido trasladado tras el siniestro.
“Cerca del mediodía ingresa un reporte por el colapso de un árbol en la avenida 33 con la carrera 62, esto cerca del cerro Nutibara. En este se ven involucradas cuatro motocicletas, donde se ven afectadas cinco personas, uno dado de alta en el sitio y cuatro más trasladados a centros asistenciales, uno con urgencia vital por un TEC severo”, explicó el subdirector del Dagrd, Jaime Enrique Gómez Zapata.
Según el reporte de las autoridades, las autoridades realizaron múltiples evaluaciones técnicas previas a emitir la orden de tala referente al árbol, y en esos procesos no se encontraron maneras viables para curarlo en respuesta al debido proceso establecido por las autoridades ambientales del Área Metropolitana para la intervención de árboles en riesgo.
En este ‘qué hacer’ determinado por el programa de gestión de árboles en riesgo de la ciudad, se propende por la conservación de los árboles en la medida de lo posible a través de tratamientos que ayuden a preservarlos y restaurarlos, sin embargo, el ejemplar que colapsó en la 33 no tenía manera de ser conservado.
NICOLÁS TAMAYO ESCALANTE
Periodista de Nación, en Medellín.