Gloria Cristina Echavarría fue, hasta hace seis días, la registradora encargada de Apartadó. El 31 de marzo tuvo que salir por amenazas y una posible incineración de la sede la autoridad electoral. Las intimidaciones habrían llegado por parte de seguidores de Héctor Rangel Palacios, quien hasta hace unos meses era el alcalde del municipio más poblado del Urabá antioqueño y que, aunque el Consejo de Estado anuló su elección, buscaba estar este domingo en el tarjetón de las elecciones atípicas para recuperar el cargo. Sin embargo, un decreto del Tribunal Administrativo de Antioquia, emitido a menos de 48 horas antes de los comicios, determinó la suspensión de la inscripción de su candidatura.
Este es tan solo un elemento que refleja la tensión bajo la cual tendrán que salir a las urnas los más de 108.000 ciudadanos habilitados para votar en el municipio. El otro es la sombra del ‘clan del Golfo’, estructura criminal que ha establecido un dominio hegemónico en el Urabá, especialmente en su zona rural. Allí ejerce control social y económico a través de extorsiones relacionadas con el uso de maquinaria, la recolección de cosechas y el tráfico vinculado a la agroindustria, especialmente la del banano. Y aunque no hay pruebas de una injerencia directa en los comicios de hoy, conocedores de la política local de Apartadó que pidieron reservar su nombre apuntan que es común que patrocinen la política.
El municipio de Apartadó se considera la capital del Urabá antioqueño. Foto:Julián Ríos Monroy. EL TIEMPO
“No patrocinan a una persona, por lo general siempre hay dos candidatos opcionados a ganar y se cree que ambos reciben el apoyo. Existen lugares donde estas personas dan un nombre y eso es suficiente para obedecer”, señalan.
De acuerdo con la Misión de Observación Electoral (MOE), del total de hechos registrados desde 2018 hasta 2024 se identificó como responsable al ‘clan del Golfo’ con 14 hechos de afectación electoral. “Están haciendo presencia con muchísima más fuerza, ejerciendo labores de control social en zonas rurales”, apuntó la veeduría.
Al margen de ese contexto, la contienda electoral ha estado marcada por polémicas en la inscripción de los dos principales candidatos. Rangel finalmente no podrá participar. Su gran contrincante, Adolfo Romero, pareciera tener abierta entonces la senda del triunfo.
La disputa entre ambos viene desde las elecciones regionales de 2023. En esa ocasión, Rangel ganó con más de 28.000 votos, dejando a Romero en el segundo puesto. Esta vez hay otros cinco candidatos, pero los dos protagonistas de hace dos años vuelven a ser los más opcionados.
Héctor Rangel Palacios, candidato a la Alcaldía de Apartadó. Foto:Facebook
Rangel llegaba bajo la coalición Apartadó, Unidos por la Vida, con el aval del Partido Liberal, ‘la U’, ASI y Mais. Según su abogado, Tony Luis Lozano Berrocal, a pesar de haber sido alcalde hasta hace poco y haber ordenado gasto –razón por la que se solicitó revocar su candidatura a última hora–, está habilitado para participar ya que, supuestamente, no ejerció autoridad administrativa, civil ni política en el municipio.
“El efecto para él es que se retrotrae, se devuelve todo el proceso hasta el 29 de octubre del año 2023, cuando fue electo alcalde y lo que dice la orden judicial es, anúlese el acto de elección. Hasta allí llega Rangel”, le dijo a este diario.
El 26 de septiembre de 2024, la Sección Quinta del Consejo de Estado anuló la elección del exalcalde de Apartadó por doble militancia en modalidad de apoyo. Durante el proceso de campaña de 2023, Rangel apoyó a dos candidatos al concejo de Apartadó por el partido Independientes, el viejo movimiento del exalcalde de Medellín Daniel Quintero. También a un candidato a la Asamblea, Walter Salas (hoy en día diputado de Antioquia.) El apoyo se dio a través de redes sociales y con la asistencia a eventos públicos.
Rangel intentará regresar a la Alcaldía, pero enfrentaría nuevamente solicitudes de revocatoria. Foto:Facebook
Inicialmente, la estructura liberal de Rangel apostó a seguir en competencia en estas elecciones atípicas dándole el aval a Eliécer Arteaga, exalcalde de Apartadó entre 2015 y 2019. No obstante, esa candidatura sufrió un revés: el CNE la revocó porque su hija trabajó en la Registraduría del municipio hasta un año antes de los comicios. Fue al quedarse sin candidato que Rangel decidió volver a lanzarse. Desde ahí se empezaron a caldear los ánimos.
En Turbo obtuvo una polémica orden judicial de un juez administrativo para ser inscrito. El 28 de marzo, con documentación en mano, su equipo se dirigió hasta la Registraduría de Apartadó para pedir su inscripción, la cual se hizo en la madrugada del 29 de marzo. Sin embargo, denunciaron supuesta negligencia de la registradora Echavarría. En redes sociales se extendió el rumor de que la funcionaria habría obstruido la inscripción por supuesta cercanía con el exsenador Julián Bedoya, jefe político del candidato Adolfo Romero. La Registraduría negó rotundamente esas afirmaciones y a pesar de nombrar una registradora ad hoc, aún teme por posibles ataques a sus funcionarios.
León Fredy Muñoz y Adolfo Romero. Foto:X
Romero, el otro candidato, tiene el apoyo de Cambio Radical y la Alianza Verde. León Fredy Muñoz, exembajador ante Nicaragua y senador de la República, ha hecho constante activismo político por este candidato. Ante la salida de Rangel de la contienda, se perfila como el ganador.
La Sala Unitaria de Decisión del Tribunal de Antioquia tomó como medida provisional apartar al exalcalde de las elecciones ya que, para el tribunal, el Juez Segundo de Turbo no era el competente para permitir que su rostro aparezca en el tarjetón.
La novela está lejos de acabar y la elección del alcalde del municipio que es la puerta del Urabá tiene ‘cantadas’ varias demandas. Rangel, ya sin chance, advirtió: “La última voluntad la tiene el pueblo”. Golpeado históricamente por la guerra y con la sombra del ‘clan del Golfo’ siempre rondando, Apartadó vuelve a las urnas.
Director de la UNGRD entregó carrotanques. Foto:
JUAN PABLO PENAGOS RAMÍREZ
Redacción Política
*Con insumos de Nación