En 2023, la pobreza en América Latina y El Caribe continuó su reducción tras la fuerte alza causada por la pandemia del covid-19 y alcanzó el registro más bajo desde 1990. Sin embargo, los altos niveles de desigualdad de ingresos siguen siendo uno de los mayores desafíos de la región, a lo que se suman unos altos niveles de desprotección social y una crisis persistente de cuidados.
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Esas son las principales conclusiones del informe 'Panorama Social de América Latina y el Caribe 2024' publicado este martes 12 de noviembre por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y que, pese a la reducción, da cuenta de una cifra impactante: 172 millones de personas no cuentan con ingresos suficientes para cubrir sus necesidades (de más de 660 millones de habitantes en la región) y 66 millones ni siquiera tienen acceso a la canasta básica de alimentos.
Según el informe de la Cepal, la pobreza en América Latina y El Caribe en 2023 fue del 27,3 por ciento, lo que supone una disminución de 1,5 puntos porcentuales si se compara con la cifra de 2022 y de más de 5 puntos respecto al dato de 2020, cuando la crisis por el covid-19 elevó las cifras a niveles críticos (más de 200 millones de personas estaban en situación de pobreza para aquel año).
La cifra de pobreza extrema también presentó una reducción de 0,5 puntos porcentuales respecto a 2022 y se ubicó en 10,6 por ciento. Aunque se mantiene tres puntos porcentuales por encima del dato de 2014, cuando la región registró la menor cifra de pobreza extrema en las últimas tres décadas (8,6 por ciento).
Para 2024, proyecta la Comisión, la región mantendrá una tendencia a la reducción (26,8 por ciento de la población en situación de pobreza, es decir, 170 millones de personas) pero con escasos avances en el caso de la pobreza extrema.
Estas son las cinco conclusiones más importantes del informe revelado por la Cepal este martes desde Santiago de Chile.
1. Las razones detrás de la disminución
Si bien 12 países de la región han reportado reducciones de la pobreza entre 2021 y 2023, la disminución a nivel regional de la que da cuenta el más reciente informe de la Cepal se explica en gran parte por lo ocurrido en Brasil.
Según el documento, "el número de personas que salieron de la pobreza en ese país equivale al 80 por ciento de la variación del indicador a nivel latinoamericano. Las reducciones de las tasas de pobreza y pobreza extrema en el Brasil, de 3,4 y 1,7 puntos porcentuales, respectivamente, fueron las de mayor magnitud".
Otros países que reportaron caídas en sus indicadores de pobreza fueron Paraguay (-3,2 puntos porcentuales), Colombia (-1,8), El Salvador (-1,9 puntos porcentuales) y República Dominicana (-2,2 puntos). Colombia, además, presentó una disminución de un punto en sus indicadores de pobreza extrema.
Al contrario, Honduras y Perú fueron los únicos países de la región que registraron un aumento de la pobreza en 2023, ambos con una subida de un punto porcentual.
La disminución de la pobreza, dice la Cepal, responde al aumento de los ingresos provenientes del trabajo asalariado, pero también al aumento de los ingresos de las personas trabajadoras por cuenta propia, los programas estatales, las transferencias públicas y las ayudas de emergencia.
2. Mujeres y niños, los más afectados
Pese a las reducciones, el informe revela que la pobreza sigue afectando desproporcionadamente a determinados grupos poblaciones. Es el caso de mujeres, niños o población rural.
Según los datos de la Cepal, por ejemplo, la incidencia de la pobreza entre las mujeres de 20 a 59 años es del 22,2 por ciento, es decir, casi cuatro puntos porcentuales más que en el caso de los hombres del mismo rango etario. Entre 2014 y 2023, además, mientras la pobreza entre hombres de 20 a 59 años se redujo 3,1 puntos porcentuales, en el caso de las mujeres se redujo solo 2 puntos.
Argentina, República Dominicana y Colombia se presentan como los países con las mayores diferencias entre las tasas de pobreza de hombres y mujeres en 2023 (5,2 puntos de diferencia en el caso colombiano, 5,3 en República Dominicana y 6,8 en Argentina).
La Comisión señala que la brecha "se explica en gran medida por la división sexual del trabajo y la consecuente mayor participación de las mujeres en el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, que constituyen una barrera a la participación en el mercado de trabajo remunerado".
En el caso de los menores, las cifras de la Cepal dan cuenta de cuatro de cada 10 niños, niñas y adolescentes que viven en hogares bajo la línea de pobreza, cuando en la población adulta (de 18 a 59 años) la proporción es de 2,4 por cada diez personas y en los adultos mayores de 1,5 por cada 10 personas.
Los datos también revelan que la pobreza es mayor en las zonas rurales (39,1 %) que en zonas urbanas (24,6 %) y que los grupos indígenas y afrodescendientes son afectados por la pobreza en mayor proporción que aquellos que no pertenecen a estos grupos étnicos en casi todos los países de la región.
3. Una región profundamente desigual
El informe de la Cepal también asegura que los países de América Latina "se caracterizan por presentar un elevado nivel de desigualdad del ingreso". Así, el índice Gini –utilizado para medir la desigualdad– solo ha logrado una reducción del 4 por ciento entre 2014 y 2023 (de 0,471 en 2014 a 0,452 el año anterior).
Según la Comisión, en promedio un 80 por ciento de la población en la región cree que la distribución del ingreso en su país es injusta o muy injusta.
Aun más grave es el panorama de la concentración de la riqueza en la región. Los últimos datos muestran que el 10 por ciento de las personas de mayores ingresos concentran el 66 por ciento de la riqueza total en la región y que el 1 por ciento más rico concentra el 33 por ciento.
4. Altos niveles de desprotección social
La Comisión también denuncia altos niveles de desprotección social, es decir, falta de acceso a las prestaciones contributivas o no contributivas, entre las que se encuentran prestaciones para la maternidad, el desempleo, accidentes laborales, por enfermedad, entre otros.
Enfrentar la crisis del desarrollo en la región requiere avanzar hacia sistemas de protección social universales, integrales, sostenibles y resilientes
Según el informe, en 2022 –el último dato al que se tiene acceso– uno de cada cuatro hogares, es decir, el 23,5 por ciento, carecía de acceso a la protección social en al menos 14 países de América Latina. La situación es más grave en hogares de menores ingresos, en donde la población sin acceso a la protección social asciende al 36,5 por ciento, o en los hogares rurales, en donde la cifra se ubica en el 29 por ciento.
"Enfrentar la crisis del desarrollo en la región requiere avanzar hacia sistemas de protección social universales, integrales, sostenibles y resilientes. Para ello, urge robustecer la institucionalidad social con capacidades técnicas, operativas, políticas y prospectivas", afirmó José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario Ejecutivo de la Cepal, al presentar el informe.
5. Una creciente crisis de cuidados
El informe de la Cepal dedica un capítulo especial a la crisis de cuidados: según la Comisión, la región enfrenta "una demanda creciente de cuidados que supera ampliamente el número de personas, servicios e infraestructura para cuidar" y que implica, a su vez, altos niveles de desigualdad estructural que golpean a las mujeres.
Según los datos, las necesidades de cuidado van en aumento debido a los cambios demográficos, epidemiológicos y en el mundo del trabajo, así como por los efectos del cambio climático.
Así "la región se enfrenta a una demanda de cuidado de niñas y niños que no se ha resuelto, y, simultáneamente, al aumento de la población de 65 años y más, y sobre todo de la población de 80 años y más en las próximas décadas". Esto requerirá, dice la Cepal, abordar la organización social de los cuidados y revisar los sistemas de protección social de cara a disminuir las brechas de género, en un momento en que solo un poco más de la mitad de las mujeres de la región (53 por ciento) logran vincularse al mercado laboral.
ANGIE NATALY RUIZ HURTADO - REDACCIÓN INTERNACIONAL - EL TIEMPO