Accidente fatal en la vía a Riohacha: tres muertos y más de 25 heridos tras brutal choque

hace 4 horas 10

La oscuridad de la madrugada fue testigo de un horror indescriptible en la vía Troncal del Caribe. A la altura de la vereda Los Lirios, en el corregimiento Guachaca, un bus interdepartamental de la empresa Coopetran colisionó de frente contra una tractomula, dejando un rastro de muerte, dolor y desesperación. 

Tres personas perdieron la vida de inmediato y al menos 25 resultaron heridas, cinco de ellas en estado crítico.

Lo que comenzó como un viaje más terminó en una escena de terror. El bus de Coopetran había partido desde Cartagena con destino a Riohacha, mientras que la tractomula se dirigía al puerto de Santa Marta.

Todo transcurría con normalidad hasta que, en un fatídico instante, uno de los vehículos invadió el carril contrario, provocando el brutal impacto. La parte delantera de ambos automotores quedó completamente destrozada, atrapando entre los hierros retorcidos a pasajeros y conductores.

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La colisión frontal entre el bus de Coopetran y la tractomula dejó escenas desgarradoras en la vía. Foto:comunidad

Gritos de auxilio y rostros de desesperación

El estruendo despertó a los habitantes cercanos, quienes corrieron al lugar del accidente con linternas y teléfonos en mano, tratando de entender lo que acababa de ocurrir.

En medio de la penumbra, los gritos de auxilio se mezclaban con los sollozos de quienes, malheridos, intentaban salir de entre los escombros.

"Había gente tirada en la carretera, algunos inconscientes, otros pidiendo ayuda. Un niño estaba abrazando a su mamá, pero ella no se movía", relató un testigo.

El interior del bus era una escena impresionante: asientos destrozados, cuerpos ensangrentados y maletas regadas por todas partes. Algunos pasajeros salieron despedidos por las ventanas, cayendo violentamente sobre el pavimento. Otros quedaron atrapados, gimiendo de dolor mientras los primeros rescatistas improvisaban formas de liberarlos.

Los paramédicos llegaron poco después y, comenzaron la titánica labor de trasladar a los heridos a las clínicas de Santa Marta. Cada minuto era crucial.

Algunos de los afectados apenas podían mantenerse conscientes mientras eran subidos a las ambulancias, con rostros cubiertos de lágrimas y cuerpos temblorosos por el shock.

¿Un microsueño o una imprudencia fatal?

Las autoridades de tránsito han iniciado una investigación para determinar qué originó la tragedia. Una de las hipótesis apunta a que el conductor de uno de los vehículos pudo haber sufrido un microsueño, lo que lo llevó a invadir el carril contrario.

Otra posibilidad es que se haya tratado de un intento imprudente de adelantamiento en una zona peligrosa de la vía.

Mientras los peritos analizan los restos del accidente, la incertidumbre y el dolor embargan a las familias de las víctimas. La noticia de la tragedia llegó rápido a sus hogares, sumiéndolos en la angustia de no saber si sus seres queridos habían sobrevivido.

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Accidente en Rioacha. Foto:comunidad

En las clínicas, la sala de urgencias se convirtió en un escenario de desesperación. Madres buscando a sus hijos, esposas preguntando por sus esposos, niños llorando al ver a sus padres en camillas con heridas profundas y vendajes improvisados.

Este no es el primer accidente grave en la Troncal del Caribe, una vía que ha sido escenario de incontables tragedias por el exceso de velocidad y las imprudencias de algunos conductores. A pesar de los constantes llamados de las autoridades, la tragedia sigue repitiéndose.

"Es lamentable ver cómo la historia se repite una y otra vez. ¿Cuántos muertos más necesitamos para que se tomen medidas?", cuestionó un líder comunitario de la zona, quien aseguró que en ese tramo han ocurrido numerosos accidentes en los últimos años.

El amanecer llegó cubriendo con su luz los rastros de la tragedia. Los vehículos destrozados, las pertenencias esparcidas en la carretera y las marcas de sangre en el asfalto eran el recordatorio mudo de una madrugada de horror.

Mientras tanto, las familias de las víctimas enfrentan la peor de las esperas: la confirmación de una pérdida irreparable o la angustiosa lucha por la vida de sus seres queridos en una sala de hospital.

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