Siete personas con discapacidades lingüísticas y auditivas fueron rescatadas por las autoridades en Nariño, después de haber caído en manos de una red criminal dedicada a la trata de personas entre Colombia y Ecuador.
Seis ecuatorianos y un colombiano, entre ellos, dos menores de edad y en condición de vulnerabilidad, estaban siendo engañados por integrantes de la peligrosa organización criminal, que opera a nivel transnacional y que pretendía sacar del país a sus víctimas con rumbo a Norteamérica.
Operativo contra la trata de personas en frontera con Ecuador. Foto:Archivo particular
El operativo de rescate se llevó a cabo el pasado jueves 27 de marzo, en un hotel del municipio de Taminango, ubicado en el norte del departamento, tras intensas tareas de investigación y seguimiento que se prolongaron durante varias semanas.
Se trató de una operación conjunta y bien planificada contra la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, en la que participaron integrantes de un total de 10 instituciones de Colombia y Ecuador.
Las acciones de rescate estuvieron a cargo de uniformados de la Seccional de Investigación Criminal de la Policía Nacional de Colombia, el grupo de Operaciones Especiales y la Seccional de Protección y Servicios Especiales de la misma institución, en coordinación con el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), de la Fiscalía General de la Nación, el Gaula Militar, Migración Colombia, Migración Ecuador, Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), el consulado de Ecuador y la Policía de Ecuador.
El paso de Rumichaca une a Colombia con Ecuador. Foto:Archivo EL TIEMPO
Todos los integrantes de la operación sabían que no podía fallar ningún detalle para lograr el éxito de la misma.
Cuando llegó el momento del rescate con vida de las siete personas, en el hotel solo fueron encontradas las víctimas, los integrantes de la red criminal les habían manifestado que allí los esperarían, pero al parecer emprendieron la fuga minutos antes.
Adentro del establecimiento hotelero inicialmente se vivieron momentos de verdadera confusión, quienes allí estaban alojados al ver la presencia de las autoridades llegaron a pensar que había llegado un reconocido artista o una agrupación musical de renombre.
Entre las víctimas hay menores que tienen problemas de audición. Foto:Archivo particular
Comunicación, a través de señas
Los integrantes de la Policía Nacional, al llegar al lugar y entrar a una de las habitaciones, tras percatarse de que las víctimas sufrían de discapacidad lingüística y auditiva, tuvieron que entablar una comunicación, a través de señas.
Según el informe entregado por el departamento de Policía Nariño, el procedimiento se hizo porque había la certeza de que en el hotel se encontraban las víctimas, al parecer, engañadas con falsas promesas de ser trasladados a Estados Unidos para cumplir el sueño americano.
El puente de Rumichaca, en la frontera entre Ipiales y Ecuador. Foto:Archivo EL TIEMPO
Según el subcomandante del Departamento de Policía Nariño, coronel Jorge Andrés Mendoza, fue gracias al trabajo interinstitucional entre esa institución, el Ejército Nacional, organismos de investigación y las entidades de Migración de ambos países, lo que permitió dar con el oportuno paradero de las siete personas.
“Presuntamente, fueron víctimas de una red de tráfico de migrantes, entre ellos se encontraban ciudadanos ecuatorianos y colombianos con discapacidades lingüísticas y auditivas”, confirmó.
Precisó que habían sido engañados para luego ser conducidos hasta los Estados Unidos, y añadió que el gigantesco operativo representa un golpe contundente contra esas organizaciones criminales, las cuales se lucran del engaño y la explotación de personas en situación de riesgo.
Dos de los ciudadanos ecuatorianos habían sido reportados como desaparecidos en su país.
Entre los rescatados había dos menores de edad de nacionalidad ecuatoriana, quienes de inmediato fueron puestos bajo la protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
Las otras personas rescatadas quedaron a disposición de Migración Colombia para lo de su competencia
El modus operandi
Las autoridades lograron establecer que contactaban inicialmente a sus víctimas, a través de las redes sociales.
A cada víctima después de haber entablado la comunicación le cobraban la suma de 400 dólares, por trasladarlos desde el departamento de Nariño hasta las selvas del Darién, en el departamento del Chocó.
Después les habrían manifestado que su viaje corría por su cuenta y riesgo, es decir, quedarían a merced de los “coyotes” que trafican con migrantes en esa zona del país.
El comandante del Gaula Militar en Nariño, coronel Mauricio Osorio, declaró: “Seguimos fortaleciendo nuestras acciones en contra de las organizaciones criminales que se lucran del tráfico de migrantes y la trata de personas”.
También sostuvo: "Reafirmamos nuestro compromiso en la lucha contra las redes criminales que delinquen engañando y explotando a personas en condiciones de vulnerabilidad, aprovechándose de su deseo de una mejor oportunidad de vida”.
MAURICIO DE LA ROSA
Especial para EL TIEMPO
Pasto
Consulte más información de interés
Dane entregó cifras de nacimientos y defunciones. Foto: