En los últimos años, el yoga y el pilates se consolidan como dos de las disciplinas más populares dentro del mundo del bienestar. Ambas prácticas han ganado adeptos por su capacidad para mejorar la flexibilidad, la fuerza y promover la conexión entre el cuerpo y la mente.
Sin embargo, a pesar de sus similitudes, presentan diferencias que pueden influir en la elección de los practicantes según sus necesidades específicas.
Enfoque y propósito principal de cada disciplina
Aunque tanto el yoga como el pilates comparten beneficios físicos, se distinguen en su propósito y enfoque. El yoga, que tiene raíces milenarias en la India, no es solo una actividad física, sino una filosofía de vida que incluye posturas (asanas), respiración (pranayamas), meditación y relajación (savasana).
La profesora Ornella Puccio explica que “lo que realmente distingue al yoga es su componente espiritual, esencial para que la práctica sea integral. Sin este elemento, se reduciría a una actividad netamente física”
Confiar en si mismo será una de las claves. Foto:iStock
Por su parte, el pilates, desarrollado en el siglo XX por Joseph Pilates, se centra principalmente en el acondicionamiento físico, particularmente en la fortaleza del core, la alineación y la movilidad.
“El pilates es un método de ejercicios que fue desarrollado inicialmente con fines de rehabilitación para personas con alguna lesión o discapacidad física. Sin embargo, debido a sus múltiples beneficios para la salud, su práctica se expandió a un público más amplio,” comenta Alex Canales, profesor de pilates.
El pilate ayuda a la rehabilitación física. Foto:iStock
Beneficios de cada disciplina
Ambas disciplinas ofrecen una variedad de beneficios, tanto físicos como mentales. El yoga, según Puccio, es excelente para reducir el estrés y la ansiedad, además de mejorar la flexibilidad y la movilidad.
“La combinación de respiración, mindfulness y posturas es clave para desestresar el cuerpo. Al practicar la respiración consciente durante la meditación y las posturas, el cuerpo se relaja de manera natural,” detalla Franco Sánchez-García, fundador de FrancoYoga. A nivel físico, el yoga mejora la respuesta inmunitaria, la presión arterial y la postura.
El pilates, en cambio, se enfoca en el fortalecimiento del core, lo que ayuda a mejorar la postura, la estabilidad y la movilidad.
“El pilates es particularmente útil para quienes buscan prevenir o aliviar dolores lumbares. Este método enfatiza el fortalecimiento del recto abdominal, los oblicuos internos y externos, el transverso abdominal y los músculos de la espalda,” explica la doctora Verónica Oblitas.
Además, en términos mentales, promueve una concentración total que mejora la gestión del estrés y la estabilidad emocional en la vida diaria.
Flexibilidad: diferentes enfoques
Ambas disciplinas son efectivas para mejorar la flexibilidad, aunque de maneras distintas. El yoga, a través de posturas sostenidas y progresivas, permite una elongación profunda de músculos y articulaciones.
“El yoga mejora la elasticidad muscular mediante posturas sostenidas que permiten un estiramiento profundo,” comenta Rob Saper, especialista en medicina integrativa.
Por su parte, el pilates combina estiramientos con un enfoque controlado, enfatizando la elongación muscular con precisión. Los ejercicios como "The Saw" y "Roll Up" son ejemplos de movimientos en pilates que favorecen la flexibilidad.
Hay técnicas de ambos modos que requieren flexibilidad. Foto:iStock
Fuerza y estabilidad: ¿cuál es la mejor opción?
En términos de ganar fuerza y estabilidad, el pilates tiene una ventaja. El método de Pilates está diseñado específicamente para fortalecer el core, mejorando la estabilidad corporal y protegiendo la columna vertebral.
A pesar de que el yoga también trabaja el core, su enfoque es más general. “El pilates fue diseñado específicamente para fortalecer los músculos abdominales, lumbares, glúteos y pélvicos,” comenta Saper. Victoria Salas, directora de Rimbo Pilates Studio, señala que el pilates puede ser más efectivo para lograr fuerza y estabilidad en el tronco.
¿Qué disciplina es más efectiva para quemar grasa?
En cuanto a la quema de grasa, ambas prácticas tienen beneficios, aunque de manera indirecta. “El pilates fortalece los músculos, lo que aumenta el gasto calórico basal, pero no debe considerarse un ejercicio cardiovascular,” detalla Saper.
Por su parte, el yoga puede ayudar a regular el estrés y controlar el apetito, pero, para una pérdida de grasa efectiva, es recomendable combinar estas disciplinas con ejercicios aeróbicos.
Grasa abdominal Foto:iStock
¿Para quién es recomendable cada disciplina?
El yoga es ideal para quienes buscan una práctica introspectiva que combine movimiento y meditación, siendo accesible para cualquier nivel de condición física. Dependiendo del estilo de yoga, se pueden obtener beneficios específicos. Por ejemplo, el vinyasa y el hot yoga mejoran la fuerza, el equilibrio y el rendimiento deportivo. Según Rob Saper, el yoga también favorece la flexibilidad, la respiración y la concentración, cualidades útiles para personas que practican atletismo, natación o artes marciales.
Por otro lado, el pilates es una práctica más técnica y estructurada, enfocada en el fortalecimiento del núcleo y la mejora de la postura. Ornella Puccio recomienda el pilates para quienes buscan objetivos físicos concretos o se encuentran en rehabilitación debido a lesiones.
¿Es recomendable combinar ambas prácticas?
En definitiva, se recomienda combinar yoga y pilates, ya que ambas disciplinas ofrecen beneficios complementarios. El profesor de FrancoYoga destacó que el pilates ayuda a tomar conciencia de los músculos y a tonificar el cuerpo mediante una tensión dinámica, mientras que el yoga complementa este trabajo al mejorar la elasticidad y la conciencia respiratoria.
Verónica Oblitas también subrayó que el pilates estabiliza la columna y fortalece el core, mientras que el yoga amplía el rango articular y contribuye a la reducción del estrés mediante la respiración diafragmática, en contraste con la respiración costal del pilates, que mejora la oxigenación muscular. Integrar ambas prácticas en un plan de entrenamiento puede aportar beneficios físicos y mentales equilibrados.
“En definitiva, no hay una respuesta única sobre si el yoga o el pilates es mejor, porque todo depende de lo que cada persona esté buscando en un momento determinado de su vida. Lo ideal es probar ambas prácticas y escuchar al cuerpo: ¿necesitas más control y precisión o más fluidez y libertad? En algunos momentos, te puede beneficiar más la estabilidad y el enfoque del pilates; en otros, la conexión y el movimiento del yoga. Al final, lo importante es elegir lo que te haga sentir bien y disfrutar el proceso”, concluyó Puccio.
Milenka Duarte
El Comercio (Perú) / GDA.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Comercio (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.