Harrie Lavreysen tiene 27 años y un potencial ciclístico envidiable, condiciones que solo reúnen los ‘extraterrestres’, esos que dominan a su antojo y se comen el mundo, como lo hace este neerlandés en los velódromos del planeta.
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Acaba de terminar en Mundial de ciclismo de pista en Ballerup, Dinamarca, y otra vez Levreysen ratifica que es el mejor, tal y como el rey, en imbatible, así como lo hizo en los Juegos Olímpicos de París, cuando en la pista francesa logró los oros en la velocidad, equipos, el keirin y la velocidad pura.
Harrie Lavreysen es un histórico del ciclismo
‘Hat-trick Harrie’, como le dicen, luego de los oros en París, se convirtió en el tercer ciclista en ganar las tres pruebas de velocidad en los mismos Juegos, luego de los británicos Chris Hoy en Pekín 2008 y Jason Kenny en Río 2016.
En terreno danés, alcanzó los 16 títulos mundiales tras su victoria en velocidad pura, en la que ha logrado seis oros, todos consecutivos, en la velocidad equipos y en el kilómetro, al dejar con la plata al francés Arnaud Tournant, quien ha sido 14 veces campeón mundial entre 1997 y 2008.
Además, tiene tres platas en estos certámenes, pues fue segundo en la velocidad equipos en el 2022 y en China 2017 escoltó al oro en la misma competencia y en la velocidad pura.
‘Muslos de oros’, también le dicen así, va por más, no tiene límites, no tiene techo. Nació el 14 de marzo de 1997 en Luyksgestel, pequeña población de los Países Bajos, cerca de la frontera con Bélgica. Sus primeros torneos los hizo en el BMX, pero tuvo problemas físicos, que lo llevaron a tomar la drástica determinación de abandonar esa modalidad a irse al ciclismo de pista.
“Mis primeros recuerdos de ciclismo son de cuando tenía cuatro años; recuerdo haber bajado volando por una colina de salida de BMX y luego haberme caído en el primer salto, lo que significó que necesitaba puntos de sutura en el mentón”, dijo a la UCI Track Champions League.
“Empecé a competir en BMX y cuando era un adolescente ya era campeón de Europa. Sin embargo, sufrí muchas lesiones en los hombros y, cuando me disloqué los dos a la vez, a los 18 años, empecé a practicar ciclismo en pista”, contó el neerlandés, que también tuvo un paso por la gimnasia artística.
La estrella de los Juegos Olímpicos
Su nombre comenzó a sonar con fuerza en el 2017, cuando logró las primeras medallas en el Campeonato Europeo de pista, pero un año más tardes entró por la puerta grande tras obtener dos oros en el Mundial de Apeldoorn, en su país, en la velocidad equipos y la individual.
Desde esa vez nadie lo ha podido bajar del podio. Es dueño de un potencia en sus piernas increíble, una habilidad técnica y táctica, así como una salida explosiva y la capacidad para rematar las carrera, lo que le permite ser el mejor velocista del planeta de la época.
“Harrie es un extraterrestre, el mejor de todos los tiempos”, dice sin titubeos el polaco Mateusz Rudyk, a quien el neerlandés destrozó en el pasado Campeonato Europeo de enero de este año.
“Es una combinación de todo. Es realmente bueno en aerodinámica. Tácticamente no lo considero increíble, comete errores y corre un poco como un caballo desbocado. Pero está tan por encima que no se nota”, contó otro de sus fuertes rivales, Sébastien Vigier.
Y agregó: “Lo que más me impresiona es que siempre está hambriento. Es 13 veces campeón del mundo, pero todos los días está a tope, es un comportamiento de un deportista fuera de lo común”.
No tiene una meta como tal. Tumbar marcas, ganar oros, dejar a sus contrincantes con las manos vacías parece er su meta, aunque los especialistas del mundo miran a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles del 2028.
Allí, en territorio estadounidense, Lavreysen llegaría con 31 años, una edad madura, precisa para ir por más preseas doradas y superar al británico Jason Kenny, quien es el único en el mundo en haber ganado siete carreras en las justas.
Lisandro Rengifo
Redactor de EL TIEMPO
@lisandroabel