Botafogo dejó practicamente sentenciado su paso a la gran final de la Copa Libertadores, en un miércoles caótico, que se saldó con la detención de más de 250 hinchas de Peñarol, su rival en la segunda semifinal del torneo. Los brasileños ganaron 5-0 y tendrán que cumplir con el trámite la próxima semana en Montevideo.
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El líder del campeonato brasileño se impuso con dos anotaciones del atacante venezolano Jefferson Savarino (minutos 51 y 59) y un gol del central argentino Alexander Barboza (55) en diez minutos del segundo tiempo.
El extremo Luiz Henrique (74), de noche brillante, y el centrodelantero Igor Jesus (79) cerraron la paliza en el Estadio Olímpico Nilton Santos. Ambos vienen de darle a la selección de Brasil una mano importantísima en la eliminatoria para el Mundial de 2026.
"Tenemos que tener los pies en el suelo, esto es apenas un partido", declaró Barboza después del partido.
Botafogo se acerca a un doblete inédito: los dirigidos por el portugués Artur Jorge buscan el título del Brasileirao, el primero desde 1995, y el del principal torneo de clubes de América, que nunca han ganado.
El ambiente previo al juego fue muy pesado. La policía brasileña detuvo a más de 250 hinchas de Peñarol por desmanes en la playa del Recreio, en la zona oeste de Rio, ocurridos horas antes del pitazo inicial en el Nilton Santos, en el norte de la ciudad.
El caos impactó el arranque del cotejo. Por disposición de la Conmebol, el juego comenzó quince minutos después de lo previsto. El presidente de Peñarol, Ignacio Ruglio, aseguró que el retraso se debió a que el bus de su equipo llegó tarde al estadio por supuesta negligencia de las autoridades cariocas.
La tensión se trasladó al campo, donde un choque entre el lateral brasileño Alex Telles y el volante uruguayo Eduardo Darias originó un rifirrafe en el minuto 3. El juego se fue sin goles al descanso.
Los goles de la paliza de Botafogo llegaron en el segundo tiempo
Luiz Henrique. entró conectado a la segunda parte y asumió la tarea de despertar a los demás hombres del 'Fogão', que disputa su tercera semifinal en la Libertadores, la primera desde 1973.
Lo hizo vestido de asistente, al filtrar un pase que eludió a tres rivales y dejó a Savarino cara a cara con Aguerre. El venezolano acarició la bola ante la salida rápida del uruguayo y abrió un grifo que no volvió a cerrarse.
Cuatro minutos después, Savarino cobró un córner que Igor Jesus bajó en el corazón del área para Barboza, quien tiró con la zurda para el 2-0.
Ayudado por una floja respuesta de Aguerre, el jugador de la Vinotinto firmó el doblete tras un pase de Vitinho desde la derecha.
Tras bajar el ritmo durante unos minutos, Luiz Henrique se enchufó de nuevo y firmó una preciosa diana de vaselina.
La goleada se cerró con una anotación de cabeza de Igor Jesus producto de otro contragolpe.
La paliza prácticamente empareja a Botafogo en la final con el Atlético Mineiro, que la víspera goleó 3-0 al River Plate en Belo Horizonte.
DEPORTES
Con AFP