Hubo un milagro en el estadio Américo Montanini. Bucaramanga no se encontraba y tenía el partido prácticamente perdido contra Fortaleza. Pero apareció un penalti para que Luciano Pons amplíe su romance con la hinchada y salvar así un empate 1-1 que deja a los dirigidos por Leonel Álvarez a la cabeza del grupo E de la Copa Libertadores.
No fue bueno el partido del Bucaramanga. Sufrió con la pelota y también sin ella. Sintió demasiado la ausencia de Fabián Sambueza, que no pudo jugar por lesión.
Atlético Bucaramanga vs. Fortaleza Foto:EFE
Y Leonel Álvarez no pudo encontrarle un reemplazo en el plantel. Apostó por Andrés Ibargüen, un jugador de otras características, que además acabó lesionado.
Aldaír Quintana atajó penalti, pero no pudo evitar la ventaja de Fortaleza
Una imprudencia de Fredy Hinestroza, que intentó rechazar una pelota y acabó golpeando a Deyverson, generó la jugada en la que Fortaleza abrió el marcador en el estadio Américo Montanini: penalti sancionado con ayuda del VAR.
El propio Deyverson se paró frente a la pelota. Aldaír Quintana atajó el cobro, pero el atacante tomó el rebote y anotó el 0-1, a los 19 minutos.
A Bucaramanga le costó muchísimo el partido. Los brasileños, con la ventaja a su favor, cerraron todas las vías al arco de joao Ricardo. Y encima, la pelota le quemaba. Fueron muchos los pases errados.
Atlético Bucaramanga vs. Fortaleza Foto:AFP
Fortaleza perdonó al Bucaramanga. Cada vez que pasó de la mitad de la cancha generó peligro e incluso Yago Pikachu tuvo el 0-2, pero su remate, de frente a la portería, pegó en el travesaño.
Al final, cuando no se veía por dónde, un penalti muy parecido al que le permitió a Fortaleza irse arriba le dio al Bucaramanga la opción de salvar un punto. Eros Mancuso le pegó a Aldaír Gutiérrez al intentar sacar una pelota de su área.
Milagro en el área de Fortaleza: así llegó el empate del Bucaramanga
El gol del Bucaramanga subió al marcador con suspenso. Luciano Pons le pegó con el alma: la bola pegó en el travesaño y cayó adentro del arco, apenas centímetros adentro de la portería, sin tocar malla, y ni el árbitro central, Kevin Ortega, ni el asistente de oriental, Enrique Pinto, se dieron cuenta. Cuando ya en la tribuna maldecían por lo que creían era una falla, el VAR llamó a Ortega y le dijo que la pelota había entrado. En el Montanini, todos respiraron profundo: gol en el minuto 89.
Incluso, más adelante, Bucaramanga tuvo la victoria. Jhon Vásquez, el reemplazo de Ibargüen, se inventó una jugadota y puso la pelota en el área chica para que alguno de sus compañeros soplara y la metiera. Kevin Londoño le pegó como defensor y la tiró afuera.
Bucaramanga sigue invicto, salvó un punto que parecía perdido y es líder de su grupo, el E. Pero queda la sensación de poder haber hecho más en casa. Contra Colo Colo lo mereció y no pudo. Y este miércoles no lo merecía tanto, pero no aprovechó el papayazo.
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