La leyenda de España, Andrés Iniesta, anunció emocionado su retirada del fútbol profesional a los 40 años tras más de dos décadas de carrera.
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“No puedo estar lejos del fútbol, ha sido mi vida y lo seguirá siendo. Ahora a seguir formándome, estoy sacándome el título de entrenador y es mi siguiente etapa. Intentaré volver a hacer un gran trabajo, ya no será corriendo detrás del balón sino desde otro lugar”, dijo.
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El exjugador nacido en Fuentealbilla (Castilla-La Mancha) hizo un repaso a su carrera desde sus inicios en las categorías inferiores del Albacete, su etapa más exitosa en el Barcelona, hasta sus últimos años en el Vissel Kobe japonés y el Emirates Club de Emiratos Árabes Unidos, su último club.
“Estoy orgulloso de haber peleado y trabajado hasta la última gota, hasta el último día que fui futbolista y es lo más grande para mí. Orgullo de no rendirme nunca, con pena porque hubiera jugado hasta los 90 años, pero feliz de haber cumplido el sueño de haber sido futbolista”, precisó.
En el anuncio estuvo acompañado por su mujer y sus hijos, y por numerosos rostros del mundo del deporte, como el presidente del Barça Joan Laporta, Emilio Butragueño representando al Real Madrid, los también históricos del equipo culé Piqué y Xavi Hernández y el actual entrenador, Hansi Flick, y varios jugadores de la primera plantilla actual del club azulgrana, como Dani Olmo, Gavi y Ansu Fati.
Histórico gol
AFP recordó el 11 de julio de 2010 en el estadio Socccer City de Johannesburgo la historia del fútbol español cambió para siempre ya que por primera vez España se proclamó campeona del Mundo, anotado por Andrés Iniesta, tan genial con el balón como discreto y humilde fuera de los terrenos de juego.
"Iniesta se convirtió además en el emblema de toda una generación de futbolistas, junto a Xavi Hernández, Iker Casillas, Sergio Ramos, Fernando Torres, David Villa, entre otros, que protagonizaron la época más exitosa del fútbol español, con el título en el Mundial de 2010 y dos Eurocopas seguidas (2008 y 2012)", consignó la agencia.
Ese gol de Iniesta en Sudáfrica sirvió para acabar con la maldición de una selección que, aunque había ganado la Eurocopa en 2008, conservaba en la memoria de muchos la eterna vuelta a casa en cuartos de final en las Copas del Mundo.
"No hay palabras para describir ese momento, fue algo celestial. Es EL momento. Para mí fue un privilegio por haberlo vivido, pero también feliz por lo que supuso para nuestro fútbol y nuestro país", recordó el hoy exjugador.
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