Venezuela ha contribuido con los problemas de orden público en la frontera con Colombia

hace 1 día 13

TIBÚ, Colombia — En un rincón remoto del noreste de Colombia, campesinos y sus familias se han convertido en víctimas de una oleada de violencia como ninguna que haya visto el país en una generación.

Mientras dos grupos rebeldes se pelean territorio, más de 54 mil personas han huido y se estima que 80 han muerto.

A la raíz de este conflicto yacen batallas de décadas por la tierra y el dinero del narcotráfico, y el fracaso de acuerdos pasados por llevar a una paz duradera. Pero los analistas, diplomáticos e incluso Gustavo Petro, el Presidente de Colombia, señalan a otro factor más nuevo que contribuye a fomentar el caos en Colombia: la vecina Venezuela.

En el curso de una década, a medida que Venezuela ha descendido a la autocracia, su Gobierno también se ha acercado al principal agresor en el conflicto vecino, un grupo rebelde llamado Ejército de Liberación Nacional (ELN). Nacido como un grupo marxista en Santander, Colombia en la década de 1960, el ELN cada vez más ha utilizado a Venezuela como lugar de refugio, enriqueciéndose vía el tráfico de drogas, triplicando su tamaño a aproximadamente 6 mil combatientes y fortaleciendo las relaciones con funcionarios venezolanos.

A cambio, dicen las autoridades colombianas, el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se ha beneficiado de tener un grupo armado como amortiguador contra amenazas internas y externas.

Durante años, la desintegración de la democracia venezolana ha ejercido presión sobre Colombia, con 3 millones de refugiados huyendo al País de 50 millones de habitantes.

Ahora, dicen algunos, la Venezuela de Maduro está siendo utilizada como base para desatar una nueva ola de destrucción en Colombia.

Petro incluso acusó al ELN de convertirse en una “fuerza extranjera” que había invadido Colombia. “Este es un problema de soberanía nacional”, dijo.

Vladimir Padrino López, Ministro de Defensa de Venezuela, dijo a finales de enero que “Venezuela no sirve, ni servirá jamás, como plataforma para grupos armados al margen de la ley”.

No está claro por qué atacó el ELN, pero la relación entre Petro y Maduro se ha deteriorado.

En julio, Maduro se declaró ganador de unas elecciones con irregularidades, rehusándose a presentar recuentos que respaldaran esta afirmación y encarceló a unas 2 mil personas en medio de una ola de protestas.

Petro lo instó públicamente a publicar los resultados electorales y liberar a los presos políticos. Maduro entonces ordenó un “puñetazo en la cara” a cualquiera que se entrometiera en los asuntos de Venezuela.

Cuando Maduro prestó juramento para un tercer mandato el 10 de enero, Petro se negó a reconocerlo como Presidente.

Cinco días después, el ELN envió combatientes desde un punto más al sur de Colombia al norte de Colombia, a una región llamada Catatumbo, diciendo en X que buscaba expulsar a un grupo armado rival llamado Frente 33.

Los grupos tenían mucho tiempo de dividirse el control de la región, hogar de campos de coca, el producto base de la cocaína. Ahora se había roto un acuerdo de poder compartido. Hoy, decenas de miles de civiles están atrapados en la violencia. Algunas familias de Catatumbo han llegado a Tibú, un pueblo colombiano en la frontera, y duermen en una escuela.

Diosdado Cabello, Ministro del Interior de Venezuela, visitó recientemente la frontera, mientras una nueva oleada de tropas colombianas avanzaba para luchar contra el ELN. 

En Cúcuta, el General Mario Contreras, comandante regional del Ejército colombiano, dijo que la violencia había comenzado con el asesinato de una familia, que enfureció al ELN. Al día siguiente, dijo, el ELN entró a los centros urbanos armados con pistolas, buscando a presuntos colaboradores del Frente 33.

Bram Ebus, consultor del International Crisis Group, dijo que en los últimos años el Gobierno venezolano incluso había utilizado al ELN como “una extensión” de sus fuerzas de seguridad.

El Ejército colombiano dice que los combatientes del ELN pasaron por Venezuela para llegar al lugar de sus primeros ataques. En una publicación en X, el grupo calificó esto como “noticias falseadas” inventadas por el Gobierno colombiano para justificar una posible invasión a Venezuela.

El Frente 33 es una facción de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que permanecen en armas pese a su acuerdo de paz del 2016 con el Gobierno.

En las últimas semanas, algo extraordinario empezó a suceder en el Río Tarra que divide las naciones. Durante años, los venezolanos lo habían cruzado en masa, buscando refugio en Colombia. Ahora, el flujo se invirtió. En un cruce, un ferry transportaba a unas 3.000 personas a Venezuela.

Leer Todo el Artículo